Una historia irreal. {MUERTA, MÁS NO CANCELADA}

Capítulo 26: Rencor

Pasaron meses. Aún no hemos encontrado la ubicación de Alfred y toda su estupidez de laboratorio, experimentos, bla bla bla... demasiadas cosas. Hemos investigado junto a Meowscarada. El final de nuestro viaje está por llegar a su fin. Sólo quiero encontrarlo para demandarlo con las autoridades, eso que hace él es, obviamente, ilegal.

No he sabido absolutamente nada de Aron, mucho menos de Jolteon. Esa vez que la vi con ese vendaje tapando su ojo me dejó saber que algo andaba mal. Estoy casi completamente seguro de que Aron le hizo algo a Jolteon. Hasta el día de hoy me preocupo. Últimamente, Meowscarada y yo hemos estado muy ocupados en el tema de investigar la posible ubicación de Alfred y su laboratorio. Ahora mismo nos encontramos en una de nuestras investigaciones junto a Meowscarada. Estamos en un bosque algo lejano al hotel en el que nos alojamos.

-M-mike, mira...

Me acerqué. Meowscarada me señaló una dirección. Intentaba ver qué era lo que Meowscarada me quería mostrar.

-¿Qué pasa? -pregunté-

-E-es Aron y...

Meowscarada no terminó su oración. Toda mi atención se centró en el lugar que Meowscarada aún señalaba. Hasta que me di cuenta.

-Acaso es... ¡¿el profesor...?!

Escuché dos disparos. Sentí un gran dolor en mi brazo derecho y en la zona izquierda del pecho. Caí de rodillas al suelo. Me costaba mucho respirar. Solté sangre por la boca y comencé a toser. Meowscarada, con preocupación, se arrodilló frente a mí hablándome en un tono muy fuerte.

-¡Mike! ¡A-arriba! ¡Vamos! ¡Mike...!

Veo borroso. Me cuesta mucho respirar. Estoy tosiendo sangre.

-¡Mike! ¡P-por favor, resiste...! ¡...Mike...!

Estaba en la sala de espera del hospital. Esperaba con ansias y llena de pánico las noticias de los doctores. Vi a una doctora entrar a la sala de espera.

-Meowscarada, venga, por favor.

Accedí y lo seguí. Caminamos y llegamos a la habitación en la que se encontraba Mike. Casi corriendo, me acerqué a su camilla. Él estaba con oxígeno y se encontraba inconsciente.

-Mike tenía un disparo en el brazo derecho y una perforación leve en el pulmón izquierdo. Si usted hubiera tardado tan solo unos segundos más, él ya habría fallecido. Necesita reposo absoluto. Estará hopitalizado por un tiempo indefinido.

Yo, llorando y mirando a Mike, dije:

-Mu-muchas gracias, d-doctora...

Desperté. Estaba en una camilla. Tenía puesto oxígeno. Miré a mi lado y me di cuenta de que estaba Meowscarada sentada en una silla, mirándome. Cuando la vi, ella rápidamente comenzó a llorar y se levantó de su silla. Se acercó a mi y, mientras lloraba, me dijo:

-M-mike... al fin despiertas...

Entró una doctora a la habitación.

-Oh, despertaste. 

Se acercó a mi y me quitó el oxígeno con lentitud. 

-¿Puedes respirar?

-S-sí...

-Muy bien. Pasó un mes desde que recibiste ese daño. Tenías una bala incrustada en tu brazo derecho y otra perforó muy levemente tu pulmón izquierdo. Tuviste suerte de que tu pokémon te trajo rápidamente hasta aquí.

-Me-meowscarada... y-yo... no sé cómo agradecert...

Meowscarada me interrumpió. Se secó sus lágrimas y, con un tono suave, maulló. Supe que no quería hablar, así que solo acentí con la cabeza.

Luego de un par de días, me dieron de alta. Estábamos en el hotel junto a Meowscarada platicando. Yo estaba acostado reposando mi cuerpo, aún debo recuperarme completamente.

-Y bien, Mike... ¿recuerdas cuando me dijiste en el hospital que no sabías como agradecerme?

-S-sí.

-Pues... creo que te pediré algo muy simple...

-¿Algo c-como qué?

Meowscarada se acercó a mí y me plantó un gran beso en los labios. Luego de unos segundos se apartó. Ella tomó un gran respiro y, con una expresión algo preocupada en su rostro, me dijo:

-Mike... creo que... el que te disparó fue... Aron...

Con un tono entrecortado, dije:

-¿A-aron...? N-no es... ...verdad...

No podía creerlo. No podía creer lo que Meowscarada me estaba diciendo. 

-M-meowscarada... dime que es una broma.

-No, Mike... es verdad... lo vi...

Sin decir nada más y con una expresión seria, asentí con la cabeza ligeramente. Siento que un ligero odio comienza a generarse en mi interior. Algo como... rencor.