Capítulo 29

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Dos meses más pasaron para que Neteyam se acostumbrara a la familia del Olo'eyktan, casi la mayoría de su tiempo se la pasaba fuera de su casa, si no estaba con Aonung, estaba junto a la tsahik en sus nuevas clases como aprendiz.

Las comidas habían cambiado a pasarlas con la familia de Aonung debes de pasarla con su propia familia, al principio fue regañado por su padre pero después de tal discusión de la última vez su esposa tuvo que intervenir y dejar que el muchacho tomara la decisión que creyera más conveniente.

Poco a poco su presencia en su hogar solo era conocida por las noches para dormir y en las mañanas para desayunar, de ahí en más se la pasaba fuera, su padre se resignó a darle su espacio, pero lo que no esperaba el chico fuera que eso mismo sería su consecuencia.

Se había quedado con un mal sabor de boca al enterarse de alguien más en la vida de su compañero, la tsahik en escasos momentos le platicaba sobre ello pero cambiaba rápido la conversación. Más al chico lo dejaba con una punzada en el pecho cada que se enteraba de algo nuevo, empezó a dudar si en verdad Ma'luk le había correspondido por amor o por querer sanar SU corazón, ¿lo había utilizado? No le importaba quien fuera, si no la falta de confianza que le tenía, y pero aún saber si realmente su amor era mutuo y sincero.

— ¿A dónde vas? —preguntó su padre interesado.

— Iré con el Olo'eyktan —explico de mala gana.

— ¿A que?

— Me enseñará cómo es la cacería de aquí —contestó cansado— no me esperen para la cena.

— Hijo...

— Adiós madre —solo se despidió de su madre y salió rápido del mauri.

Durante su camino estuvo pensando en la forma en que había cambiado su actitud su padre, llevaban días que lo trataba a través de regaños y otros donde solo olvidaba que existía. Pero hoy, le había hablado de forma...tranquila, y eso le preocupaba.

Al llegar al hogar de él Olo'eyktan este mismo ya estaba afuera esperándolo junto a su hijo.

— ¡Neteyam! —lo llamaron muy animadamente.

Sonrió ante la actitud alegre y se dejó guiar por estos, lo llevaron a la costa donde antes de entrar al mar le explicaron que debía hacer para cazar bajo el agua y qué cosas no debía hacer. Siempre que pasaba su tiempo junto a ellos se sentía muy cómodo y agradable, Aonung con más confianza habían momentos donde era cariñoso con él, no le molestaba siendo que el chico pez unos días antes le dijo que eran "mejores amigos".

Una pequeña, mínima, escasa pizca en su corazón aún extrañaba y necesitaba a cierta persona, pero había aprendido a sanar para sí mismo, aparte que las dudas y el dolor hacia él era aún más fuerte que su gran y profundo amor.

Por qué si, Neteyam se había sentido utilizado.

Y no había alguien o algo que le aclara las dudas y angustias, solo se quedaba él solo con la pregunta en la cabeza.

— ¿Quieres cenar con nosotros hijo?

— No quiero ser una molestia Olo'eyktan.

— Nunca serías una molestia, hijo.

El chico sintió como si le hubieran picado el corazón, las palabras del hombre lo llenaron de nostalgia y tristeza, cuánto hubiera dado por qué su padre le dijera eso, o mínimo se lo demostrará.

Lo único que hacía era recalcar sus errores y problemas, y cuando tenía a alguien quien sanaba todas aquellas heridas también se lo quitó, sin piedad alguna le tuvo a su persona.

MAKTUB: Neteyam SullyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora