[2 años después]
Para desgracia de muchos, el último año de instituto había tenido el reparto de clases más inesperado posible. Martin, Chiara, Ruslana, Juanjo y Violeta se encontraban cruzando la misma puerta de la que sería su clase aquel último curso.
Aunque el odio había quedado atrás, el rencor siempre estaba presente, provocando tensión entre algunos integrantes, entre los de siempre, Juanjo y Martin, y Chiara y Violeta. Ruslana siempre fue el íntermediario, aunque lo agradecían, sin ella bastantes peleas hubiesen terminado horrible.
Violeta había tomado la decisión de esconder sus sentimientos por Chiara, consciente de que su amor no correspondido solo le traería dolor y complicaciones. Durante años, se esforzó por ocultar cualquier indicio de sus emociones, ocultándolas bajo una máscara de indiferencia. Cada vez que su corazón latía más rápido al ver a Chiara, lo reprimía, enterrando esos sentimientos más y más profundo hasta que llegó a convencerse de que había logrado olvidarla por completo.
Hace seis meses, Violeta conoció en verano a Natalia, una chica de otra clase. Natalia era todo lo que Violeta necesitaba en ese momento: atenta, cariñosa y con una sonrisa que podía iluminar los días más oscuros. Lentamente, Violeta comenzó a abrirse a la posibilidad de un nuevo amor. Las dos chicas empezaron a pasar más tiempo juntas, y lo que comenzó como una simple amistad floreció en una relación romántica. Violeta se sintió aliviada, creyendo que su corazón finalmente había encontrado un nuevo rumbo, uno que no estaba atrapado en el dolor del amor no correspondido por Chiara. Sin embargo, en lo más profundo de su ser, una pequeña parte de ella aún guardaba aquellos sentimientos ocultos, temiendo el momento en que podrían resurgir.
Por otro lado, Martín había recorrido un largo camino para aceptar completamente su sexualidad. Después de años, finalmente decidió ser honesto consigo mismo y con los demás. Con el corazón latiendo con fuerza, se armó de valor y se lo contó a su familia. Aunque algunos reaccionaron con sorpresa, la mayoría le ofreció amor y apoyo incondicional. Este acto de valentía le dio fuerzas para compartir su verdad con el resto de sus amigos, ya que Violeta y Chiara lo sabían mucho antes, quienes también lo aceptaron y lo respaldaron sin reservas.
Decidido a vivir su vida con autenticidad, Martín ignoró los comentarios malintencionados que surgieron en su entorno, enfocándose en la felicidad que sentía al ser fiel a sí mismo. Fue en el club de teatro de la escuela donde conoció a Cris, un chico con una sonrisa contagiosa y una pasión por la actuación que igualaba la suya. Empezaron a pasar tiempo juntos, ensayando escenas y compartiendo risas, y rápidamente se dieron cuenta de la conexión especial que tenían. Aunque no habían definido su relación oficialmente, las citas con Cris eran un refugio de alegría y comprensión para Martín.
Este nuevo vínculo con Cris también ayudó a Martín a desviar su atención del atractivo que siempre había sentido por Juanjo, pero que nunca tuvo la valentía de verbalizar con nadie.
— Qué emoción compartir nuestro último año juntos. – dijo sonriente Ruslana, todos le miraron rodando los ojos, era la única que se alegraba de la noticia.
— Lo único bueno de este año es que la optativa es música Rus. – Chiara intentó suavizar el duro golpe de tener que compartir clase con Violeta.
— Os odio, aguafiestas. – Ruslana se cruzó de brazos y tomó asiento al lado de Bea.
Juanjo y Violeta compartieron asiento, aunque en el fondo le agarraron cariño a su compañero de sitio de otros años, pero Chiara y Martin también se sentaron juntos, ya que era su último año, que mejor que pasarlo juntos.
Con el paso de las semanas, la clase encontró una especie de equilibrio, donde las diferencias entre Martín, Juanjo, Violeta y Chiara parecían atenuarse por la rutina escolar. Aunque las tensiones subyacentes persistían, lograron mantener una coexistencia relativamente tranquila. Sin embargo, algunos roces eran inevitables.
ESTÁS LEYENDO
Lost of my Life
FanfictionHistoria sobre los Kivimajos. Chiara, Martin, Juanjo y Violeta han sido vecinos desde que tienen conciencia, pero no han tenido una relación cordial, al contrario, se odiaban mutuamente. Chiara y Martin detestaban a Juanjo y Violeta Juanjo y Violet...