Capítulo 39

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Desde el momento que despertó Neteyam sintió de nuevo el hueco en su pecho por la falta de presencia de su pareja, eso le dio la motivación de levantarse y ayudar a su madre con el almuerzo para ir a verlo de nuevo. Toda la mañana circuló con naturalidad, los Sully almorzaron con calma y entre una que otra interacción entre ellos.

Neteyam estaba listo para ir hacia el mauri de su compañero acompañado de pequeñas cosas de él, pero su padre lo detuvo antes.

— ¿A dónde vas hijo? —preguntó muy interesado el hombre.

— Eh...iré con Malú —dijo tímido el muchacho.

Desde la última vez que hablaron sobre su pareja de intermedio no le fue bien; su padre apenas se enteraba de tal confesión y al parecer no se lo tomó muy bien el que su hijo volviera con el hombre.

— No, tú madre dijo que tenías una comida con la familia del Olo'eyktan, ¿cierto?

— Si pero...

— Entonces ve con Aonung, tu hermano igual irá, debes estar al pendiente de él —le ordenó la última parte.

El hombre parecía poco interesado en saber sobre su ya no amigo, aunque hace días preguntará sobre él, no le gustaba hacerse la idea en la cabeza el que su hijo estuviera entrelazado con quien llegó a ser su hermano espiritual.

Sin embargo, su hijo ya no le permitiría su indiferencia y mandamientos, faltaban solo días para su cumpleaños número 18, su relación no se vería distanciada por el, ya no más.

— Bien, iré más tarde después de ir con Malú.

— Neteyam...

— Te veo más tarde padre, ya le avise a mamá —no lo dejó terminar, simplemente se fue.

Dejó su mauri a lo lejos después de varios minutos, los pensamientos del chico parecían estar navegando por la nubes sobre todos los sucesos en los últimos días, entre su reconciliación, y su madre.

Eso lo cegó completamente sin darse cuenta de su camino, cuando menos lo esperó terminó chocando con alguien causando que cayera al piso, el golpe fue duro provocando un dolor en su trasero al caer seco en la arena.

— Neteyam.

Los sentimientos se le voltearon al ver la persona de su choque, enfrente suyo estaba parado ofreciéndole su mano nada más y nada menos que el hijo del Olo'eyktan, quien lo miraba con mucha preocupación e interés de ayudarle.

Sin querer tocarlo o mirarlo Neteyam se levantó por sí solo, convencido el mayor se acercó para disculparse pero de nuevo el chico Sully le pasó de lado y lo ignoró.

— Neteyam, puedes hacerme caso.

La súplica le pudo causar lastima al menor, pero no lo hizo, simplemente siguió caminando sin hacerle caso, unos pasos más adelante el jaloneo en su muñeca causó que se intentara alejar por instinto.

— ¡Déjame!

Aonung al ver el rostro de miedo y asco que le tenía el muchacho solo lo soltó y se arrepintió totalmente de todo lo que había hecho, entonces empezó a disculparse sin parar.

— Lo siento Neteyam, solo quiero que hablemos...

— Por favor déjame tranquilo Aonung —pidió muy seriamente el muchacho.

— Perdóname, no volverá a suceder lo de la vez pasada lo prometo, perdóname Neteyam —intentó volver a tomar la muñeca del muchacho pero no lo logro.

— Así déjalo Aonung, solo no vuelvas acercarte a mí —le advirtió.

— Vamos Neteyam, amigos, solo quedemos como amigos —suplico el mayor.

MAKTUB: Neteyam SullyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora