"El Invierno En Japón" | Mizu | Blue Eye Samurai | Mizu X Personaje.| FemxFem

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Pov: Elizabeth

Miré a la pelinegra, que parecía haber dejado de respirar por unos segundos.

-Eso es imposible.-Murmuró, bajo mi atenta mirada. Solté una pequeña risa al escucharla así de sería.

-No, no lo es.

La miraba intensamente, mientras sonreía suavemente, aunque no podía evitarlo mis manos sudaban y chocaba débilmente mis dedos. Pensé que no me importaría su rechazo pero ... Simplemente verla así hace que mi corazón se hunda en la ansiedad. Ya no importa, no más, me ganaré su corazón.

- ... Ambas somos mujeres ... -Vi cómo murmuro con desconcierto y yo respondí con un suspiro, mientras avanzaba.

Oh, si, yo también pensaba en eso antes, que solo una mujer podría amar a un hombre. Pero no, el corazón no se rige a base de sexo o género, simplemente una se enamora y ya cae, finalmente lo supe, lo comprendí al mirarla.

Incluso cuando parecía estar rechazando mis sentimientos, no pude evitar perderme en su mirada, su hermosa y profunda mirada semejante al mar, podria ahogarme en ellas y no me molestaría.

-¿Y eso que?-Respondí, sonriente. -El corazón no vé por eso, ve por los sentimientos, y a usted la amo, señorita.

Mizu me miró con el mismo rostro perplejo, pero simplemente parecía pensar. - ¿Cómo ... Podrías ser capaz de amarme? -La escuché murmurar, y fruncí el ceño ante la idea que pasó por mi mente.

- ¿Y por qué no?, te amo porqué eres tú. -Conteste, mientras empezaba a caminar delante de ella. -Te amo por tus hermosos ojos, tus finos labios, y tu mirada que me atrae... Me gustas por lo que eres Mizu. Me gustan las personas fuertes.

Caminaba, mientras sentía el viento chocar en mi rostro. No pude escuchar ninguna objeción de Mizu, no escuché si quiera su respiración, simplemente sus pasos detrás de mí. Tal vez me estaba precipitando, tal vez debí esperar más, Pero mi corazón se hundía lentamente en olas que no eran sus ojos, y no podría soportar eso, sin su voz diciéndome que me amaba. Quería besarla, y decirle que incluso si ambas eramos del mismo sexo, no me importaba, porqué la seguiría amando incluso si fuera un perro, un gato o incluso un pez, siempre y cuando sea ella.

Mientras caminaba en silencio, mi mirada se posó sobre un hombre que bajaba de un carruaje, no me importaba el hombre, me importaba el transporte. Me adelante aún más, mientras me acercaba al chófer.

- Disculpé. -Llame, mientras ponía mi rostro más amable. -¿Puedo yo, y mi ... Amiga, subir al carruaje?-Pedí, viendo el rostro del hombre, que me miraba de forma intensa.

Aunque me dolió llamar a Mizu como una amiga, simplemente no podía decirlo de otra forma, no es porque no quisiera, si no porque no eramos nada. Incluso si fuéramos algo como tanto anhelaba, si hablará de eso en público ambas seríamos ejecutadas por heregia.

- Si, por supuesto, ¿Cómo negarle el paso a tan bella dama como usted? -Pronuncio el chófer, sonriente. Ví como al señor le faltaban algunos dientes, y tenía un olor particular. Suspiré resignada ante lo que dijo. -Pase usted y su amiga, que hoy, me siento generoso y no le cobraré nada por ver su rostro.

Simplemente asentí a lo que dijo aquel hombre que podría ser mi padre, tomé de la mano a Mizu, ayudándola a subir cuando yo ya estaba arriba. Me sorprendió el hecho de que el hombre la siguiera llamando "amiga" incluso cuando la vió con vestuario de hombre, pero no dije nada, me ahorraba un problema.

- ... Así que ... Se siente generoso ¿No...? -Pronuncio la ojiazul, con el rostro de incomodidad que nunca había visto en ella mucho antes.

Me subí de hombros como respuesta. -Eso dice el.

Mizu me miró, y volteo el rostro rápidamente a la pequeña ventana del carruaje. -Oh. -Simplemente pronunció, mientras que el ambiente era ligeramente incómodo para mí, pero supuse que para ella lo era más.

Me acomodé en el asiento, duro ya que estaba hecho de cuero. Pegue mi rostro a la ventana, mientras cerraba mis ojos por un momento, permitiendome tener un momento de paz en medio del lío de mis emociones.

[•••]

-Elizabeth.

-... Elizabeth...

-¡Elizabeth! -Escuché como alguien me sacudía y me llamaba, me desperté alarmada.

-¡¿S-Si?! ¡¿Que sucede?! -Pregunte, mientras sacaba uno de mis cabellos de mi boca. Mire a Mizu, la que había producido esos llamados.

-... Hemos llegado. -Dijo, con el rostro serio.

Finalmente habíamos llegado, y no sabia que hacer... Bueno, yo solo la apoyaría, no estaba aquí simplemente porque quisiera, estaba aquí por ella.

Miré hacia la ventana, veía edificios altos, niños vendiendo periódicos y adultos comprándolos, mujeres comentando mientras bebían el té en cafeterías bien decoradas ... Si, era Londres, tenía su toque refinado, y el olor a postres y a té me llegó incluso aquí, a mis fosas nasales.

Seguí a Mizu hacia fuera del carruaje, despide al chófer y camine junto a ella, viendo Londres. No había cambiado tanto, era casi el mismo Londres que conocía, aspiré y exhale varias veces, mientras me mentalizaba que tendría que ver a mi madre.

Ver a esa mujer me producía furia, y pensar que podría seguir casada con ... Ese pedazo de mierda me hace querer matarlos. Si simplemente tuviera valentía ...

- Oye. -Mizu me llamo, haciendo que la mirase.

-¿Que sucede?-Respondí, mirándola con curiosidad.

-Tenia una mala expresión de nuevo. -Dijo, caminando delante de mi está vez. -... Solo eso. -Murmuro al final.

Bostece mientras caminaba, y mire a un niño que me ofrecía periódicos, pero simplemente lo ignore. No era mi problema que unas personas fueran pobres o no.

- ... No te comprendo. -Murmuro Mizu, haciendo que la mirase de nuevo. -Realmente intento comprenderte, y así podría comprenderme a mi. Haz hecho que ... Me vuelva rara.

Alce una ceja cuando la escuché. -¿Rara? Te veo bien. -Respondí, sonriendo levemente. -No, en serio, no se a qué te refieres.

La mire de forma sería, mientras trataba de que se explicará. Escuché como Mizu suspiro, mientras miraba el suelo.

- Me siento rara a tu lado.

... ¿Que significaba eso ...? Abrí mis ojos al escucharla. Oh, ese sentimiento... Como una brisa cálida, refrescante. Si, era ese sentimiento. Definitivamente la amaba.