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Claudia Sheinbaum.

Ninguna tenía un despertador, la cálida luz del sol entraba por el ventanal, a mi lado estaba Xochitl Gálvez, totalmente dormida. El dolor de cabeza era intolerante, al parecer habíamos bebido de más. Observaba detenidamente cada línea de expresión de mi contraria, los años habían pasado y al parecer acababan con nosotras.

El sentimiento de culpa, amor, felicidad enmarcaba mi cuerpo en su totalidad, un sentimiento de completa plenitud me satisfacía.

Mi teléfono empezó a sonar, al parecer había millones de mensajes. El sonido cada vez subía más, pude notar a Xochitl ir despertando. Corrí directo a él y cómo pude lo contesté.

-Hola- dije casi sin aire. El efecto del día después de beber me estaba matando.
-Claudia, te necesito urgentemente en mi maldita oficina- era la voz de Andrés, no se notaba feliz, estaba furioso.

Mi presión arterial bajó. Al momento me imaginé el peor de los escenarios, probablemente había descubierto el acostón de una noche con Gálvez.

-Podrás adelantarme la situación por favor?- intenté decir disimulando mis nervios.
-Tu estúpido ex esposo, tienen un video- suspiró- de él robando dinero, tomándolo de un escritorio, lo suficiente para generar controversia, te espero lo antes posible, Pardo.- colgó.

Estaba en total shock, ese idiota no se iría sin las manos vacías, sentí el coraje recorrer mi cuerpo, aún totalmente desnuda, la voz de Gálvez interrumpió mis pensamientos.

-Qué sucede cielo?- dijo adormilada.- Luces pálida.
-El pendejo de mi ex esposo- dije- acaba de robar dinero, y peor aún, lo grabaron. Andrés me necesita en su oficina rápido cariño. Me tengo que ir.- dije apresurando el paso mientras me vestía.
-Yo iré contigo, ese tipo solo te da problemas- indicó levantándose rápidamente de la cama mientras se vestía también.
-Sabes que no es necesario que vayas, es peligroso. Nos pueden ver, además estamos en un estado terrible, estamos mareadas, tengo un dolor de cabeza espantoso.- gruñí.
-En mi bolsa tengo 2 Aspirinas, tómalas y me das una, iré contigo. No me interesa que suceda, pero estás en problemas y debo apoyarte cariño.

Tomé las Aspirinas de su bolso, su departamento estaba totalmente asqueroso, lo dejamos así, no había tiempo para darle un arreglo. Xochitl me hizo favor de manejar hasta la oficina, como pude me bajé y me despedí de ella con un beso en los labios.

Camina a prisa a la oficina de Andrés, toqué la puerta, este sólo dijo un "adelante" con los nervios y el miedo consumiendome, me decidí por entrar.

-Buenos días Andrés.- dije nerviosa
-De buenos no tienen nada Claudia, ese idiota acaba de robarnos!- gritó.
-Lo sé Andrés y eso no me hace nada feliz, vamos a denunciarlo. No puede quedarse así. El y yo ya estamos divorciados y no me interesa cómo tenga que interceder.
-Pues así siguiera siendo tu esposo, lo tendrías que demandar, porque afecta nuestra imagen Claudia.

Hablamos del procedimiento para la demanda, cómo solucionaríamos el conflicto y sobretodo la imagen que le daríamos a la población.
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Salí agotada de aquella cita con Andrés, sólo necesitaba ver a Gálvez, decidí marcarle.

-Bueno, cielo?- dijo susurrando
-Amor, necesito que vengas a mi departamento- dije casi a llanto.
-No puedo amor, estoy en reunión, ya quiero irme.- dijo con desesperación
-Entiendo cielo, igual tienes mi llave, puedes ir. Te amo, suerte con esos bastardos.- dije, colgando al instante.

Xochitl había dejado mi auto, al parecer solo me había llevado y ella se fue caminando.

Subí a éste y solo pude sentir cómo me ahogaba en mi desesperación y el deseo de tenerla. Me maldecia minuciosamente por nunca haberle pedido ser mi esposa, ni mi novia. Era una puta cobarde, me reservé mis lágrimas para después pues sabía que no podría manejar bien.

El amar y el querer- Clauchitl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora