Capitulo 37 pt.1

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(Nota: Chic@s les recomiendo leerlo lento y tranquilos, está muy corto el capítulo, una disculpa por ello. Ahora si, disfrútenlo)

....

En el mauri del hombre, la tensión estaba en el aire a flor de piel, el menor estaba nervioso y no sabía muy bien qué decir o pensar, al contrario el mayor tenía muchas cosas por decir pero la mente le traicionaba teniendo enfrente a su compañero, había pasado casi dos semanas desde haberse visto y hablado en persona, y desde ese entonces no había día que el mayor no quisiera volver a ver a su chico.

Ambos estaban parados en el centro del hogar del mayor, estaba muy vacío el lugar lo notó Neteyam una vez que entro a este, no tenía muchas cosas y Ma'luk era de no ocupar mucho espacio, entonces en si el lugar se veía casi vacío y desolado, hecho un vistazo rápido por el lugar y le dio tristeza ver en la soledad que se encontraba su pareja, y peor aún, por su culpa.

Se suponía que él debería estar ahí, con él.

No abandonándolo.

Cuando se hace una unión espiritual con tu pareja de vida, lo último qué haces es alejarte de esta, y Neteyam solo había seguido sus impulsos haciendo de lado a su compañero.

"Soy un idiota" se dijo a sí mismo.

— Tey.

— ¿Mm?

— ¿Ya cenaste? —le preguntó el hombre con mucho interés.

— No, no tengo hambre.

— Debes comer cariño, te noto más...

— ¿Que? —preguntó desconcertado el menor.

— Delgado, ¿no has comido bien?

Y cómo mentirle, era cierto el cambio del físico del chico Sully.

Al paso de los días el que no comiera por las mañanas y mucho menos por las noches ocasiono que el cuerpo ya delgado del joven se volviera aún más delgado.

— No tengo hambre gracias —no quiso dar razón más alguna.

— Tienes que comer MaTey...

— De que quieres que habláramos —lo cortó enseguida.

El hombre soltó un suspiro ante la firmeza con la que hablaba el chico, quería estar bien con él, le dolía y costaba estar de esa manera lejos de él, quería volver a tenerlo al lado suyo, dormir con él, besarlo, tocarlo, lo extrañaba demasiado.

— No podemos estar así amor, sé que estuvo mal lo que hice, no habértelo contado todo, pero entiéndeme, ni yo sabía cómo decirlo, todo se volvió muy complicado —pasó sus manos por su pelo frustrado— pero de verdad ya no puedo, tenerte lejos me está matando MaTey.

Los ojos del muchacho se volvieron inquieto al escucharlo, su voz se volvía quebrada y se podía lograr escuchar la desesperación en esta, de nada le servía hacerse el fuerte, estaba en las mismas.

— Te di tu espacio, todo el que necesitaste, pero....

— Malú.

— No logro dormir en las noches, y es estresante levantarme sin verte al lado...

— Malú.

— Lo siento, pero no lo aguanto más, dime qué quieres que haga, ¿que hable con tu madre? ¿Con Jake? Dime qué hago para arreglarlo —la súplica se lograba ver en sus ojos lo que provocó caer al menor.

— Nada.

— ¿Que?

— Yo....lo siento.

El hombre no sabía cómo reaccionar, no esperaba tales palabras de su pareja, su desesperación y frustración eran lo demasiado grande como para no ver el rostro del chico, el cual estaba hundido en nostalgia y tristeza.

— No, Tey...

— ¡Lo intento Ma'luk!Intento cada día levantarme y tomar las fuerzas necesarias para seguir adelante sin ti....

— MaTey —lo llamó con miedo a su respuesta.

— Pero estás en cada maldito lugar de mi cabeza, no sabes cómo odio eso. Me duele que no me hayas contado lo de papá, supongo que fue duro para ti —empatizo— pero entiéndeme tú a mi Ma'luk, te estuve esperando por años hasta que me correspondieras, y tú también lo hiciste pero no por mi.

<<no fui tu primera opción, y lo comprendo, sé que él llegó mucho antes que yo.

— Perdóname.

— No me pidas perdón por amar a alguien Ma'luk, aún si no soy yo, me cegué por el estrés y la presión por no saber qué pensar ni que hacer en el momento —confesó con nostalgia— pero...te amo, y eso no va a cambiar aún estando lejos...

No lo dejó terminar, las manos del mayor tomaron de inmediato el rostro del menor y unió sus labios en un beso profundo y necesitado. Descargo toda esa tristeza y odio a sí mismo a un lado y simplemente le correspondió, él también lo necesitaba, lo extraña. No podía ni siquiera dormir, ni comer, todo su mundo giraba a su alrededor, y eso le daba miedo.

Neteyam se había vuelto algo indispensable, y no sabía qué hacer teniéndolo lejos, planeo hablar con el padre de éste en varias ocasiones, pero siempre le era difícil siendo este quien lo ignorara una vez se acercaba.

— Perdóname. Perdóname. Prometo no tener más secretos —suplicaba y prometía el mayor en una pausa del beso— no puedo vivir sin ti MaTey, solo eres tú, te prometo por mi gran Madre que siempre has sido solo tú. 

Te veo Ma'luk.

— Te veo MaTey.

Sus frentes se juntaron con amor y tranquilidad, volver a tener ese tacto que tanto esperaban era la gloria para ambos, Neteyam llevó sus manos al cuello de este y lo acercó aún más a él abrazándolo.

Amor.

— Mmm.

— Quiero que hables con mi mamá.












































Ma'luk se quedó quieto al oír sus palabras, no había vuelto a ver a la mujer desde aquella noche, y tampoco esperaba volver a verla, no podía, no sabía ni que cara poner o qué decir.

— ¿Malú? —rompió el abrazo alejándose un poco para ver su rostro.

La seriedad en este le preocupó, sabía que desde un inicio que no sería fácil, pero tenía la fe en que el hombre doblara su orgullo y hablara con su madre.

— Por favor —le pidió con mucha necesidad el menor.

Sus ojos se posaron en él, la profundidad con la que lo miraba era alucinante, tenía su brillo, ese brillo que tanto amaba al verlo, pero estaba esa pizca de resistencia que está poniendo ante la petición de su pareja.

— No puedo.

— Si, por favor Malu —pasó su manos por el rostro del mayor— dijiste que harías lo que quisiera, quiero que arregles esto.

— Ella no va a escucharme.

— Yo me encargo de eso, solo asegúrame que lo harás.

El suspiro salir del hombre le dio por entendido que se había rendido, movió su mano tomando la mandíbula del menor y lo acercó nuevamente uniendo sus labios, los saboreó y disfrutó de ellos después de tanto tiempo lejos, tenía que recuperar el tiempo perdido, y eso haría.

— Lo que tú ordenes, MaTey.






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MAKTUB: Neteyam SullyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora