Capítulo 21

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La tarde fue larga para el chico Sully y el joven hijo de Eywa quienes después de la llegada de este fueron a acompañar a Mo'at, el padre del menor no tuvo más remedio que callar, comprendió que si quería arreglar las cosas con su hijo debería aprender a soltarlo primero, o mejor dicho soltar a Ma'luk.

Era su mejor amigo, si. Pero no era suyo, no era de su propiedad, Malú no le daría toda su atención para él.

Entre risas y coqueteos la tsahik encontró a los dos jóvenes en su antigua habitación que les había 'prestado' hace par de días, la mujer los vio analíticamente, los comportamientos de ambos era muy apegado, muy...íntimo.

Sabía que la gran Madre tenía un gran destino para ellos, pero no imaginó que fuera por un camino de amor, por qué eso era lo ella veía, en la mirada de su nieto e hijo, un amor puro.

— Ey niños, ya es tarde —su aviso los tomó desprevenidos.

Neteyam fue el primero en levantarse y caminar hacia su dirección, Ma'luk lo siguió igual y quiso ocultar su sonrisa al pasar tiempo juntos. Con un abrazo ambos chicos se despidieron de la mujer y dieron camino hacia su hogar, el mayor pasó su brazo por los hombros de su chico y dejó un beso en su frente mientras caminaban.

— Sabías que eres mi primer novio —confesó el menor.

— ¿En serio? —no se lo esperaba, era hijo del Olo'eyktan cualquiera quisiera estar con él.

— Si, y eres el mejor primer novio —la sonrisa en su rostro quería guardarla en su memoria para siempre.

— Y el único que tendrás —la advertencia sonó como chiste, cosa que hizo reír al menor.

<< Hablo en serio, no tendrás a nadie más que yo.

— ¿Y tú? —le sonrió con burla.

— No necesito a nadie más, soy tuyo Tey, todo tuyo.

Parecía irreal para el chico, su relación con el mayor. Nunca imaginó llegar tan lejos siendo sincero consigo mismo, las posibilidades o oportunidades que tenía a su favor eran pocas, y ahora lo tenía enfrente, entregándose a él.

— Y si un día ya no llegó a estar.

El hombre analizó cada palabra que su chico, era imposible, no podría, midió bien sus palabras. No estirarse vulnerable antes su chico era algo intenso, pero sentía que valía la pena, entonces se declaró profundamente.

— Eres mi oxígeno Tey, si no estás cerca siento que me ahogo, eres...mi más grande debilidad —tomó su rostro para que lo mirara— te necesito más yo a ti, que tú a mi. Así que no digas eso, por qué si eso pasara, yo mismo lo declararía la guerra a Eywa.

<< Solo tú tienes el poder sobre mi, y no me preocupa eso, por qué confío en ti, soy tuyo Tey, hoy o mañana, siempre seré tuyo.

Se quedó sin aliento, sentía que si respiraba no escucharía cada una de las palabras de su compañero, deseaba tomar el rostro de su hombre y besarlo, demostrarle que sentía el mismo sentimiento, quería demostrarlo.

Miró detrás suyo, delante y a sus costados, y al darse cuenta de su total soledad le robó el aliento a su pareja. Se aferró a su labios, a su cuerpo, el mayor sin dudarlo tomó la cintura de su chico y lo acercó a él. Nunca se cansaría de él, el deseo aspiraba en la piel de ambos, se aferraban al otro como si su vida dependiera de ello.

Cerrando con calidez y lentitud su beso, sus frentes se encontraron como una unión de necesidad, sus respiraciones se hacían compañía agitadamente, se hundieron en un abrazo tan profundo, tantas emociones corrían por el corazón del mayor, nunca se sintió así, tan...vivo.

MAKTUB: Neteyam SullyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora