Capítulo 16: Lujuria en medio del frío montañoso.

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Advertencia: Este capítulo contiene escenas eróticas, además de escenas sexuales explicitas. Se recomienda discresión. Sin más, comenzemos.

Luego de haber fortalecido a Buneary, y que ella evolucione a Lopunny, me sentí muy feliz al saber que Meowscarada se preocupa tanto por mí. Aún que ella sea algo celosa, eso no le quita lo lindo de todo esto. Me siento muy especial con ella y sus celos... Con tal de que esto no se vuelva obseción, o poseción obcesiva, está bien.

Continuando nuestro camino subiendo la montaña junto a Meowscarada y los demás, comenzamos a sentir frío. Un frío acompañado de un fuerte viento. Al yo estar ya con un abrigo y bufanda, no me afectó demasiado. Comenzé a temblar un poco del frío, pero seguí caminando. Mis piernas estaban temblorosas.

- Oye, Mike...

- ¿Qué pasa, Meowscarada? ¿T-Tienes frío?

- ¿Tú sí?

- S-Sí.

Mi voz estaba algo temblorosa. Sin embargo, eso no detiene mi paso.

Meowscarada se acercó a mí, y me rodeó con sus brazos, formando de esa manera, un abrazo. Lo suficiente fuerte para mantenerme algo caliente.

El viento resoplaba con fuerza. Moviendo mi pelo con fuerza. (Por cierto, en este momento, tenía el pelo algo largo, por lo tanto, se movía mucho con el viento.) Caminamos y caminamos... Con paciencia por la montaña.

Aron me miró, y nos vió a Meowscarada y a mí abrazados caminando, y nos habló.

- M-Mike, ¿estás c-calentito?

Su voz se oía temblorosa. Tal vez el frío también le estaba afectando.

- S-Sí...

- S-Se n-nota.

Aron seguía con Jolteon en sus hombros, Jolteon se aferraba a él, abrazándolo con sus patas traseras, y abrazándo su cabeza con las delanteras para no caerse de su espalda. Se veían tan lindos esos dos juntos.

Estuvimos horas caminando por la montaña. Obviamente nos deteníamos a descansar y comer algo de vez en cuando. Hasta que encontramos a un señor, se veía de una avanzada edad. Él, descansaba sentado sobre una roca. No soy de platicar mucho, pero me acerqué a él y le hablé.

- B-Buenas tardes, caballero.

El señor me miró, y una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro. Su sonrisa me llenó de esperanza.

- Buenas tardes, joven. ¿Qué se le ofrece?

- Me preguntaba, ¿qué hace aquí, en el frío? Puede enfermar...

- Ah, vivo aquí cerca. Hay un par de cabañas cerca de mi cabaña, pero nadie vive ahí... Pueden quedarse ahí si gustan. No me vendía mal algo de compañía...

- Muchas gracias caballero, de verdad, se lo agradezco mucho.

- No hay problema, joven. Aproposito, ¿cuál es su nombre?

- Me llamo Mike. ¿Y usted?

Él, agarró un bastón, se apoyó en el, y se levantó de la roca. Él era un poco más alto que yo. 

- Me llamo Franco, pero puedes llamarme Frank.

- Un placer conocerlo, Frank.

- Es un placer también, Mike.

Una historia irreal. {MUERTA, MÁS NO CANCELADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora