Capítulo 4

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Ambos chicos acostados en la "habitación" de menor, platicando desde como el mayor le iba con su vida en el clan del que venía hasta como le iba al menor con su familia.

— Papá dice que lo más probable es que me suban de rango una vez en batalla —contó el más chico.

— Bueno quiero ver cómo te va en eso, ¿has estado practicando? —pregunto.

— No mucho, desde que ellos llegaron. —suspiro— muchas cosas han cambiado.

El mayor no ignoró el suspiro de este y le extendió su brazo, el pequeño se acercó y se acurrucó en el hueco del brazo y el torso del mayor.

— ¿Y tus hermanos? ¿Qué tal te va?

— Tengo que cuidar mucho a Lo'ak —susurro— y papá quiere que siempre esté atento con el.

— Jake nunca cambiará —dijo con molestia. — Voy a hablar con él, no es tu responsabilidad.

El primogénito de Toruk lo volteo a ver ante sus palabra, le sorprendía él como se ponía de su lado. Su mirada fue correspondida por él contraria, sin embargo este lo miraba con una sonrisa.

Parecía como si no le molestara el hecho de defenderlo, al final del día era su compañero de quien hablaba. Al mayor siempre le molesto él como su viejo amigo siempre le ponía mucha responsabilidad a su hijo mayor.

— No te preocupes, estoy acostumbrado —contesto tranquilo.

— No está bien Teyam, tú también mereces vivir tu vida, salir, conocer más allá de este mundo —recetó— eres muy joven para que te ates a otros.

Si supiera que él se ataba a él.

— Lo sé, pero al final siempre pasa lo mismo —dijo frustrado— ¿crees que tengo más opciones Ma'luk? —se enderezó en su lugar.

El guerrero de Eywa lo miro con serenidad, sabia que no podía molestarse con el, no con Neteyam. Lo miraba y podía pasarse toda la noche viendo cómo arrugaba su nariz cada que algo le molestaba, cómo sus orejas bajan cada que se ponía nervioso.

Sus hermosos ojos amarillos contrastando con la luz de la luna, podía pasarse horas viéndolo.

— No, pero ahora estoy aquí —le tomó la mano.

— Tu mismo lo has dicho, mi papá nunca va a cambiar.

— Basta Tey, ven —lo volvió a acercar a él.

No quería empezar una discusión, venía cansado por su viaje, quería simplemente dormir junto a su compañero y despertar tranquilo.

Con el cansancio en los ojos y el cuerpo sin fuerzas, abrazo al chico a su lado. Posó la cabeza en su pecho y empezó a escuchar los latidos de este. Iban rápido, lo estaba poniendo nervioso y lo sabía, se rió internamente por ello.

El menor de los dos estaba con los pelos de punta, su corazón parecía querer salir de su pecho, le tomó por sorpresa el comportamiento de su compañero más sin embargo no dijo nada. Tenerlo casi encima suyo no era razón para preocuparse.

Solo estaba descansando, miró al techo esperando que su corazón se calmara ante el tacto del mayor. Tiempo después, simplemente le ganó el sueño.

⚠️⚠️⚠️

NETEYAM

A la mañana siguiente desperté muy tranquilo, la noche no se me hizo eterna una vez me desperté junto a Malú, las pesadillas no se hicieron presentes.

Mire hacia abajo mío, y Malú seguía dormido, su cabeza en mi pecho se sentía muy serena, su respiración era muy tranquila, sus mechones del pelo me hacían cosquillas en mi pecho.

Estoy feliz de que él esté aquí, cada vez que Ma'luk está cerca siento que puedo estar tranquilo, sin presiones.

Y las ganas de comer llegaron a mi.

Siempre soy el primero en comer en mi familia, aparte de que soy quien la prepara junto a mi mamá. Intenté salir de los brazos de mi compañero más este no me dejaba ir, sentí como su agarre se hacía más fuerte.

— Basta Tey, tengo sueño —murmuró contra mi pecho.

— Malú, tengo hambre y tengo que hacer la comida.

— Solo un rato más.

Me abrazó más fuerte aferrándose a mi cuerpo, no voy a mentir, para nada me disgustaba esta posición pero cada vez que lo tengo cerca simplemente mis nervios no pueden parar. Su piel se sentía tan suave cerca de la mía y su respiración en uno de mis botones me hacían erizar la piel.

Empecé a acariciar su pelo, es muy suave, mis dedos no tenían ninguna dificultad para salir y entrar entre sus mechones. Parecía gustarle ya que se ronroneaba como si fuera un animal, cosa que me hizo reír.

— No pares Tey, se siente muy bien.

Por Eywa, su voz ronca y la simple frase que salió de su boca me hizo despertar mis sentidos, se que no lo dijo de mala forma pero sé escucho tan bien.

Se empezó a remover encima mío, me empezó a desesperar una vez me di cuenta que tenía un problema. Su abdomen estaba encima de mi pequeño problema, tenía que ir al baño ya.

— Malu, tengo que ir al baño.

— No.

— Hablo en serio, por favor Malu.

Y con un gruñido me soltó, con rapidez me paré aprovechando que seguía con los ojos cerrados y salí de mi habitación, tomé camino a donde estaba nuestro "baño" si se puede decir, tenemos una entrada que se podía cerrar una vez amarrándola; baje la parte inferior de mi vestimenta y si, estaba excitado.

Tome mi miembro entre mis manos y empecé a masajear con desesperación, en mi mente solo pudo regresar a minutos atrás junto a mi compañero encima mío, mi mano subía y bajaba creando fricción.

— No pares Tey, se siente muy bien.

La voz de Malú regresó a mi mente como si se repitiera una y otra vez, su ronca voz al despertar se escuchaba tan excitante como para generar una reacción a mi cuerpo, su abdomen rozándome solo género despertarlo.

Me corrí en mi mano, y mi cuerpo se relajó.

Por Eywa, me había corrido.

Pensando en Ma'luk.

✵✵✵

NARRADORA

El joven navi se limpió de su reciente acto de necesidad, saliendo del "baño" camino de regreso a su habitación. Observó que su compañero ya no se encontraba en esta, retomó camino a lo que era su área de comida.

Con la vergüenza en el pecho vio a este platicando con su madre, muy alegre ambos navi's notaron su presencia. No tuvo el valor de mirar a su visita, y como si fuera un robot automático se acercó a su madre, le dio un pequeño abrazo junto a un beso en la frente.

Lo malo era que la suerte no estaba de su lado.

— ¿Para mí no hay abrazo Teyam?

Preguntó su compañero con burla y una pizca de picaría, sus nervios volvieron una vez más al escuchar su voz. Su mente regresó a minutos atrás de lo que había hecho, y sin valor alguno solo giró sobre su propio eje y salió del lugar.

No podía verlo a la cara, le pesaba la idea de mirar los ojos de quien lo había cuidado por mucho tiempo y después él hiciera un acto incorrecto ante su imagen, ante su voz y cuerpo.

Le estaba pesando la conciencia, esto ya no era solo un amor que le tiene al mayor, su deseo ya no era el mismo que anhelaba de este. Y recordó las palabras de su padre.

— Algún día te daré la charla, por qué ya no eres un niño Neteyam —suspiró el padre— ahora tendrás otras...atracciones.

Y era verdad, ya no sólo era el cariño y amor que sentía por su compañero. Ese anhelo o deseo que le estaba expresando su cuerpo no era correcto. Y él no quería pasar esa línea.

MAKTUB: Neteyam SullyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora