Florence Blossom había ido esa mañana a la casa de los Bridgerton con intención de cortejar al Diamante de la temporada: Había dudado mucho si cortejarla o no; le daba vergüenza, sentía que no era suficiente para la Señorita. Su familia no era la más adinerada y él no tenía el título más alto. Y se sabía que los Bridgerton eran una de las mejores familias de la ciudad, y que los Bridgerton no merecían andar con chiquitajes. Por más que ellos buscarán el amor como sus padres, socialmente estaba un poco la presión de que no debían estar con cualquiera, y que no cualquiera podía estar con ellos: Era una suerte para todos, sin importar el nivel socioeconómico, casarse con un o una Bridgerton.
Eran gemas difíciles de conseguir.La Señorita Bridgerton por supuesto que aceptó ser cortejada por el Lord Blossom: La había puesto feliz verlo entrar a su hogar y pedir cortejarla, pensaba que no lo haría...
Así que ahí estaban; recorriendo juntos la feria de antigüedades que se había puesto hoy. Gracias a su hermano Ramiero estaba allí con la Señorita Magnolia, ya que él lo había animado a cortejarla de una vez por todas.
Había muchísima gente en la feria; y claro, ¿cómo no iba a haberla si eran antigüedades de la Realeza Inglesa? Sabían también, que estando en ese lugar con tantas personas, seguramente Lady Whistledown escribiría sobre ellos y que Florence la había comenzado a cortejar.
Como estaban expuestos objetos de la Monarquía, estaban allí también Guardias Reales, custodiando y cuidando las cosas.De repente sintió como alguien le tocaba el hombro rápidamente y con algo de brusquedad. Cuando se dió vuelta para ver quién era, vió parada detrás de ella a Celina Scheffield con cara enojada.
–¿No te había dicho que te alejes de mi hermano? ¡Encima, lo dejaste hablando solo en el baile! Todo para irte con otro. Ves que sí sos una cualquiera. ¡Yo tenía razón!–decía muy alterada la rubia de pelo corto, llamando la atención de algunas personas que estaban allí.
–A ver, a ver, ¿qué está pasando acá?–dijo el Lord Blossom acercándose al oír la voz chillona y elevada de la otra Señorita.
Magnolia le puso una mano en el pecho deteniéndolo y se acercó ella a Celina, hablándole con voz baja para que nadie, incluido el Lord, escuchara.
–Ese "otro" no era cualquier Lord–sonrió burlona.–, era ni más ni menos que el Duque Holt. Ese que tanto te gusta pero no te mira...me lo dijo tú hermano. Y también me dijo que rechazara al Lord Holt si no me interesaba, así se podía fijar en vos...al parecer yo lo tengo distraído de las demás Señoritas. ¿No será que está enojada y celosa porque le gusto al Lord Benjamin y usted no?
Celina abrió la boca ofendida y comenzó a hacer un escándalo. Así que dos hombre de la Guardia Real la sacaron mientras ella pataleaba y gritaba.
–¡Ni se te ocurra casarte con mí hermano! ¡Te haré la vida imposible sino!–fue lo último que gritó mientras se la llevaban.
Lord Blossom la miró y arrugó su entreceja.
–¿Qué le pasa a esa chica?–le preguntó a Magnolia.
–No sé, está loca. Claramente tiene algo personal contra mí y no sé por qué, no le hice nada. ¡Ni siquiera la conozco!
Había sido muy cruel con Celina, sí. Lo sabía. Ella no era así, pero realmente esa chica la había hartado: No era la primera vez que la atacaba, ¡y sin razón! Magnolia jamás había hablado con ella ni hecho nada; sólo la atacaba por celos absurdos de hermana menor y la injuriaba. Lo que había hecho era sólo defenderse, cosa que no hizo antes.
Dando golpes muy duros y rebajándose a su nivel, pero debía tomar un poco de su propia medicina por atacar a una inocente.
Florence y Magnolia decidieron alejarse un poco de la feria, para tomar aire de lo ocurrido y estar más tranquilos.
–Dígame, Señorita Magnolia: ¿Usted se quiere casar de verdad o sólo lo hace por presión e imposición social y familiar?–le preguntó Blossom, sin querer seguir hablando de lo recientemente acontecido.
–Sí me quiero casar.–respondió sin mirarlo.–Pero no está en el puesto uno de mí lista de prioridades a diferencia de otras Señoritas; sí quiero hacerlo, claro. Pero no tengo problema si no se me da en esta temporada, no me molesta si tiene que ser en las próximas. Quiero casarme por amor, Lord Florence. Como mí mamá y mí papá, pero es complicado: Todo es interés económico, material y social. Pocos se enamoran.–dijo sincera.–Y yo no me quiero casar con un hombre del que no esté enamorada ni él de mí.
–Me parece muy sensata, Señorita Magnolia. Pienso igual, también quiero que haya amor en mí matrimonio. Me parece tan triste y vacío casarse sin estar enamorados.
Magnolia lo miró con brillo en sus ojos.–Totalmente de acuerdo. Es tan horroroso estar condenado a estar con alguien que no querés...muchas mamás y mujeres en general están en esa situación, y es horrible. ¡Y muchas igualmente obligan a sus hijas a casarse con tipos que no quieren y que a veces ellas ni conocen!
–Así es.–dijo asintiendo.
–¿Quiere tener hijos, Lord Blossom?–dejó de lado el tema del matrimonio, que un poco la angustiaba.
–La verdad no me gustan tanto los niños, pero supongo que tendré al menos uno por la descendencia y la presión que ejercerán sobre mí si no lo hago. ¿Usted, quiere?
–Sí.–asintió apretando los labios en una fina línea.–No quiero tener muchos como mí madre, pero sí. Aún no tengo claro el número...
Lord Blossom dijo: "ah..." después de su respuesta.
Le gustaba que el Lord fuera transparente, pero ahora se estaba encontrando con que era demasiado sincero...–¿Quiere una boda grande y lujosa?–le preguntó con curiosidad el Lord.
–Me da un poco igual eso; no me molesta si es una celebración más bien chica y modesta, o una muy grande y ostentosa.
–Usted es bastante sencilla para ser de una de las familias más prestigiosas y prodigiosas de todo Londres.–dijo con una linda sonrisa.
Ambos rieron y se quedaron mirándose: Sus ojos se conectaron y la tensión subió latente. Se comenzaron a acercar con lentitud, para unirse en un beso.
–No se pueden besar si no están juntos.
Alguien habló interrumpiendo el momento, y se separaron rápidamente. Cuando Magnolia giró su cabeza para ver quién era, abrió sus ojos y su boca sorprendida y enojada.
–¡Benjamin!
Este sonrió pequeño.
–¡¿Esto es una broma?! ¡¿Cómo siempre me arruinás e interrumpís todo?! ¡¿Qué te pasa?!–decía mientras se iba acercando al chico, enojadísima.
Empezó a discutir con él, bueno, a gritar mientras él le respondía muy calmadamente, como burlándose. Lo que alteraba más a la Señorita Bridgerton.
Florence sólo estaba ahí mirando, sin saber qué hacer y sin entender qué tipo de vínculo tenían aquellos dos.
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Sus labios se chocaban; se mordían y se saboreaban.
Las manos acariciaban y apretaban.
Tiró la cabeza hacia atrás, entreabriendo la boca, mientras la otra recorría su cuello y su cuerpo humedeciéndolo, desnudo. Reposando en las piernas también desnudas del Duque.Abrió sus ojos grises de golpe y se sentó en su cama: Tenía la respiración acelerada y cierta parte inferior de su cuerpo sintiendo cosas poco puritanas.
Apretó las piernas entre ellas.
–Mierda.–murmuró Magnolia, pasándose las manos por la cara.
GRACIAS POR EL 1K DE LECTURAS!💖💖💞esta historia está creciendo súper rápido, cada día me sorprendo más🥰me alegra mucho que les esté gustando🫶🏻
No estoy teniendo muchas ganas de escribir, me está costando, pero trato de hacer un esfuerzo. Por eso no estoy subiendo caps tan seguido como antes.
♡
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Sublime Magnolia 🌸👑 BRIDGERTON
Romance¿Pensaste que los hermanos Bridgerton eran ocho? Te equivocaste. Es hora de presentar por fin en sociedad a la antepenúltima de los Bridgerton: La intriga y la emoción de la gente al pronto conocerla se escucha y se ve por todas las calles y casas d...