Kakashi x Reader [Español]

Capítulo 8

Una vez más, (T/n) se encontraba caminando por las concurridas calles de Konoha mientras miraba a los tenderos vender todo tipo de alimentos brillantes junto con otras cosas. Era casi medio día, pero aún era por la mañana, por lo que había gente por todos lados. Algunos estaban comprando lo que sería su almuerzo, otros compraban regalos para sus enamorados, y otros simplemente estaban con sus amigos. Sin embargo, a (T/n) le bastaba con estar segura en las multitudes, o al menos con tener esa percepción. Incluso si en realidad era una falsa sensación, al menos le dejaba respirar algo más tranquila. 

Ya había pasado alrededor de una semana desde la fiesta de Asuma, y justo esta mañana (T/n) acababa de terminar una de las misiones que Tsunade le había ordenado hacer. Como el equipo 7 no estaba haciendo mucho por el momento, no necesitaban su ayuda, por lo que esta vez su trabajo había consistido en ayudar a Iruka con algunos de sus recados. Lo cual, desgraciadamente para ella, no era muy diferente de trabajar como sensei. Por suerte, por fin había terminado y ahora tenía tiempo para relajarse. Quizás se compraría otro libro, o se iría a comer algo de ramen, lo que fuera que le hiciera sentirse renovada. Pero lo que seguro que iba a hacer era pensar en una manera de detener a ese acosador que tenía. Últimamente las notas que le llegaban habían ido en aumento en forma de lo que ella pensaba que eran una especie de continuación de poemas. En las notas había escritas cosas como:

"No podía evitar quedarse embobado con el rostro de su amada, sin ser capaz de pensar en otra cosa que no fuera el amor verdadero y las almas gemelas. Lo hacía todas las noches hasta que llegaba a perder la noción del tiempo y el reloj de la alarma sonaba. Recordándole que tenía que irse. Después de eso, depositó la cabeza de su amada de vuelta en la nevera"

U otro tipo de notas que oscilaban entre declaraciones de amor y amenazas de muerte como:

"Estamos destinados a estar juntos. Por eso hago lo que hago, para protegerte"

"Cuanto más tratas de alejarte de mí, más me haces querer estar contigo, y más me haces enfadar"

"Puta"

"Te quiero"

Y muchas más de ese estilo. Lo diferente que eran las notas solo hacían pensar que (T/n) pensara que este acosador estaba ido de la olla, lo que en cierto modo solo la asustaba más.

Una vez, durante esa semana, le ocurrió algo que la hizo volverse más ansiosa y paranoica. Hasta ahora solo había estado alerta. (T/n) pensaba que si este acosador se acercara o le hiciera algo mientras estuviera durmiendo ella se daría cuenta. Pero no solo el acosador le había demostrado que se equivocaba al dejarle en su habitación fotografías que mostraban a una (T/n) durmiente, sino que también ocurrió algo realmente aterrador. (T/n) había decidido darse una ducha después de comer, de esas tan calientes que llenan todo el baño de vapor. Cuando acabó cogió una toalla, se la enrolló y salió del lavabo hacia su habitación, deteniéndose en el armario para coger su ropa interior. No le tomó ni dos minutos, y sin embargo, para cuando volvió a entrar en el lavabo toda la ropa que cargaba se cayó al suelo al ver el espejo lleno de vaho. Allí, justo en una esquina, había una espeluznante cara sonriente recién dibujada. Empezó a tener un leve ataque de pánico mientras miraba a su alrededor e intentaba pensar en el momento en que él había entrado, y cómo era posible que no se hubiera percatado de que él estaba con ella mientras se estaba duchando. 

En general, todas estas situaciones con su acosador estaban haciendo que (T/n) tuviera muchísimas menos horas de sueño, además de que empezase a dudar de sus habilidades como ninja. Era por eso por lo que durante esa mañana (T/n) quería tratar de pensar en una manera con la que ponerle fin a todo esto de una vez por todas. Sin embargo, cualquier posible plan que estuviera desarrollando se esfumó en su cabeza en el instante en que un jonin se le plantó en frente de la nada.