Yo intenté volver al mismo trato que tenía con Yilberth, duramos hablando 11, 12 y 13 de julio, empezó nuevamente a tratarme lindo y yo a recibir ese trato con el mejor cariño y devolverlo con todo el amor que sentía, pues a lo mejor lo que había pasado aquel 6 de abril era una prueba del destino para ver si estábamos hechos el uno para el otro, pensaba que tal vez esta sería la oportunidad de estar juntos, de por fin poder llegar a ser eso que siempre hemos querido y demostrarle al mundo que nuestro amor cambiaría fronteras, pensé que le había quedado claro todo lo que yo sentía y que nunca se iría, pero el destino volvió a jugar en mi contra, 13 de julio él volvió a dejar de responder, simplemente desapareció nuevamente sin una explicación, sin un mensaje, sin un motivo, dejándome otra vez en el limbo sin saber qué pensar, creo que lo más razonable era pensar que nuevamente le habían quitado el teléfono, tal vez la mamá leyó nuevamente los mensajes y simplemente lo volvieron a castigar, pero esta vez no me habían escrito a mí, ni siquiera sabía más nada de él.
Llego agosto, empecé lo que fue el plan vacacional, pues había ido a cada formación y me había formado como recreador, ahora debía poner en práctica todo lo que había aprendido. La verdad este mes fue muy bueno, estar con niños no fue tan malo como pensaba, aunque habían unos que eran insoportables, otros te llenaban el día de ternura y amor, aquí conocí a un chico nuevo, tal vez mi ilusión más corta, Antuan, un chico flaco, blanco de piel, cabello arreglado, aunque siempre utilizaba gorra, era muy lindo la verdad, ese chico me empezó a llamar muy rápido la atención, aunque no tenía tanto trato con él, me parecía alguien muy lindo y sin duda alguien que quería conocer. Pero llegó el fin de agosto y sabía que no lo vería más, pues él no tenía teléfono, ni redes sociales y al finalizar el plan vacacional lo dejaría de ver, sabía muy bien que todo con Antuan era y había sido una simple ilusión, una ilusión que me llenaba de alegría nuevamente, pero mi corazón reclamaba al chico de los sentimientos lindos, Yilberth.
Septiembre, uno de mis meses favoritos del año, pues en este mes cumplo años y mi cumpleaños siempre ha sido una de las fechas más importantes para mí, aunque nunca se celebre como me gusta, siempre me gusta este día pues en mi casa tenemos la costumbre de salir, aunque sea a la playa o cualquier lugar que me guste, desde pequeño siempre ha sido así, este año cumpliría 16, los famosos dulces 16, la verdad estuvo bien. Fui a la playa con algunos miembros de mi familia; recibí grandiosos mensajes de personas que me querían mucho, de amistades y de conocidos, mensajes que sin duda me hacían sentir alegría porque decían cosas sobre mí por las cuales siempre me he esforzado, pero no recibí un mensaje de él, de todos los mensajes que quería recibir esperaba el mensaje del chico de sentimientos lindos, pero ese mensaje jamás llegó. Septiembre sin duda trajo grandes alegrías a mi vida, aunque seguía extrañandolo a él, el mes me demostró que tenía amistades grandiosas, otras que no eran tan grandiosas pero que estaban y otras que simplemente se habían ido, gracias por todo septiembre 2022.
Octubre, empecé quinto año de educación secundaria, la verdad de todos los meses del año que esperaba no era este el favorito, pues aunque me emocionaba empezar quinto año sabía que no le empezaría con el mismo grupo que empecé en primer año, pues la directiva del Liceo se había empeñado en separar a las secciones, ya no estaría con Yunna, ni con keiver, ni con Yarianis, mis compañeros con los que hacía trabajo ya no estarían conmigo, mi salón ya no sería el mismo, a muchos nos cambiaron de sección; yo quedé en la sección "A", esto me daba mucha rabia yo quería terminar toda mi etapa de educación secundaria con mis compañeros con quién la empecé, pero la vida es así, nunca nos da lo que queremos. Adaptarme a nuevos compañeros no era lo mejor que yo sabía hacer, pero traté de hacerlo bien, igual tenía viejos compañeros de mi antiguo salón con los que no trataba mucho pero sin duda conocía, me apegué a la idea de socializar más con ellos. Seguí extrañándolo a él, tenía esa falsa esperanza de que un día solo me mandara un mensaje y me dijera, te extraño.
Aquí en octubre la conocí a ella, la chica más escandalosa del salón, Stefany, aunque estudió cuarto año conmigo yo no había socializado tanto con ella, habíamos cruzado una que otra palabra en los pasillos, pero en clases cada quien estaba por su lado, ella rápidamente se ganó mi confianza, igual necesitaba hacer amigos nuevos. Stefany, una chica morena, de cabello ondulado, muy linda, con un gran cuerpo, gritona y sin duda escandalosa, ella tenía un muy mal carácter, pero rápidamente se adaptó a mi manera de trabajo y yo me adapté a ella, a su forma despreocupada de ver la vida. Octubre me había dado una nueva amiga y un nuevo grupo de trabajo.
Noviembre, las clases se habían convertido en mi mejor compañía, solamente me estaba dedicando a mis estudios, este año escolar sería bachiller, eso me ayudaba a tener la mente ocupada y no pensar tanto en lo que extrañaba. Cada día hablaba menos con Yunna, ella estaba en una nueva sección y tenía nuevos amigos, casi no teníamos tiempo de vernos o de hablar. Mi situación sentimental estaba en orden, ya no pensaba tanto en Yilberth, trataba de conocer a otra gente, de cambiar mi vida y seguir haciendo nuevas amistades, Stefany, seguía estando presente en mi vida, en cada tarea, en cada clase, en cada momento, nos habiamos vuelto grandes amigos, de contarnos nuestras cosas, aunque la confianza es algo que se va trabajando y sinceramente no teníamos tanta confianza, nos contamos unas más que otra cosa.
Diciembre, sin duda mi mes favorito del año, en diciembre me emociona tanto por su clima frío, su ambiente familiar, su musicalización, se siente un calor de amor y cariño aunque haga clima fresco. Siempre me ha encantado diciembre, es la época que más amo de celebración, cuando llega diciembre mi estado de ánimo sube al 100%, poner el nacimiento, preparar la casa, pintarla y esperar ese 24 y ese 31 de diciembre para compartir en familia, estrenarse la ropa y comer la típica cena de navidad y de año nuevo. Este sin duda es el mes que más amo, incluso más que septiembre, me encanta más que mi cumpleaños, en este diciembre tenía un poco de melancolía, pues no participé en la obra de Navidad que tanto me gustaba estar, pero tenía otros planes para mi vida y alejarme del teatro en estos momentos era lo mejor.
El 10 de diciembre, era su cumpleaños, el cumpleaños de Yilberth, él cumplía 15 años, este día sin duda me entristeció, pues quería festejarlo con él, desearle las cosas más bonitas del mundo y hacerlo sentir especial; pues todo el mundo necesita que lo hagan sentir especial en su cumpleaños, yo quería hacerle sentir el mejor de los sentimientos, pero él no estaba, mi única solución a todo esto fue enviarle un mensaje por Facebook diciéndole, —Feliz cumpleaños—, no podía decirle más nada, no sabía qué más decirle, pero nunca tuve respuesta de su parte, ni siquiera se conectó en todo diciembre, ¿ni por ser el día de su cumpleaños le permitieron usar su teléfono?. Este día lo vi, había salido con mi mami a comprar algunas cosas y él estaba con su prima caminando, yo lo vi, pero no me vió a mí, lo ví y quería salir corriendo abrazarlo y felicitarlo por su cumpleaños, pero simplemente no, simplemente contuve todos los sentimientos y seguí mi camino.
31 de diciembre, había llegado el día donde se cerraba un ciclo y comienza uno nuevo, donde terminaba un año y pronto se iniciaría uno nuevo, quería iniciar mi 2023 de la mejor manera, quería dejar todo en este 2022, todo lo que me ha hecho tanto daño, quería dejar todos mis sentimientos por él aquí, en un año que quería olvidar, pues mi 2023 quería que fuera lleno de cosas buenas, de personas que marcaran algo positivo en mí, pero no sabía cómo dejar, lo que sentía por él, aún tenía todas las conversaciones que tuve con él desde el día uno. Estando a punto de terminar este año, 2022, una persona muy importante en mi vida me dijo algo que sin duda me hizo reflexionar, —¿Cómo vas a cerrar el ciclo de él?, si aún tienes sus conversaciones— dijo. Esto hizo que me cuestionara muchísimo, es que yo no quería borrar sus conversaciones, quería recordarlas, tenerlas ahí para cuando yo quisiera leerla, pero esta persona tenía razón, cómo iba a olvidarlo si aún tenía cada recuerdo que me apegaba a él ,cómo lo dejaría ir si aún tenía todo lo que había vivido con él. Con el dolor de mi alma y casi llorando, borré todo lo que me apegaba a él, cada mensaje, su número de teléfono, cada captura y todo lo que me recordara su presencia. Estaba decidido cerrar ese ciclo con el chico de sentimientos lindos y comenzar un año lleno de infinitas prosperidad y oportunidades.
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¿Amor o Ilusión? Parte 2
Teen Fiction¿Alguna vez te has enamorado de verdad? yo sí, me enamoré dos veces, de las personas que menos creí, uno dulce, tan dulce como el azúcar, el chico de sentimientos lindos. Otro un tanto amargo, pero de buenos sentimientos, el chico de suéter azul. Si...