Clarke salió del baño con determinación, envuelta en una toalla que apenas podía contener el frío que sentía en su interior. Los pensamientos y las emociones se arremolinaban en su mente, cada paso hacia la sala era un desafío. Sabía que tenía que enfrentarse a Lexa y a la verdad de lo que había entre ellas, pero también sabía que esa confrontación podría traer más dolor que alivio.
Lexa estaba en la sala, mirando por la ventana, perdida en sus pensamientos. La ciudad de Nueva York se extendía ante ella, un paisaje de luces y sombras que reflejaba el estado de su propio corazón. Clarke se detuvo en la entrada de la sala, tomando un momento para observar a Lexa, su figura delineada por la luz de la ciudad. Había tanto amor y dolor entre ellas, una mezcla que ahora parecía inextricable.
- Lexa - llamó Clarke suavemente, su voz cargada de una mezcla de vulnerabilidad y firmeza.
Lexa se volvió lentamente, sus ojos reflejando una tormenta interna de emociones. Clarke dio un paso hacia adelante, sintiendo la tensión palpable en el aire.
- Tenemos que hablar - dijo Clarke, intentando mantener su voz firme.
Lexa asintió, aunque la rigidez en sus hombros traicionaba la calma aparente. Se sentaron en el sofá, cada una en un extremo, el espacio entre ellas lleno de silencios incómodos y recuerdos no resueltos.
- No sé cómo empezar esto - admitió Clarke, jugueteando nerviosamente con el borde de su toalla.
Lexa suspiró, sus ojos evitando los de Clarke - Tal vez debería empezar yo. Clarke, esto... todo esto - Lexa hizo un gesto vago que abarcaba tanto la habitación como su relación - No puede ser lo que tú piensas. No después de lo que pasó
Clarke sintió un nudo formarse en su garganta, pero se obligó a hablar - ¿Qué es lo que piensas que esto es, Lexa?
Lexa la miró, su expresión endureciéndose - Para mí, esto era... es... solo pasar el tiempo. No estaba buscando nada serio
Las palabras golpearon a Clarke con la fuerza de un puñetazo, su rostro palideció y sintió cómo una oleada de dolor la atravesaba - ¿Solo pasar el tiempo? - repitió en un susurro, sus ojos llenándose de lágrimas - ¿Eso es lo que esto significa para ti?
- Sí - respondió Lexa con dureza, aunque sus ojos traicionaban un rastro de dolor - No puedo permitirme más que eso, Clarke. No después de lo que hiciste. No después de lo que pasó. No puedo arriesgarme a sufrir otra vez
Clarke se levantó del sofá, incapaz de contener su dolor y frustración - ¡No puedes decir eso y esperar que me quede aquí, Lexa! ¡Para mí, nunca fue un juego! ¡Nunca fue solo sexo!
Lexa también se levantó, su voz elevándose en respuesta - ¿Y qué esperabas, Clarke? ¿Que simplemente olvidara todo lo que pasó? ¿Que borrara el dolor y la traición como si nada?
- ¡No! - gritó Clarke, sus ojos llenos de lágrimas y de una furia desesperada - Pero esperaba que pudiéramos hablarlo, resolverlo juntas. Esperaba que me dieras una oportunidad de demostrarte que he cambiado, que todavía te amo
Lexa apartó la mirada, sus puños cerrándose con frustración - No puedo, Clarke. No puedo volver a confiar en ti. Cada vez que te miro, recuerdo esa noche, recuerdo a Roan, y no puedo soportarlo
Clarke sintió cómo su corazón se rompía un poco más con cada palabra. Se tomó un momento para calmarse antes de hablar de nuevo, su voz ahora más baja pero aún cargada de emoción - Lexa, si solo querías sexo, si esto era solo una manera de pasar el tiempo, ¿por qué me buscaste? ¿Por qué me hiciste creer que había una posibilidad para nosotras?
Lexa cerró los ojos, su rostro mostrando el conflicto interno - Porque... porque aún te amo, Clarke. Pero ese amor está manchado por el dolor y la desconfianza. Y no sé cómo superar eso
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Solamente tu
FanfictionAquella playa soleada estaba llena de secretos y deseos... La supermodelo Clarke Griffin necesitaba escapar de todo, así que se marchó de incógnito a la Rivera Maya en busca de paz. Pero la paz era algo inalcanzable si Alexandra Woods estaba cerca...