Capitulo 4: Preparandonos

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Pasaron pocos dias, el dia de partida se acercaba cada vez más, yo por mi parte, me sentía feliz, por que al fin podré salir a explorar, y dedicarme a algo que de verdad me gusta, solo entrené a Meowscarada, me la regalaron cuando tenía 12 años, siempre fuimos muy unidos. En fin, yo estaba empacando mis cosas en mi habitación, tenía una mochila roja empaqué, mi ropa, y mis cosas importantes para comenzar el viaje al cabo de unos dias. Meowscarada me estaba ayudando a empacar.

- Meowscarada, ¿has visto mis pokeballs?

- ¿No las tienes allí abajo?

- Ya las busqué abajo.

- Tontito...

- ¿Okey?

Recuerdo que tenía unas cuantas pokeballs vacías guardadas, pero no recuerdo exactamente donde, mi memoria no es muy buena para recordar cosas.

- Eh... ¿Donde las dejé?

- ¿De verdad no lo recuerdas?

- No lo recuerdo, mi memoria es terrible.

- No digas eso.

- Bien...

Yo seguí buscando, hasta que tocaron la puerta de la habitación, dejé lo que estaba haciendo, y me acerqué a la puerta, abrí la puerta, y como era ya más que obvio, era mi madre, con una bolsa con aproximadamente 7 pokeballs.

- Hijo, encontré esto, supongo que te servirá.

- ¡Gracias mamá! ¡Justo eso estaba buscando!

Le dí un fuerte abrazo a mi madre, y tomé la bolsa.

- De nada hijo, continua con lo tuyo. 

- Bien mamá. 

Mi madre cerró la puerta, y metí las pokeballs a mi mochila.

- Meowscarada, creo que estamos listos. 

- ¿Seguro? ¿No te falta nada?

- Eh... Me hiciste entrar en duda.

Revisé detenidamente mi mochila, y me di cuenta que me faltaba un par de calcetines.

- Oh, gracias Meowscarada.

- ¿Porque?

- Por ayudarme a percatarme de que me faltaba un par de calcetines.

- Oh, de nada, supongo.

Empaqué mi par de calcetines faltante, y estaba listo, listo para comenar el viaje en unos dias. Cerré mi mochila, y la dejé en una esquina de la habitación, y me senté en mi cama. Meowscarada al ver que me senté en mi cama, se sentó a mi lado, y apoyó su cabeza en mi hombro, me recordó a la última vez que lo hizo mientras miraba un documental, me sonrojé un poco, pero la dejé hacerlo nuevamente.

- Mike, estoy ansiosa por comenzar nuestro viaje...

- Yo igual, Meowscarada.

Meowscarada se acurrucó más en mi hombro, y se sonrojó un poco.

- Meowscarada, noto que te gusta estar en mi hombro.

- Se siente cómodo...

- Oh, gracias, supongo.

Meowscarada se sonrojó un poco más, y me abrazó.

- M-Meowscarada... ¿Acaso quieres un abrazo?

- S-Si...

- Bueno, no me niego.

La abrazé de vuelta, y ella se veía feliz de que la abrazara, así que me dispuse a mantener el abrazo.

- Me encantan los abrazos, Mike.

- Ya lo sé, Meowscarada.

- Mike... ¿No te parece curioso que nuestros nombres comienzen con la letra "M"?

- ¿Como sabes leer?

- Eso es otro tema.

- Bien, bueno, supongo que es coincidendia sin más.

- Supongo...

El abrazo se prolongó por un par de minutos, hasta que Meowscarada me soltó, y me miró.

- Quiero que los dias pasen pronto.

- ¿Porque?

- Por el comienzo de nuestro viaje tontito.

- Ah, yo igual.

Un rato de estar platicando sobre nuestro viaje, y mi camino a ser un entrenador pokémon, recordé que tenía una cosa para Meowscarada.

- Oh, recordé algo, Meowscarada.

- ¿Y que es?

- Es algo que te tengo guardado, recién lo recordé.

Me levanté de la cama, abrí mi cajón, y saqué una bufanda verde oscuro.

- Toma Meowscarada, una bufanda.

- ¡Muchas gracias!

Le dí la bufanda a Meowscarada, y ella me miró, y me habló nuevamente.

- Mike, pero estamos en verano... 

- Es para el invierno, para cuando haga frío.

- Ya veo, ¡muchisimas gracias, Mike!

- De nada, Meowscarada, es un placer.

Se levantó rapidamente de la cama, y me dió un pequeño beso en la mejilla antes de salir de la habitación, yo me sonrojé fuertemente, y mi corazón se aceleró.

- E-Eh... C-C-Cuand-

No sabía que decir en ese momento, me puse tan rojo, que parecía un tomate. Aún que de cierto modo, me sentí como... Contento al respecto, y un poco sorprendido.

- Q-Q-Que... M-Meowscarada... 

Yo salí de la habitación aún sonrojado, y bajé las escaleras, ahí estaba mi madre hablando con Meowscarada, mi madre me vió y me saludó.

- Hola hijo, ¿como estás?

- H-Hola m-mamá...

- ¿Porque tan sonrojado?

- N-Nada... S-Solo calor.

- Calor, si claro.

Meowscarada me miró y se sonrojó un poco, mi madre no lo notó, solo me siguió hablando.

- Bien hijo, como ya sabes, en pocos dias comenzará su viaje, así que, cuidate mucho, ¿sí? No podré despedirme, ya que tengo que trabajar, además de que tengo que hacer horas extras. Así que mejor me despido ahora, adiós hijo, adiós Meowscarada.

- B-Bien...

Mi madre soltó unas lágrimas y me abrazó, yo la abrazé de vuelta.
Meowscarada se sonrojó un poco más, supongo que fue por el beso en la mejilla que me dió.
En fin, nuestro viaje iba a comenzar al cabo de unos dias, yo y Meowscarada estabamos muy emocionados, estas últimas noches en casa, yo y Meowscarada dormimos juntos abrazados.

Una historia irreal. {MUERTA, MÁS NO CANCELADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora