"El Invierno En Japón" | Mizu | Blue Eye Samurai | Mizu X Personaje.| FemxFem

30

Seguimos caminando, mientras nos acercamos más y más hacia el destino que mi corazón evitó desde hace mucho tiempo.

Los ojos de Mizu me miraban de vez en cuando.

— ¿No dirás nada?

La ví y suspiré. —¿Decirte qué? —Pregunte.

Ella rodó sus hermosos ojos y bufó. —Te dije que me sentía rara a tu lado, así que pensé que tendrías una respuesta. Mayormente la tienes. —Dijo ella y pare de caminar.

Una sonrisa tonta inundó mis labios, y la mire mientras curveaban mis ojos. —Yo ya sé cómo te sientes, solo falta que tú lo descubras. —Hable de forma enigmática, y tarareó al ver su confusión.

Seguí con mi caminata hasta la casa que me vio crecer, aquella pequeña mansión. Daba grandes pasos, adelantando mi camino.

—¿Ah? ¡Oye, vuelve aquí! —Escuche gritar a Mizu, y me voltee y le di una gran sonrisa.

— No lo haré ~ —Conteste juguetonamente, mientras reía y comenzaba a caminar más rápido.

Por un momento, olvide todo lo que había sufrido en aquel lugar, aquellas paredes... Y lo olvide todo gracias a Mizu, que de forma peculiar, siempre me sacaba una gran sonrisa.

[ ... ]

Ví a la ama de llaves, el rostro de la mujer de mediana era uno de incredulidad. Es más, estaba congelada, viéndonos con la boca abierta.

—... Está mujer no responde. —Murmura Mizu cerca a mi, y pasa su mano en frente de la mujer, buscando alguna reacción.

Suspiré. —Dejala, desde hace un tiempo que no vengo aquí. —Dije tranquila, mirando a Mizu y la mujer comenzaba a balbucear

— S-Se...

—¿Ah? —Mis ojos fueron hacia la ama de llaves.

— Se-Seño... R-rita.. —Balbuceaba, y suspiré nuevamente, mirando a la ama de llaves.

— Ah, hola Emilia. —Solte de forma despreocupada, me acerque un poco más hacia la ama de llaves, que sostenía con fuerza el marco de la puerta de esta pequeña mansión, cómo si estuviera a punto de morir de un paro cardíaco por la sorpresa. —¿Nos dejas pasar?

Mizu me miró de reojo y suspiro. —... ¿Realmente aquí vivías? Vaya... —Solto, mirando la pequeña mansión que había entre esta zona urbanizada, era una mansión de tres pisos, era larga y ancha, en realidad, para las personas... Normales era cómo una gran casa, para los nobles y comerciantes, una pequeña mansión humilde.

Emilia paso sus ojos cafés por Mizu, luego por mi, y finalmente por nuestras ropas. —¡Oh, dios mío...! —Solto dramáticamente, y supe que se desmayaría.

Dí un paso adelante rápidamente y la sostuve, cuando ella estuvo a punto de estrellar su rostro contra el suelo. — Emilia... No es correcto hacer un espectáculo ahora mismo ¿No crees?, hay una invitada importante. —Dije, sosteniendo a la mujer.

Escuché cómo Emilia trataba de regularizar su respiración y sostenerse, y me miró. —... Lo siento, señorita, es solo...

Subí una ceja y sonreí. —Nada de nada. Primero, dejame pasar ¿No ves que tenemos a alguien especial esperando?

Mis ojos verdosos fueron hacia Mizu, quien entrecerraba aquellos ojos que tenía. Aún así, ví que ella se quedó callada.

Emilia trago saliva dificultosamente y miro hacia Mizu. — ¿Es de ...-

La interrumpí. —Si, lo es. Pero no del país del que piensas.

Emilia abrió sus labios en comprensión, pero aún veía la duda en ella. —Entoces, las dejo pasar, señorita...

La ama de llaves se hizo a un lado y mire hacia Mizu, que ya estaba caminando hacia dentro. Suspiré divertida y la seguí, en general...

Está casa no había cambiado nada, y apreté la mandíbula con los repentinos recuerdos que vinieron a mi mente.

Apreté los puños tratando de no divagar en mis pensamientos y seguí a Emilia, al igual que Mizu.

— Le prepararé algo inmediatamente, señorita. —Dijo Emilia, dirigiendonos hacia el comedor.

Mizu me miró de reojo y suspiro. —... ¿Que es lo que está diciendo? —Pregunto, y parpadee por unos segundos.

Ah, era cierto, desde que estaba hablando con Emilia, simplemente hablé en ingles cómo si nada... Mizu seguramente no entendía nada, aunque sabia que pudo intuir algunas palabras, era una chica inteligente.

Sonreí levemente y me acerque a Mizu, susurrando a su lado. —Nos dará de comer. —Respondi, hablando su idioma que alguna vez me costó entender.

Mizu asintió y simplemente suspiro, aún siguiendo a Emilia.

Cuando llegamos, atravesando una puerta, ví una gran mesa y un candelabro encima.

—Entoces, señorita... Espéreme aquí, traeré su platillo favorito. —Dijo Emilia, y luego miró hacia Mizu. —... ¿Y para usted...? —Pregunto en ingles, y yo intervine rápidamente.

— Prepara lo mismo para ella. —Dije, sonriendo hacia Emilia. La ama de llaves asintió y finalmente se fué.

—... ¿Me estaba preguntando por la comida? —Pregunto Mizu, mirándome mientras se sentaba al lado de mi.

Suspiré y sonreí. Apoye mi codo en la mesa y luego apoye mi mejilla en mi mano —Incluso si no sabes lo que está diciendo, lo intuiste muy bien. —Dije con una sonrisa. —Como siempre, eres tan inteligente y lin...-

—Callate.

Solté una risita cuando ella me interrumpió, y negué con la cabeza divertida, mis cabello rubio, levemente sucio, se movió. —Esta bien, está bien, lo siento. —Dije, aún sonriendo hacia ella.

Mizu entrecerro sus ojos azules y miro hacia otra parte.

Hasta entonces, hasta que llegara nuestra comida... Definitivamente tendremos una charla divertida.