Chiara y Violeta le enseñaron los avances de su canción a Manu, quien las felicitó con entusiasmo por el buen camino que estaban siguiendo.
—¡Está increíble! —exclamó Manu, admirando el progreso que habían hecho—. Van por muy buen camino, chicas.
Animadas por las palabras de Manu, decidieron que, al tener más tiempo para entregar el proyecto, podrían aprovechar y, si terminaban pronto, presentar la canción con un videoclip.
—¿Te imaginas? —dijo Violeta con una sonrisa entusiasta—. Podríamos hacer un videoclip y darle un toque aún más especial.
—¡Sí! —respondió Chiara con ojos brillantes—. Podríamos pensar en una buena historia para el video, algo que realmente transmita lo que sentimos con la canción.
Manu asintió, apoyando la idea con entusiasmo. Sabían que no solo se trataba de hacer una buena canción, sino de crear una experiencia completa que capturara la esencia de su trabajo y su conexión.
Chiara pensó en cómo sería grabar un videoclip reflejando sus sentimientos hacia Violeta. Se le ponían los pelos de punta solo de imaginarlo. Cantar junto a Violeta ya era un desafío emocional, pero grabar un videoclip con ella... eso era otra historia. La idea de capturar en video lo que sentía por Violeta, de plasmar en imágenes sus emociones más profundas, la llenaba de una mezcla de emoción y nerviosismo.
—¿Te imaginas cómo sería? —le dijo a Violeta, intentando disimular el temblor en su voz—. Un videoclip que muestre todo lo que queremos transmitir con la canción.
Violeta la miró con una sonrisa, sin notar el torbellino de emociones que Chiara intentaba esconder. La idea también la emocionaba, pero para Chiara era algo mucho más profundo. No solo se trataba de un proyecto artístico; era una oportunidad de expresar, aunque fuera indirectamente, lo que sentía por Violeta.
—Sería increíble —respondió Violeta, entusiasmada—. Tenemos que pensar en algo realmente especial.
Chiara asintió, intentando mantener la compostura. Sabía que este proyecto podría ser una experiencia transformadora, tanto musical como emocionalmente. Y aunque la idea de estar tan cerca de Violeta, de compartir esos momentos intensos y significativos, la llenaba de ansiedad, también la hacía sentir viva.
— ¿Seguimos la canción esta tarde? – preguntó Chiara.
— Es que... – Violeta llevó su mochila al hombro y miró a la ojiverde.
— Has quedado con Natalia. – Dijo Chiara apretando los labios.
— Sip, pero te prometo que mañana estoy disponible entera para tí.
La ojiverde se sonrojó ante lo dicho por la pelirroja, ojalá tenerla siempre disponible para ella, Natalia empezaba a ser una molestia muy grande.
Horas más tarde, Chiara recibió una llamada de Martin. Su mejor amigo sonaba preocupado al otro lado de la línea.
—Chiara, ¿tienes un momento? —preguntó Martin, con la voz un poco temblorosa.
—Claro, Martin. ¿Qué pasa? —respondió ella, notando la tensión en su tono.
—Es sobre Juanjo. Hemos estado ensayando God Only Knows y, aunque la actuación ha mejorado, todavía hay algo que no termina de cerrar. No sé, siento que no estamos conectando del todo —confesó Martin.
Chiara reflexionó por un momento antes de responder.
—Quizás lo que necesitan es pasar más tiempo juntos fuera de los ensayos. ¿Qué tal si lo llevas al cine? —sugirió.
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Lost of my Life
FanfictionHistoria sobre los Kivimajos. Chiara, Martin, Juanjo y Violeta han sido vecinos desde que tienen conciencia, pero no han tenido una relación cordial, al contrario, se odiaban mutuamente. Chiara y Martin detestaban a Juanjo y Violeta Juanjo y Violet...