—Oye amor— decía el mensaje de yilberth, el cual apenas abrí, él eliminó.
—¿Me dijiste amor?— pregunté.
—Lo siento, era un mensaje que le iba a mandar a mi novia, pero tu chat estaba pegado al de ella y no me di cuenta que te lo envié a ti— respondió.
—Está bien, entiendo— respondí.Y lo entendía perfectamente, en ocasiones a mí me había pasado lo mismo, pretendía mandarle un mensaje a una persona y terminaba mandándoselo a otra, por el simple hecho de que los chats estaban pegados, era algo que a cualquiera le pasaría.
Mis pláticas con Yilberth aumentaron, hablábamos día, tarde y noche, las pláticas normales se convirtieron en tardes de chismes y noches de risas, él era igual de intenso que yo, le gustaba tanto la atención como a mí, así que hablar y escribir cada segundo del día no era un problema para nosotros, al contrario era algo que nos fascinaba, Yilberth se estaba convirtiendo en un gran amigo, sabía cómo escuchar y aconsejar en cualquier circunstancia, aunque no solía contarle mis cosas personales simplemente era el amigo que sabía que estaría ahí.
—Mira amor—decía el mensaje de yilberth, el cual nuevamente apenas abrí, él eliminó.
—¿Me dijiste amor?— pregunté.
—Lo siento, me volví a equivocar, paso lo mismo que la primera vez, le iba a escribir a mi novia— respondió.¿Había vuelto a pasar?, ¿Dos veces se había equivocado?, yo entendía que eso era algo que solía pasar pero ¿cómo le pasa dos veces?, entiendo que por cosas rápidas te paso una vez, pero dos veces, ya no creo que sea coincidencia, es más ya no creo que sea equivocación. ¿él estaba diciendome amor?, ¿Si se había equivocado?, era la confusión que se repetía una y mil veces en mi cabeza, no quería confundir los sentimientos con Yilberth, en realidad no quería confundirlo a él, nunca me gustaba confundir a nadie, yo soy bisexual por mi, y no quiero que nadie más lo sea por mi culpa, si alguien va a definir tu sexualidad que no sea conmigo, eso puede terminar de la peor manera, siempre tuve claro que no iría por ahí confundiendo a la gente.
—La verdad es que no te entiendo, me parece raro que te equivoques dos veces— comenté.
—Lo siento, en verdad me equivoqué— respondió.
—Bueno está bien— respondí.
—¿Qué haces?— preguntó.
—Oye ¿te parece si nos ponemos un apodo?— comenté.
—Sí, sí quiero— dijo de forma emocionada. Para luego enviarme una lista que transitaba mucho por WhatsApp, sobre muchísimos apodos.
—Bueno ¿cuál quieres tú?, elije uno de esa lista— dije.
—La verdad no sé, ¿te parece el 113?— Respondió.
—¿El mejor?— dije refiriéndome al apodo que él había elegido.
—Sí— respondió.
—Entonces será ese, ¿Y un corazón quieres?— dije, refiriéndome a los emojis de corazón que hay en WhatsApp. Nuestra juventud, suele ponerse emojis de corazón, de cualquier color para simbolizar una amistad, un amor o una hermandad.
—Sí, pero ¿Cuál?— preguntó.
—¿Te parece este?— dije enviando el corazón entrelazado que hay en los emojis de WhatsApp.
—Sí, ese mismo— respondió.
—Sabes tengo una pregunta— comenté por chat.
—Dime— dijo Yilberth.
—¿Por qué me llamaste dos veces amor?, Y antes que lo vayas a decir, sé que dijiste que te habías equivocado, pero es que no me creo ese cuento, tal vez la primera vez si pudo haber sido una equivocación, pero ya dos veces no es casualidad— dije.
—Esta bien seré sincero, me llamas la atención— respondió.Había pasado sin duda lo que no quería que pasara, no quería confundirlo, no quería ser yo el causante de que se volviera una persona lgbt, traté de ser lo menos cursi y cariñoso posible para que no se confundiera, traté pero no lo había logrado, pues había llegado el momento que no quería que llegara, ese mensaje que rondaba por mi cabeza pero que trataba de que no pasara.
—¿Cómo que te llamó la atención?, ¿No se supone que tienes novia?— pregunté.
—Eh.... Eso era mentira, no tengo novia— respondió.
—Entonces ¿por qué lo dijiste?— pregunté.
—No lo sé, tú habías preguntado si tenía y simplemente en el momento salió a decir que sí, lo siento— respondió.
—¿Cuánto te llamo la atención?— pregunté.
—Del 1 al 10, un 10— respondió.
—Por Dios Yilberth, eso no es llamar la atención, ya eso sería gustar, llamar la atención sería hasta un 6 o un 7, pero un 10 ya es gustar— respondí.
—Bueno tal vez me gustas— respondió.¿Ahora le gusto?, se suponía que él era Hetero, pero entonces ahora le estaba gustando yo, no podía negar que Yilberth me trataba super lindo, era super atento y cariñoso conmigo, tal vez igual que yo, pero él no me gustaba, siempre lo vi como un amigo, y verlo diferente no estaba en mis planes.
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¿Amor o Ilusión? Parte 2
Teen Fiction¿Alguna vez te has enamorado de verdad? yo sí, me enamoré dos veces, de las personas que menos creí, uno dulce, tan dulce como el azúcar, el chico de sentimientos lindos. Otro un tanto amargo, pero de buenos sentimientos, el chico de suéter azul. Si...