Kakashi x Reader [Español]

Capítulo 16

PDV de (T/n):

Intenté alargar la vuelta a casa lo máximo posible, estando con Genma tanto como pude y, después, cuando estuve sola, dando paseos por sitios públicos. Pero llegada la noche, hubo un momento en el que ya no pude prolongarlo más. Por suerte, y sorprendentemente, cuando volví a casa estaba tan vacía como la había dejado durante el día cuando lo revisé todo. La puerta todavía estaba abierta y había muchas cosas usadas, además de un montón de notas y cartas que el acosador debía haber dejado. Pero tras revisarlo todo dos veces, me aseguré de que realmente estaba sola. Lo cerré todo lo mejor que pude, a sabiendas de que no serviría de mucho y, después, decidí que quizás una ducha me ayudaría a deshacerme de la horrible sensación que llevaba sintiendo toda la tarde. No hace falta decir que me duché sin cerrar los ojos ni por un segundo, pues aún recordaba esa vez en la que el acosador parecía haber estado en el baño mientras me duchaba.

Cuando terminé de la ducha, me puse el pijama y caminé hasta mi habitación mientras me secaba el pelo con la toalla. 

— Dudo que vaya a dormirme pronto —pensé, sintiéndome de todo menos cansada. Fue entonces cuando recordé las cartas y notas que el acosador había dejado en la mesa de centro del salón. Decidí echarles un vistazo, tiré la toalla sobre mi cama y me dirigí a la puerta.

La abrí y me acerqué despreocupadamente hacia el sofá y la mesa de centro, pasando unos mechones de mi pelo (c/p) detrás de la oreja. Sin embargo, me detuve en seco cuando me di cuenta de que en mi sofá había alguien sentado. No solo había alguien allí, sino que además estaba emitiendo unos sonidos realmente extraños. Me acerqué lenta y silenciosamente, kunai en mano, y curiosa por ver su rostro y por saber qué eran esos sonidos extraños. Desgraciadamente, el arma se me cayó cuando se me escapó un grito silencioso al darme cuenta de qué eran esos sonidos.

El acosador, que tenía la cara cubierta con un pasamontañas negro pero los pantalones desabrochados y medio bajados, se dio la vuelta al oír mi grito ahogado. Mis ojos se abrieron cuando me di cuenta de que me había descubierto, y también porque vi mi ropa que estaba sosteniendo mientras se venía sobre mis muebles.

Antes de poder si quiera pensar, o incluso darme cuenta de que me había quedado sin arma, el acosador desapareció de mi vista. Y tan pronto como desapareció, sentí que me agarraban de la garganta por detrás, empujándome sobre el sofá y haciéndonos caer al suelo. Se sentó a horcajadas sobre mi, apoyando su peso sobre mi garganta y dificultándome la respiración.

Moví rápidamente mis manos a las suyas, alrededor de mi cuello, tratando de alejarlas, pero cuando vi que era inútil, opté por moverlas a su propio cuello. Sin embargo, debido a la falta de aire, cada vez me quedaba menos energía y, por lo tanto, chakra, lo que significaba que apenas podía ejercer fuerza sobre él.

Traté de patearlo con mis piernas, pero apretaba mi cuello tanto que sentía mi cabeza a punto de explotar. No podía hacer nada más que forcejear debajo de él, tratando de llegar al kunai que había caído demasiado lejos de mí mientras él seguía tocándose sobre mí. "Así que esto es todo, así es como voy a acabar ¿Me despertaré después de esto? ¿Qué me hará? Qué patético" empecé a pensar cosas del estilo cuando sentí que mi pecho ardía y comenzaba a quedarme inconsciente.

Pero entonces, una enorme bocanada de oxígeno llenó mis pulmones, haciendo que me ahogara desesperadamente. Abrí mis ojos aturdida y vi dos figuras borrosas peleándose en mi sala de estar. Traté de sentarme y me percaté de que la puerta de mi casa ahora estaba rota en el suelo. Entonces una figura huyó del lugar mientras la otra, el hombre de cabello plateado, parecía duplicarse. Una de las cabezas plateadas se fue tras mi acosador y atacante, mientras que la otra se acercó rápidamente a mí, volviéndose menos borrosa y dejándome verle un poco mejor.