Sentada frente a Lexa en la mesa de la cocina y tratando de ocultar el impacto del descarado deseo que veía en los ojos de la otra mujer fue una de las cosas más difíciles que Clarke había tenido que hacer en su vida. Ceder ante lo que Lexa quería, que era también lo que ella deseaba, parecía tentador. Sin embargo, más allá de satisfacer la necesidad sexual compartida, ¿qué lograrían?
Sabía que Lexa podría encontrar eso en cualquier parte. Después de todo, ¿quién podría resistirse a mirarla sin imaginar cómo sería estar con ella? Lexa era una fantasía hecha realidad. Aunque estar con Lexa era un sueño recurrente para Clarke desde hacia tiempo, no estaba dispuesta a trivializar esa fantasía con encuentros fugaces en la cama para luego verla alejarse. Ansiaba algo más profundo.
- ¿Puedo preguntarte por qué elegiste ese vestido hoy? –inquirió Lexa, sorprendiendo a Clarke con la pregunta.
El vestido no era típico de Clarke. Por lo general, se inclinaba hacia prendas más discretas y menos provocativas desde hacia ya tiempo. Pero su amiga Raven la había convencido de que el vestido era perfecto para una cita especial. Supuso que decidir salir con Lexa al día siguiente para que ella la llevara a casa constituía una cita especial. Después de ver la manera en que Lexa la miraba, como si quisiera despojarla de toda su ropa, Clarke lamentó no haber sido más sensata.
- Sabía que iba a hacer calor hoy, así que opté por esto - respondió encogiéndose de hombros.
- Bueno, felicidades por tu elección. Resalta tu figura a la perfección - comentó Lexa, mirándola intensamente.
- Lexa...
- ¿Sí, Clarke?
- Creo que debemos cambiar de tema y hablar sobre lo que te preocupa. ¿Te parece bien?
La desaprobación en el rostro de Lexa no difería mucho de la expresión de un niño al que le niegan un premio. En otras circunstancias, Clarke podría haber encontrado graciosa la situación, pero ya estaba familiarizada con las tácticas de Lexa. Además, la ansiedad que la rodeaba estaba erosionando su interior.
- Sé que piensas que estoy insistiendo demasiado, pero estoy preocupada. Si no compartes conmigo lo que te preocupa, ¿con quién lo harás?
Lexa llevó la taza de café a sus labios, dio un sorbo y la colocó nuevamente sobre la mesa.
- Entonces, ¿quieres escuchar la desgraciada historia de mi infortunada familia?
Clarke notó el dolor en su voz, el mismo dolor que Lexa desesperadamente intentaba ocultar. Su corazón se llenó de dolor y temor ante lo que Lexa podría revelar. Asintió de todos modos.
- Muy bien - dijo Lexa bajando la mirada - Mi padre me dejó una carta en la que se revelaban cosas que yo desconocía.
Después de esa afirmación, ambas quedaron en silencio por unos segundos.
- Me acuerdo que cuando nos conocimos me dijiste que te habías alejado de tu padre y tu hermana cuando eras joven - preguntó Clarke finalmente.
- Si, así...
- No lo entiendo...
- Ni yo lo entiendo - susurró Lexa con amargura, mirando fijamente a Clarke, presa de la tristeza
- Lexa...
- En esa carta decía que me parecía mucho a mi madre, por ese motivo el empezó a despreciarme y ser tan cruel conmigo. En el fondo sabia que era así por ella pero nunca quise creerlo. Ademas quiere que me quede con el castillo, para formar una familia... - dice con una sonrisa sarcástica - como si me interesara quedarme en este lugar que solo me ha creado problemas - suelta un suspiro - Se que esto es una tontería y que estoy haciendo un drama por nada.
ESTÁS LEYENDO
Solamente tu
FanficAquella playa soleada estaba llena de secretos y deseos... La supermodelo Clarke Griffin necesitaba escapar de todo, así que se marchó de incógnito a la Rivera Maya en busca de paz. Pero la paz era algo inalcanzable si Alexandra Woods estaba cerca...