CAPÍTULO 29 "EL VALLE DE LAS SOMBRAS"

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En el Valle de las Sombras, el tiempo es un río sin orillas. No hay días ni noches, solo una eternidad suspendida entre dos mundos. El valle de las sombras, siempre será el lugar al que todo el mundo le tiene miedo, un miedo porque tal vez este lugar signifique un lugar despiadado, un lugar frío, un lugar de muerte. Es el lugar donde van todas las almas que alguna vez sintieron amor, pero jamás estuvieron juntas. ¿Ahí estarán nuestras sombras?, ¿Amándose?, te amaré por la eternidad y espero que mi alma se encuentre junto a la tuya, ahí en ese lugar, en el valle de la sombras.

Este es el lugar al que van todos esos amores imposibles, esa parte del alma que muere por amar eternamente a alguien, un lugar donde tal vez ese amor si es posible, donde podemos amar de la forma que queremos, dónde podemos ser nosotros sin pensar en el que dirán, dónde todas las formas de amar son posibles, quiero imaginar que ese lugar o valle de las sombras como me gusta llamarlo, si existe, quiero pensar que ahí si estamos juntos, amándonos de la forma que siempre hemos querido, como dos locos apasionado que están destinados a estar juntos.  Aunque su nombre no suene lindo es ese lugar donde podemos amar sin que alguien nos lo impida, dónde tal vez seamos solo nosotros por siempre.

Aquí el tiempo se desvanece como el suspiro de un amante en la penumbra. Las almas que lo habitan son como hojas secas arrastradas por un viento despiadado. Allí, la niebla se enrosca alrededor de los recuerdos, y los susurros del pasado se entrelazan con el eco de los corazones rotos. En este lugar las sombras parecieran danzar, una danza silenciosa. Cada paso es un anhelo, cada giro es una promesa no cumplida. Este es el único lugar donde nuestras sombras se cruzan en los senderos invisibles del Valle. Se rozan, se entrelazan, y susurran palabras que solo el viento puede escuchar. “Te amaré por la eternidad”, dicen, y el eco resuena en las colinas de la melancolía.

En el Valle de las Sombras, las estaciones se desvanecen sin prisa. El invierno es eterno, pero no hace frío. El verano es un suspiro, pero no hay calor. En el silencio de la noche, cuando las estrellas titilan como faros lejanos, te recordaré, buscando respuestas en la penumbra de un amor que llevaré en lo profundo de mi ser. A veces, cuando la luna está alta en el cielo, veo una sombra que se mueve entre los árboles. ¿Eres tú?, ¿Esperas también?, ¿O soy solo un soñador perdido en este rincón olvidado del universo?.

Solo aquí el viento susurra historias olvidadas. Cuenta amores truncados, de promesas rotas, de lágrimas derramadas en la oscuridad. Las sombras se abrazan, se confunden, como si quisieran borrar los límites entre ellas. ¿Acaso reconocen a sus antiguos amantes en la danza silenciosa?. El amor, dicen, es más fuerte que la muerte. En el Valle de las Sombras, quizás eso sea cierto. Las almas se aferran a la esperanza, a la posibilidad de un reencuentro.

En el valle de la sombra, ahí donde el infinito se une con el más allá, te esperaré, te esperaré con todo el amor que un día sentí por ti, te esperaré con la ilusión de que en esta oportunidad nuestras sombras se puedan amar con toda la locura del mundo, siendo el ocaso nuestro único testigo. 

El ocaso, testigo silente, tiñe el horizonte de tonos dorados y violetas. Las sombras se alargan, se estiran hacia el infinito. ¿Cuántas vidas han pasado aquí?, ¿Cuántos corazones han latido en vano, esperando un reencuentro que nunca llega?. Quizás, en algún momento, en ese valle de penumbras, nos encontraremos de nuevo. Hasta entonces, seguiré esperando, con el corazón abierto y la esperanza intacta.

¿Amor o Ilusión? Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora