Capítulo 22

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(Arte de @hakjki92 en twitter)


Me desperté sintiéndome rara, aunque no debido al lugar en el que estaba. De hecho, me encontraba acurrucada en el confort del cuello de Kakashi, protegida por sus brazos que me envolvían. Me sentía rara al recordar sus labios en los míos. Era un "raro" bueno, por supuesto. Un sentimiento eléctrico que me recorría el pecho y la piel, haciendo que me cuestionase sobre si lo que pasó anoche había pasado realmente, o si todo había sido producto de uno de los mejores sueños que jamás habría tenido.

Poco a poco me levanté, intentando no despertarlo, y me quedé mirándolo. Entonces me di cuenta al ver su rostro descubierto de que esto era, sorprendentemente, la realidad. Ahora, con la luz matutina, podía verle la cara con más claridad, quedándome todavía más embelesada. Inconscientemente, acerqué mi mano hasta su mejilla y sentí su piel todavía más porcelana que anteriormente. Excepto por la cicatriz larga que la recorría el ojo y que le daba a su apariencia adorable y hermosa un toque duro.  No me podía resistir a tocarlo, de la misma manera que uno a veces no puede resistirse a tocar una obra de arte en un museo. Mientras pasaba mi pulgar suavemente sobre su piel él sonrió con ternura, provocando que mi corazón se deshiciese al instante al poder ver su sonrisa totalmente descubierta y sus ojos cerrados con su pelo plateado esparcido despreocupadamente sobre la almohada

Poco después, abrió los ojos y me miró con con los párpados entrecerrados. Incluso más de lo que normalmente lo estaban. Eso, añadido a su sonrisa tranquila hizo que obviamente me sonrojara. Sobre todo cuando su mano alcanzó mi espalda y empezó a devolverme las caricias.

—Pensaba que era un sueño —dije con sinceridad, lo que hizo que su sonrisa se volviera menos sutil.

Se acercó levemente para besar mis labios momentáneamente.

—La verdad es que se siente como uno —contestó sobre mis labios antes de volver a tumbarse —Pero no lo es, así que volvamos a dormir —añadió, tirándome con él.

Y así lo hicimos. Después de quedar atrapada bajo el cálido cuerpo de Kakashi, con su respiración que hacía ligeras cosquillas en mi cuello, no pude evitar volverme a dormir. Y poco después él me siguió.


Debieron haber pasado un par de horas cuando me empecé a despertar, esta vez con una nueva y aún así increíble sensación. Noté suaves y largos besos por mi cuello. Los labios parecían estar dibujando un camino. De mi cuello, a la clavícula, dejando más besos en mi cuello de nuevo, solo para subir hasta la mandíbula... Y todo esto mientras notaba una pequeña sonrisa contra mi piel. Y, entre algunos de esos tiernos besos, Kakashi decidía o dejar sus labios sobre mi piel un rato más largo, o mirar mi cara adormecida. Lo cual hizo aparecer una sonrisa somnolienta en mi rostro al darme cuenta de lo que esa sensación era. Y cuánto más me despertaba, más besos me daba, todavía lentamente pero con una sonrisa.

—Buenos días. Otra vez —dije con una pequeña risa cuando sus labios se quedaron en algún lugar entre mi mandíbula y mi cuello, haciéndome unas cosquillas que le hicieron sonreír todavía más.

—Buenos días —me dijo de vuelta antes de mover sus labios a los míos y besarme demasiado apasionadamente para acabar de despertarse. Pero honestamente, no me iba a quejar, sobre todo porque le respondí al beso bastante rápido y con la misma intensidad.

—Deberíamos levantarnos —le dije con un pequeño suspiro cuando nos separamos a coger aire.

Sus iris oscuros me observaron desde arriba, con su cabello cayendo de manera distinta debido a la gravedad. Sí, gravedad, algo que normalmente no parecía afectarle cuando llevaba su protector en la frente por a saber qué razón. Prueba de que todo lo relacionado con Kakashi era increíble y misterioso.

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⏰ Última actualización: Jul 14 ⏰

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