~° Capitulo 16 °~

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Los padres siempre son los que más daño nos hacen, aunque no se den cuenta, sufrimos más por sus ignorancias que por otros.

Sangre....

Mucha sangre...

Por todas partes, incluso en mi ropa...

¿Acaso es mi sangre? ¿Es de alguien más?

Miro en todas direcciones y todo está lleno de sangre. El color rojizo y el olor metálico invaden, pero aunque el olor es demasiado fuerte y asqueroso, no me da asco.

No siento ganas de vomitar.

Me siento acostumbrado a este olor, pero, ¿Por qué?

Ya soy normal, esto debería de darme asco. Tengo que olvidar mi pasado, dejarlo atras. Sin embargo me siento tan acostumbrado a estar rodeado de sangre, al olor...que me da hambre.

Comienzo a caminar, aunque no se ve muy bien donde estoy ni hacia donde camino. Estoy seguro de que es una casa. Sigo caminando hasta bajar unas escaleras, y al llegar a lo que parece una sala, choco contra algo que estaba en el suelo.

Algo que me deja paralizado de golpe. Siento que se me va el aire, los ojos se me abren de par en par, tiemblo y suelto un chillido por lo que está justo enfrente de mi.

Un cuerpo.

Un cuerpo lleno de sangre.

Una persona muerta.

Esta boca abajo, así que no puedo ver su rostro, pero estoy seguro de quién es, si que lo estoy. La ropa que lleva puesta, ese cabello ondulado de un color negro intenso, esa piel que, aunque ahora está cubierta de sangre, sigue teniendo esa palides.

Con miedo, temblando y apunto de desmayo, lo volteo para que quede boca arriba y pueda confirmar si es él. Y si, és el.

Muerto.

Lleno de sangre.

Y sobre todo, tiene una nota pegada en su frente. La despego y leo lo que dice.

Si en este punto ya estaba a punto de desmayarme ahora estoy al borde de un infarto. Por qué es su letra, está escrito con su sangre y su letra.

"Siempre dicen que al momento de matar a alguien, tienes que rematarlo, confirmar que en verdad esté muerto"

La piel se me eriza, y comenzó a temblar, al mismo tiempo que la respiración se me va. Cada palabra de la nota resuena en mi mente, y el pánico se apodera de mí.

Miro alrededor frenéticamente, esperando ver a alguien, cualquier movimiento que me indique que no estoy solo en este horrible lugar. Pero todo está en silencio, un silencio sepulcral que solo aumenta mi terror.

Siento como mis piernas quieren fallar, la respiración cada vez me falta más. No se si estoy teniendo una crisis, por qué ni pastillas tengo.

¿Estoy soñando? ¿Por qué todo se siente tan real? Tan vivido, como si hubiera regresado al pasado a vivir de nuevo este horrible momento. Mis pensamientos son un torbellino de confusión y temor. Siento que las paredes se cierran sobre mi, y el peso de la situación me aplasta.

Entre Mentiras y SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora