Capítulo 40

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Neteyam llevaba todo el día en el mauri de su pareja, entre risas y besos ambos varones se encontraban más felices que nunca, ninguno fue hacer deberes, y la comida la pasaron juntos, todos los individuos y familia pasaron a segundo plano.

Entre las risas, el mayor estaba haciéndole cosquillas al menor haciendo que este se estuviera ahogando con su propia risa.

— Basta Malú, ya no puedo más.

Más el mayor no se detuvo hasta que el menor le robó un beso, parecía como un sedante ante la energía del hijo de Eywa, sin dudarlo le correspondió, leve y delicado el beso era una danza entre sus bocas con tanta pasión y suavidad a misma vez. El momento era de ellos, sin molestia ni preocupaciones.

Te amo, con cada parte de mi cuerpo —confesó el menor.

Te amo, con toda mi alma.

— Si pudiera te daría el más grande tesoro de tu vida.

— Tu eres MaTey, mi más grande tesoro.

— No me refiero a eso, ya sabes darte...algo más grande e importante.

La mente del mayor no circulaba del todo a lo que se refería su chico, su vista baja y la mirada triste no supo cuál era el camino que estaba tomando la conversación.

Y como si le hubiera leído la mente, el menor le aclaró.

— Una familia Ma'luk, darte una familia.

Ahora entendía la tristeza en el cuerpo de su pareja, ¿se estaba culpando por ello? No tenía por qué, habían miles de forma de tener una familia no necesariamente viniendo de su cuerpo.

Más lo que no sabía el hijo de Eywa era la pequeña discusión de los hermanos Sully hace un par de días.

Las palabras del hermano del chico le pasaban una y otra vez por la cabeza de este.

— Y tú no puedes dárselo, eres un chico, crees que Pandora dejarán la herencia de la gran madre en ustedes solo, por "amor" —su discurso llegó a hasta el punto de hacerlo llorar— abre los ojos Neteyam....

¿Y si incluso Ma'luk buscaba tener una familia y solo se conformaba con lo que tenía por su culpa?

¿Y si por su culpa no podría tener desendencia de la madre Eywa?

¿Y si Pandora no los aceptaba?

Miles de inseguridad invadieron al menor, tenía miedo y ansiedad a todo lo que estaba pasando por su cabeza.

Y como si de un rayo de luz en su tormenta de pensamientos, los labios de su compañero lo dejaron en blanco una vez posándose nuevamente en los suyos, los beso con deseo y firmeza ni siquiera le dio tiempo de pensar otra cosa cuando esté lo tomó por la cintura y lo juntó aún más a él, introdujo su lengua y jugó con la suya disfrutando de su interior vocal.

Entrelazó sus dedos de ambas manos y las lleva a la parte de arriba de su cabeza sin darle chance de escapar.

— Malú~

Su voz se entrecorta con la unión de sus bocas retomando con más dureza, con facilidad el mayor tomó sus dos manos con una de las suyas y con la contraria acarició el cuerpo de su pareja, ni una parte fue escondida de su mano, desde sus pezones hasta su vientre el mayor dio un pequeño toqueteó en este, la idea retumbaba en su cabeza, era imposible, pero...

Y si hubiera alguna posibilidad.

Era hijo de la gran Madre ¿no?

Dejó la boca de este y procedió a dejar besos en su cuerpo, pequeños y jugosos, cada uno con amor y delicadeza como siempre trataba al cuerpo de su compañero, no fue hasta que llegó al vientre de este y dejó una pequeña caricia con un beso tan tierno y profundo.

MAKTUB: Neteyam SullyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora