MAKTUB: Neteyam Sully

Capítulo 13

NETEYAM

No llegue a casa ayer, pase la noche junto al árbol de las almas y amanecí ahí, no podía regresar, al menos no en las condiciones que estaba. Él hambre llegó a mi estómago y me di cuenta que ya era tarde plr la postura de la luz, tomé camino al bosque para buscar algo que comer.

En el trayecto de mi "almuerzo" solo pude conseguir frutas y un pescado en el río. Fue lo único que comí, no sabía qué hacer ahora, me dolía aún el golpe que me había dado padre, de hecho llegué a considerar que estuviera inflamado por el dolor que traía.

No tuve un lugar en específico al cual ir, o donde sería bien recibido. Hasta que recordé a mi abuela, ella podría ayudarme. Llegué a su casa, antes de entrar pregunté por ella.

— Abuela, tsahik.

Pregunte haciendo mención de esta, escuche como me llamaba desde lo que era su sala de estar, donde meditaba y en algún momentos llegaba a comer.

— Abuela.

Ella estaba revisando las hierbas que tenía en el piso estando está sentada en este mismo, movía y acomodaba cada una de ellas. Tenía miedo de cual seria su impresión, pero era la única persona a la tenia ahora por el momento.

— Abue.

Levantó su mirada hacia a mí y pude ver la sorpresa en su cara. ¿Tan mal me veía?

— ¿Que te paso hijo? ¿Quien te hizo esto?

Al parecer si, se acercó a mi con prisa y tomó mi cara con cuidado con ambas manos. Su mirada están la parte donde aún dolía, tocó con uno de sus dedos y rápidamente me aleje por el dolor.

— Au. —Me queje por su toque.

— Lo siento hijo —se disculpó— pero dime, ¿que te paso?

— ¿Se nota mucho?

— Tu cara esta roja y muy morada, ¿cómo te hiciste esto?

— Me caí —mentí.

— ¿Pues desde donde te caíste? ¿Te pegaste en otro lado? —pregunto preocupada.

— En el bosque.

— ¿Seguro hijo? —sabía que no me creía del todo.

Ya no insistió más con preguntas y me ayudó a untar crema para los golpes en la mejilla, aunque al principio dolió demasiado al final pude sentir que estaba bajando la hinchazón.

¿Me estarían buscando?

Lo más probable es que al llegar me llevaría un regaño de madre o Malú. Malú, claramente se dio cuenta de mi ausencia y ahora estará viendo donde pase la noche. En algún momento tenía que volver al final del día, o si no ahora si me buscarían por el clan.

Pase un par de hora más con la tsahik antes de salir de su hogar y tomar camino al mío, no lo iba a negar, tenía miedo, el volver a ver a mi padre y recordar el momento solo hacía que se me hiciera un nudo en la garganta. Yo solo...me defendí.

Y que ocasionó eso.

Por favor Gran Madre dime qué hacer, ya no quiero más dolor.

A la entrada de mi hogar pude visualizar a mi hermana sentada afuera de esta, quien no dudo al verme acercarse a abrazarme.

— Gracias gran Madre por traerlo de vuelta.

La preocupación se notaba en su voz, su agarre solo se hizo más grande haciendo que me asfixiara.

— Kiri.

Me soltó tomándome por los hombros y revisando desde mi cabeza hasta mis pies si tenía algún daño.