CAPÍTULO 27 "MI CORAZÓN DE MELÓN"

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Empecé nuevamente las clases en la universidad, nuevos nombres a mi círculo de amistad comenzaron a sonar, ya conocía a esas dos chicas desde noviembre del 2023, pero no las había tratado mucho, Una de ellas, Divanis, una chica de color blanco de piel, muy linda, y un poco mal humorada, pero sin duda una amiga muy chévere, Divanis era la persona que todo quisiéramos ser, no confiaba fácil en la gente y no demostraba tantos sentimientos, nosotros solíamos jugar con ella diciéndole que no tenía sentimientos, pero sin duda la gente que ocultas sus sentimientos son las personas más cariñosas del mundo.

Nohely, la chica más extrovertida que he conocido en este mundo, muy alegre, una mujer muy hermosa, bajita en estatura y blanca de piel, sin duda nohely es la persona de los sentimientos más lindos que he conocido, incluso más que Yilberth, y más que yo, pues nohely es la persona con la que cualquier persona quisiera estar, aparte de ser hermosa, ella sabe querer como nadie quiere en este mundo, sin duda una palabra con la que la definiría a ella, es guerrera, rápidamente ella y yo conectamos y nos hicimos grandes amigos, luego y más adelante nos pusimos un apodo, <Mi corazón de melón>, recordar el hecho de ponernos este apodo, sin duda será siempre el ejemplo de espontaneidad, pues yo comencé a decirle así, por cariño, por no decirle por su nombre y tener una forma bonita de decirle, luego cuando decidimos ponernos un apodo, ella dijo que ese sería el mejor apodo, porque había salido así, de manera espontánea.

Siempre he creído que el destino puede hacer cosas maravillosas y que trae con él muchas casualidades y personas graciosas que pueden cambiarte la vida, tal vez no seas una casualidad de esas que vienen y se van, tal vez eres la persona indicada, el destino la puso en mi camino cuando más necesitaba una amistad que me escuchará sin juzgarme y supiera cómo hacerme entrar en plena e infinita confianza, nohely se había convertido en una de las mejores amistades, incluso más que algunas que ya tenían tiempo. Hablábamos a diario, contándole cada tristeza, cada risa y cada experiencia nueva en este 2024, nos veíamos todos los sábados en la universidad y en ocasiones cuadrabamos para salir.

¿Alguna vez han escuchado el hecho de que hay otra persona en el mundo que se parece a ti? Nohely es y siempre será esa persona que se parece a mi en muchas cosas, en la forma cariñosa y delicada de expresarse, en la forma de entender y estar para la gente, tal vez considero a nohely como mi mejor amiga, pero eso no es, pues yo tengo una mejor amiga y es una persona increíble, mi mejor amiga siempre será mi casualidad más bonita, y tener dos no está en mis planes, si tuviera que darle un título a nohely aparte de mi corazón de melón, sin duda sería hermana de otra madre, pues en mi vida a muy pocas personas he considerado así, en realidad solo a Yunna, pero mi corazón de melón, se había ganado por completo mi corazón y se había convertido en una gran amistad. En los momentos que necesité que alguien estuviera y supiera cómo hacerme hablar, ella fue la única que lo logró, yo no soy una persona de contar mucho las cosas personales, por contrario soy de callarme cualquier cosa que me pase, pero con nohely todo es diferente, ella sabía cómo hacer que yo le contara todo.

Cuando digo que mi corazón de melón apareció en el momento que más la necesitaba, no me refiero al momento malo de mi vida, ahí hubiera querido que ella estuviera pero aún no la conocía, este 2024 iba super bien, estaba disfrutando estar con Albert, pero siempre pensando más en mi antes que en él, nohely apareció en el momento que necesitaba comprobar que la amistad realmente existe, ella sabía todo lo de Albert, tenía la confianza plena de explicarle todo a ella.

21 de enero, sin duda el día que llevaré eternamente grabado en mi corazón, ese día mi prima tenía juego de kikimbol, cerca de donde vive el chico de suéter azul, yo lo había invitado a él para que me acompañara a ver el juego, él fue tan lindo y me acompañó, me llevó al lugar y tuvo las miles atenciones conmigo, se había comportado como yo siempre había querido. Luego decidimos salir a caminar un rato por los alrededores de donde era el juego, en una de esas transversales él empezó a lanzarme cosas estilo juego, yo solo me reía como si el tiempo no existiera y le decía que lo dejara hacer porque tenía camisa blanca, luego salí corriendo para perseguirlo pero me detuve y él se adelantó se metió por un lado donde no pude seguirle el paso, cuando logré meterme por donde él se metió no lo ví, así que lo comencé a llamar por teléfono, pero cuando menos me di cuenta estaba detrás de mí.

-Cállate que tú no sabes robar un beso- dijo él.
-La verdad es que no- respondí, para quedarme mirándolo, luego pasa una moto cerca de nosotros y volteé a ver, pero en fracciones de segundos él me agarró la cara, me volteó y me besó, ese beso me hizo olvidar que estaba en medio de la calle, me hizo olvidar todo a mi alrededor y solo concentrarme en él, en sus labios, ese beso lo tenía esperando con tantas ansias desde hace mucho tiempo pero siento que la espera valió la pena pues se dió de la mejor manera. Luego me abrazó y nos fuimos abrazados hasta el lugar donde era el juego. Sin duda el 21 de enero me trajo muchísimas emociones, ese será un día que jamás olvidaré que estará grabado en lo profundo de mi corazón y en mi alma, por todo lo lindo y cariñoso que fue él, el chico de suéter azul, mi 2024 estaba siendo lo que yo realmente quería que fuera.

Luego de ese 21 de enero que sin dudas será el día más feliz que estuve con él, el chico de suéter azul y yo seguimos hablando, seguimos mostrando nuestro cariño como si nadie más nos importara, el día 14 de febrero se celebra el Día de los enamorados o el día del amor y la amistad, yo nunca suelo hacer nada en este día pues regálale a alguien me parece innecesario y salir de mi casa no es algo que me guste en este día, pero este año sería diferente mis amigas habían dicho para ir a la playa y llevar cada uno a sus acompañantes, invité a Albert, pero a él no le gusta la playa así que no fue, sin embargo le insistí para que fuera aunque sea algunos minutos pues tenía algo y quería dárselo. A la playa fuimos Stefany, Yarianis y su novio, Esteban, un amigo que estudió conmigo en el Liceo y mi corazón de melón, nohely, ninguno puedo llevar acompañante pues nuestros acompañantes tenían cosas y planes que hacer ese día, algunos trabajar y otros no podían así que terminamos haciendo solamente una salida de amigos. A las 3:30 de la tarde Albert me dijo que ya iba camino a la playa, que lo esperara en la entrada y así lo hice, aproveché de presentárselo a Esteban y a Nohely, de mis amigos que estaban ese día en la playa ellos dos eran los que no lo conocían, luego de eso le entregué su regalo, le había comprado un regalo por el 14 de febrero, por esto que llamamos el día de los enamorados, el chico de suéter azul ama mucho las pañoletas y me había dicho que quería una de color rojo y una de color azul, yo decidí comprárselas, ese fue uno de sus regalos, otro su regalo fue un collar de perlas yo sabía que sin duda él quería uno de esos, y su tercer regalo fue chuchería. Albert al ver el regalo se emocionó mucho y me dió un abrazo, un abrazo largo de esos que jamás se olvidan, luego de eso nos fuimos a caminar y luego llegaron mis amigas, para despedirnos e irnos pues yo tenía cosas que hacer y él debía ir a su casa. Recuerdo perfectamente que mientras me despedí de él, estaba un infinito atardecer de bellos colores, este atardecer de febrero que recordaré por siempre.

Dos semanas después, Albert comenzó nuevamente a ponerse muy raro, a estar distante conmigo y no responder mis mensajes, solamente como si algo estuviera pasando, o yo hubiera hecho algo, pero cada vez que le preguntaba, no me quería explicar. Y lo que veía tan lejos y a lo que le tenía tanto miedo había llegado, él solo se alejó y me dijo que lo dejara en paz, que lo dejara tranquilo y que siguiera mi vida que él seguiría la suya, yo traté de entender que estaba pasando, pero él solo repetía que lo dejara en paz y es que a veces llegamos a ese momento donde no queremos soltar a alguien pero sabemos que ese alguien no quiere que estemos ahí, entonces no me había quedado más que despedirme del chico de suéter azul. Todo había acabado tan pronto, yo quería que fuera algo más que mi amigo pero simplemente él no lo quiso así, el destino había jugado nuevamente mi contra, tal vez yo debí presentirlo pues siempre debí deducir que Albert se iría como lo había hecho en ocasiones anteriores, pero siempre pensé en que esta oportunidad sería la decisiva y que él había cambiado esa forma de desaparecer repentinamente de la vida de los demás.

¿Amor o Ilusión? Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora