Capítulo 16: Curro

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Doe miró al señor Brooks con una expresión decidida.

—¿Podríamos ir ahora mismo a ver el piso? —preguntó.

El señor Brooks frunció el ceño levemente, preocupado.

—Bueno, joven, tengo que advertirte que está todo muy desorganizado. No he tenido tiempo de limpiar completamente después de que los anteriores inquilinos se fueron.

Doe sonrió y negó con la cabeza.

—No tiene importancia, señor Brooks. Quisiera verlo de todos modos.

Luego, volviéndose hacia mí, añadió:

—Beli, ¿puedes esperarme aquí un momento? No tardaré mucho.

Asentí, comprendiendo su entusiasmo. Doe se despidió con una sonrisa y siguió al señor Brooks fuera del apartamento.

Minutos después de que Doe y el señor Brooks se fueron, escuché el timbre sonar nuevamente. Al abrir la puerta, me encontré con Natalia, mi amiga de la universidad, que llevaba una carpeta de documentos en la mano y una sonrisa en el rostro.

—¡Hola, Eli! —dijo Natalia, entrando con entusiasmo—. Vengo a traerte buenas noticias sobre el trámite de la universidad.

—Nat—respondí, cerrando la puerta detrás de ella—¿Cómo te sientes? ¿Te vino bien ver a tus padres

A lo que ella asintió sin dar muchos detalles. Nos dirigimos a la sala y nos sentamos en el sofá. Natalia abrió la carpeta y sacó algunos papeles.

—No hemos tenido ningún problema con el trámite. Todo está en orden y aprobado —dijo con satisfacción—. Sin embargo, hay algo más que debes saber.

La miré, esperando que continuara.

—Necesitarás hacer reuniones periódicas en Google Meet con tus tutores para que puedan ir revisando tu progreso. Será una especie de seguimiento regular para asegurarse de que todo marche bien.

Asentí, agradecida por la información y por el apoyo constante de Natalia la cual sonrió y me dio un abrazo rápido.

—Sabes que siempre estoy aquí para ayudarte, Eli. Cualquier cosa que necesites, no dudes en decírmelo.

Mientras charlábamos, no pude evitar que mi mente vagara hacia los eventos de la noche anterior con Doe. Natalia notó mi distracción y me miró con curiosidad.

—¿En qué piensas, Eli? —preguntó, con una sonrisa pícara — Tienes una expresión diferente en el rostro.

Sentí cómo el rubor subía a mis mejillas y me mordí el labio, insegura de cómo empezar.

—Bueno... hay algo que me gustaría contarte — dije, jugando nerviosamente con un mechón de mi cabello —Anoche, con Doe... fue... diferente.

Natalia arqueó una ceja, interesada.

—¿Diferente? ¿A qué te refieres?

Tomé una respiración profunda y comencé a relatarle lo sucedido, desde nuestros besos apasionados hasta el momento de intimidad en mi habitación. Traté de ser lo más honesta posible, compartiendo cómo me había sentido nerviosa, vulnerable, pero también increíblemente conectada con él.

Doe volvió con una sonrisa triunfante y las llaves del piso de al lado en la mano.

—Bueno, tengo las llaves —anunció—. Pero el señor Brooks no estaba bromeando cuando dijo que todo estaba hecho un desastre. Me vendría bien algo de ayuda con la limpieza.

Me sorprendió y alegró a partes iguales la noticia. Sin pensarlo dos veces, lo abracé con fuerza.

—¡Eso es genial! Claro, cuenta conmigo —dije, sonriendo ampliamente.

Bajo un Cielo de Tréboles y Estrellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora