CAPÍTULO 19 "MÉRIDA 1"

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Mérida siempre será el capítulo más bonito en mi 2023, entre tantas bajas y altas el viaje inesperado a Mérida me trajo grandes alegrías y personas maravillosas a mi camino, amistades nuevas y sí, un chico nuevo. 02 de agosto, mi día empezó a las 4:30 de la mañana, a esa hora me levanté para terminar de arreglar unas cosas para llevarme al viaje, en mi corazón no cabía tanta felicidad, tenía muchos nervios, pues estar con tanta gente nueva era algo que me asustaba, también sería la primera vez que me montaría un avión y aunque me daba tanta emoción pensaba en cualquier peligro que pudiera ocurrir. Serían cinco días que no estaría en mi casa, que no estaría cerca de mi mami y de  mi familia. Arreglé las cosas y a las 5:30 de la mañana salimos para ir al aeropuerto, mi mami, mi hermano y mi abuela, como les dije mi abuela siempre está en todos los momentos importantes de mi vida. Mi mami jamás se queda atrás, también  está en todo lo que tenga que ver conmigo, y mi hermano está en cada paso de mi camino, para ayudarme y felicitarme por todo, así me demuestra todo su orgullo. Ellos tres se fueron conmigo pues sabía que no me dejarían solo, ellos tenían tanta emoción como la que tenía yo, tantos nervios como lo que yo pudiera sentir, pero tanta fé porque todo saliera bien teníamos los cuatros. Los mensajes de éxito y felicitaciones por el viaje no paraban de llegar. La llegada al aeropuerto estuvo bien, nos recibieron con una pequeña música estilo parranda y unos recreadores, luego cosas reglamentarias de la aerolínea, el chequeo y nos daban nuestros boletos de avión. Luego nos mandaron a formarnos para darnos un uniforme y comida, estilo desayuno, posteriormente nos pasaron un salón para esperar que llegaran las autoridades, ahí llegaron el gobernador y su esposa, y otros entes de educación.  Alrededor de las 8:30 de la mañana nos pasaron para el sitio de esperas para luego abordar el avión antes de eso nos permitían despedirnos de nuestros familiares, un eterno abrazo con lágrimas en los ojos le di a mi mami, a mi abuela y a mí hermano, esas lágrimas significaban muchas cosas alegría, despedida, orgullo y satisfacción, entre tantas cosas que pudiéramos sentir los cuatro. También me despedí de mi papá, quién llegó minutos antes de que nos dejaran despedirnos, pasamos donde teníamos que esperar para abordar y mi papá me acompañó, pues él trabaja en el aeropuerto y lo dejan pasar a cualquier área.

Por un problema el avión se retrasa un poco, comenzamos a abordarlo a las 10 de la mañana, se nos informó que el vuelo duraría alrededor de 50 minutos, que rápido llegaríamos, pensé, les envié un mensaje de bendición a mi familia, los extrañaría sin duda, por el grupo familiar todos me deseaban las mejores cosas y que difrutara muchísimo el viaje. Cuando me tocó sentarme en el avión, me senté con dos mujeres, una a la cual jamás le pregunté su nombre y la otra Nayheli, sabía que la conocía de algún lado, pero para ese momento no la recordaba con exactitud. Llegamos al aeropuerto de Mérida, nos recibieron con tambor, parranda y alegría, yo fotografiaba cualquier momento del viaje pues siempre he pensado que las fotos son la única forma de recordar todo lo bonito y vivido, bien es cierto se recuerda pensando en eso que vivimos con tanta ilusión pero la foto ayuda a revivir significativamente esa emoción. Al llegar todos recogimos nuestras maletas, nos dieron comida y un bolsito el cual traía una camisa de Mérida, gorra y un termo para el agua. Luego nos indicaron que debíamos montarnos en los transportes para ir al zoológico. La verdad el primer día estuvo muy bueno, luego de recorrer el zoológico, fuimos a la hacienda donde nos quedaríamos ahí nos dividieron en familias o en pequeños grupos con un recreador, este sería el responsable de nosotros durante estos cinco días, Julián se llamaba mi recreador, la verdad Julián me caía muy bien, me parecía muy chévere aunque era muy relajado. Aproveché la oportunidad de socializar, pues sabía que debería tratar con alguien, igual pasaría cinco días con ellos y con ellas, mi grupo estaba conformado por cuatro hombres y cinco mujeres, habían dos de las mujeres que no me caían nada bien, eran las típicas chicas sifrinas y con mal humor siempre. Por otro lado hablé con, Gabriel, un chico menor que yo, el estaba en 4to año, había ido por ser participante de la Organización Bolivariana Estudiantil (OBE). Mariana, ella había sido la mejor promedio de su liceo, era una niña un tanto rara. Chiqui, en realidad ese no es su nombre, pero es que así se presentó y nunca me acuerdo de su verdadero nombre, es muy complicado y hablé probablemente con la chica más linda de todo mi grupo, Robseline, una chica morena de pelo largo muy linda, cualquiera pensaría que era sifrina, al principio yo lo pensé, pero no, era la chica más amable y tierna que podia haber, hablar con ella me hacía sentir bien en el viaje de Mérida. Luego de pasar rato con nuestros grupos nos distribuyeron a las diferentes cabañas donde nos quedaríamos, los niños dormirían con los niños y las niñas con las niñas, mi grupo se llamaba Los Nevados, a los cuatro chicos de mi grupo, incluyéndome, y con los cuatro chicos del grupo de la Azulita nos tocó la cabaña 29.

Los amaneceres en Mérida eran muy temprano, pues siempre teníamos que ordenarnos y organizarnos temprano, el segundo día en Mérida me levanté a las 6:00 am, para bañarme, vestirme y estar listo, pues a las 7:00 am, teníamos que estar en el punto de encuentro. Cuando estuvimos todos listos fuimos al lugar de encuentro, en este día estaba muy emocionado, sabía que iríamos al teleférico de Mérida, aunque no me gustan tanto las alturas y este era el teleférico más alto del mundo, estaba emocionado porque seria una experiencia nueva y única. Fuimos a desayunar, luego de desayunar nos montamos en los transportes para ir al teleférico, al llegar nos organizaron para poder montarnos, nos dieron las instrucciones ya que arriba hacia mucho frío y debíamos abrigarnos, comenzamos a subir, el teleférico estaba conformado por cinco estaciones cada una mejor que la anterior, la experiencia fue única e inolvidable, al llegar a la última estación me compré unas fresas con crema, sin duda es uno de mis postres favoritos, en esta estación si hacía mucho frío, tuve que abrigarme demás, a mi en lo particular me gusta mucho el frío y mientras todos se empezaron a abrigar desde la primera estación, yo no lo había hecho, pero en esta estación era diferente, me puse mi suéter, mis guantes para proteger mis manos y un gorro para medio calentarme, pero el frío estaba insoportable. Después de estar un rato en la última estación, comenzamos a bajar, ya iban a hacer las 3:00 de la tarde, nos detuvimos nuevamente en la estación 2 dos, yo aproveché de comprarme otra fresa con crema, definitivamente amo ese postre.

Al terminar de bajar nos llevaron a almorzar y luego nos mandaron a organizarnos para irnos.
—¿A dónde iremos?— Le pregunté a Julián, mi recreador.
—Vamos a la heladería de los mil sabores— respondió Juliá.
—¿Mil sabores?— pregunté.
—Sí, hay helados de cualquier sabor que te imagines— respondió Julián.
¿Heladería de los mil sabores?, era algo que me daba mucha intriga, al llegar pude notar que Julián decía la verdad, así se llamaba la heladería y en una de sus paredes tenía una lista de los helados que podrías encontrar ahí, helado de caraotas, helados de ajo, de queso y muchos más. Cuando nosotros llegamos ya era tarde y solo habían cinco sabores, un helado que se llamaba dulce manías, eran cuatros sabores juntos, helado de vainilla, helado de ajo, helado de queso y helado de oreo. Yo no soy de arriesgarme por cosas nuevas, así que pedí algo más tradicional, helado de Oreo, estaba súper bueno. Después de la heladería nos llevaron a otro lado, la mayoría de los chamos estaban emocionados, ese era un lugar donde se jugaba Paintball, ese juego consiste en dos equipos, y ambos equipos tienen pistolas de juguetes que disparan bolas de pintura. Yo decidí no jugar, quería hacer todo lo que nos pusieran en Mérida, pero eso no, en mis planes no estaba manchar mi ropa de pintura, así que decidí no jugar, ese era un juego de lucha y a mí jamás me han gustado esos juegos.

El tercer día en Mérida  igual me levanté muy temprano, éramos 4 en una habitación de la cabaña y había un baño para nosotros cuatro, entonces había que arreglarse temprano. Cómo de costumbre teníamos que estar a las 7:00 am, para desayunar, luego de eso nos llevaron a un bosque, nos dividieron en dos grupos el primer grupo le tocaba primero el bosque y el segundo grupo el jardín de los colibríes, a mí me tocó el segundo grupo, al llegar al jardín de los colibríes, nos dieron una charla acerca de esta peculiar ave, luego nos dieron unos frascos los cuales tenían un líquido que simulaban el néctar de las flores, esto para pararnos en una baranda e intentar que un colibrí se parara en nuestro dedo a comer del frasco que teníamos. Yo lo intente, pero no soy la persona más suertuda del mundo, así que como ya se imaginarán no se paró ningún colibrí. Luego de esto, nos llevaron al bosque era nuestra oportunidad de estar ahí, nos hicieron dinámicas de grupos, y juegos para pasar el rato, luego trajeron al grupo uno y nos dijeron que debíamos construir con cosas del bosque una casa inspirada en una historia de Mérida o indígena. Mi grupo y yo empezamos a buscar todo lo que pudimos conseguir en la naturaleza y armamos la nuestra, lamentablemente no ganamos, luego de esto nos llevaron a un museo, el museo de ciencia y tecnología de Mérida, nos dieron un recorrido por el lugar, no me extenderé hablando de esto, el único salón que llamo mi gran atención del museo, fue la fábrica de los globos, en este salón todo era de globos, muñecos gigantes de globos, decoración ambientales de globos, y un pequeño salón lleno me muchísimos globos con los cuales nos permitieron jugar, esto me encantaba porque los globos me recuerdan mucho a la niñez y a las fiestas que se hacen en mi casa.

Los tres días que llevábamos en Mérida sin duda estaban siendo extraordinarios, conocer gente nueva estaba siendo algo muy bueno, aunque no tanto pues eso no me gustaba mucho, pero la experiencia estaba siendo algo que jamás olvidaré, sin duda las expectativas que había puesto en este viaje se estaban cumpliendo.

¿Amor o Ilusión? Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora