Capítulo 3

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Dos días habían pasado desde aquella platica entre padres e hijo, Neteyam había amanecido muy feliz por la visita que tendrían. Él había sido quien le había llamado y era quien más lo esperaba.

— Malu.

— Mi pequeño Neteyam, ¿a que debo está llamada?

— ¿Cómo has estado? ¿Qué tal el clima de allá?

— Increíble, es muy...agradable, aunque extraño mucho el clima de allá.

— ¿Solo el clima? —pregunto mientra a hacia un puchero.

— Ooh claro que no Tey-Tey, extraño la comida, los bailes, y por supuesto a mi pequeño compañero.

La sonrisa del menor no se hizo esperar, sintió como la sangre se le subía a las mejillas.

— Te extraño Malú —renegó.

— Yo igual cariño, pero dime bien, a qué debo está llamada ¿Tu padre se volvió loco?

— Algo parecido —soltó una risa cómplice— pero no, necesitamos tu ayuda.

El silencio se hizo del otro lado del telecomunicador, un pequeño artefacto de las personas del cielo, esa era una de las pocas cosas que Malú había aceptado de ellos solo para comunicarse con su familia del otro clan.

— Claro...¿quieren que valla cierto? —-preguntó refiriéndose a los padres del menor.

— Malú.

— Está bien Netey, mañana tomaré rumbo para allá. Prepara mi espacio en tu cuarto.

— Claro.

— Te veo en unos días Tey, te quiero.

Y no bastó más para que el otro lado de la línea cortará.

— Yo también te quiero —susurro para sí mismo.

Salió de uno de los laboratorios de los humanos para después de despedirse de Norm y Max, salir camino a su hogar.

Toda la familia Sully esperaba con ansias la llegada de su antiguo amigo-compañero. La pequeña Tuk saltaba emocionada por volver a ver a su "tío Malú" como a ella le gustaba llamarlo, Lo'ak estaba jugando a una batalla de pelea con Spider y Kiri estaba sentada al lado de su hermano mayor.

El primogénito de Toruk estaba muy perdido en sus pensamientos ante la visita del gran guerrero, estaba muy nervioso. Claramente había pasado mucho tiempo desde que no lo veía, y él ya no era el niño pequeño el cual cuidaba Ma'luk, había crecido, y quería demostrar que ya no era un niño.

Ansiaba verlo, abrazarlo y decirle lo mucho que lo extrañaba.

— Mamá dijo que si no llegaba hoy, nos durmieramos temprano —le recordó su hermana mayor.

— Si.

Su mirada estaba en un punto fijo del piso de su casa, se imaginaba un escenario donde su querido compañero estuviera con él. A solas, en el bosque, estaba mal, pero ahora se daba cuenta que ya no era un niño. Ahora era un adolescente que quería experimentar una y mil cosas.

Estaba tan metido en sus pensamientos que ni se dio cuenta del sonido de cómo una corneta, anunciando la llegada de alguien.

Había llegado.

Ma'luk había llegado.

Sin esperar más, los hijo de Sully salieron uno por uno había fuera de su carpa, caminando hacia el risco donde llegaban los ikranes, a lo mejor visualizaron al ya familiar ikran del gran guerrero de Eywa.

MAKTUB: Neteyam SullyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora