Capítulo 30

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El descanso fue lo más glorioso para ambos chicos, un rato después de su llegada quiso descansar junto a su compañero, y así lo hizo. Ambos estaban recostados en la parte donde usualmente dormía el chico Sully, Malú se había adueñado de la cintura del chico y el pecho de este descansado prácticamente sobre él.

Tres meses le fueron suficiente para ya no aguantar uno más, había mandado el plan por la borda y llendo en contra de su "amigo" por su chico.

No iba a permitir que después de haber aceptado un plan el cual se tuvo que resignar a seguir, para colmo el hombre quien consideraba en su tiempo su hermano espiritual no le permitiera hablar con la única razón por la mantenía la cordura.

Mi amor...

Oh por Eywa, cuanto extrañaba ese llamado. Tan solo su voz siendo grave por despertar de su siesta, y su cuerpo junto a él, era simplemnte...perfecto.

— ¿Si?

— Tengo hambre.

— ¿Quieres que te prepare algo?

— Mhg —hizo un sonido de afirmación.

El chico al levantarse para hacer el pedido de su compañero dejó un beso en su frente antes de alejarse, pero un paso solo dio para que lo volvieran a jalar de regreso. Malú lo tomó de la muñeca junto con su otra mano tomó su mejilla y plantó sus labios encima de los suyos.

No tardó en corresponder, la suavidad, el sabor, todo le gritaba que era su compañero quien lo besaba con tanta delicadeza pero con locura a la vez. Pero antes de llegar a un punto más absorbente para ambos, el menor se alejó lentamente, al abrir sus ojos se topó con aquella hermosa sonrisa del hombre.

— Te extrañe...tanto...

Neteyam lo cayó con otro beso solo que más lento y algo que pudieran disfrutar más, era obvio que ambos chicos necesitaban y anhelaban el contacto físico del contrario, había sido un infierno estando lejos del otro. Más en la cabeza del menor estaba el miedo suficiente de la llegada de alguno de su familia y los viera, no estaban en su cierto, aquí ya no tendrían la misma privacidad.

Volvió alejarse dejando un pequeño pico ahora sí alejándose con clara distancia entre ambos, saliendo del mauri para conseguir la comida de compañero.

Tranquilo pasaba por los caminos entre los mauri hasta llegar con donde habitualmente entregaban las canastas para la comida, daban ciertas porciones de comida a cómo tú pudieras o necesitarás. Él era quien iba por la de su familia por la mañanas, pero ese día no había salido del mauri desde la llegada del hijo de Eywa.

Un toqueteó en su hombro fue algo repentino para provocar un susto al chico, giró topándose con quien menos esperaba toparse, o mejor dicho no deseaba toparse.

— Neteyam.

— Aonung.

El chico sonrió al mirar al muchacho, pero esa sonrisa no fue correspondida. Sully había quedado con una mala espina del chico, tal vez no tenía la culpa, pero lo último que quería era ver al chico y convivir con él. Todos le advirtieron y no hizo caso, aquí el problema ahora era cómo poner un alto después de haber comenzado algo.

— ¿Vienes por una canasta?

— Si.

En ese mismo momento una joven Metcayna le entrega una pequeña canasta al chico Sully a las cosas que había pedido, con seguridad el chico pez vio la oportunidad de ayudar al chico y no dudó.

— ¿Quieres que te ayude?

— No, así estoy bien.

— Deja la llevo por ti.

MAKTUB: Neteyam SullyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora