Capítulo 25: Calma

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Éste capítulo contiene escenas eróticas. Se recomienda discreción.

Mike ha estado algo dormilón últimamente. Cada vez que se despierta parece un anciano gruñón. Lo amo mucho, pero está muy gruñón. Incluso conmigo. Sé que sólo han pasado dos días y estamos llegando a Hoenn. Pero, Mike en estos dos días como ya dije ha estado muy dormilón y gruñón. Como si algo le estuviera afectando. Me siento algo abrumada por su actitud. Recuerdo que una vez se veía algo decaído, pero tan solo era sueño. Sin embargo, él ha dormido demasiado. Casi todo el día duerme y duerme. No ha hecho casi nada. La única excepción es para comer.

Las veces en las que he hablado con él sólo menciona a Aron. Aron aquí, Aron allá... Creo que él está muy afectado por haber "perdido" a su mejor amigo. Mike en una de esas interacciones conmigo mencionó algo sobre Alfred. Dijo que lo iba a ir a buscar. Y que no quería volver a ver a Aron. Pero, ¿por qué me dijo que no lo quería volver a ver, después de hablar como si lo extrañara? Curioso.

Quiero hablar con él. Quiero preguntarle si necesita algo. Quiero abrazarlo y susurrarle palabras de apoyo. Quiero besarlo. Quiero que me toque. Quiero que me agarre y me diga que me ama. Quiero... muchas cosas con él.

Lo he visto leyendo un libro. Ese libro lo analicé un poco y lleva por título "Las aventuras de un chico en apuros". Ese título me agrada. Supongo que trata de aventuras, o algo así. De cierto modo, se nota que Mike le tiene mucho cariño a ese libro. Sólo lo saca de su mochila para leer un rato y después lo guarda. Se nota casi de inmediato que lo cuida mucho.

Tengo sueño. Mucho sueño. Iré a la habitación para ver a Mike, y de paso dormir junto a él. Caminé por los pasillos del barco y llegué a la habitación. Abrí la puerta y entré. Vi a Mike acostado en la cama. Él estaba acostado de lado, mirando a la pared. Cerré la puerta, y caminé en silencio hacia la cama. Me arropé a su lado, y me acomodé para dormir. Me acosté mirando en dirección opuesta a la que estaba mirando Mike.

Estuve un rato acostada con los ojos cerrados. El sueño me estaba ganando. De sorpresa, sentí como Mike se había dado vuelta y me abrazó. Su cuerpo se pegó al mío. Él me había abrazado rodeando sus brazos por la zona de mi cintura. Estábamos tan pegados que sentía su miembro rozar mis nalgas. Si no fuera por el pijama que él traía puesto, él ya me habría penetrado. Su miembro estaba ya erecto. Me excité demasiado. Mi mente se inundó de pensamientos eróticos.

Mike volvió a quedarse dormido. Mis expectativas se habían desvanecido de golpe. Sin embargo, su miembro seguía en esa zona. No me aparté. Luego de un rato me quedé profundamente dormida.

Al cabo de unas horas, desperté. Finalmente habíamos llegado a Hoenn. Estoy ansiosa por explorar esta región.

Desperté a Mike con un beso en la frente. Él despertó con un pequeño rubor en sus mejillas, pero aún mantenía su carácter. No me importó. Mike se cambió la ropa rápidamente y agarró sus cosas. Nos bajamos del barco rápidamente. Estábamos en las costas de Hoenn. Se veía hermoso. Mike dijo en un tono serio:

-Vamos a buscar a Alfred.

Yo, algo asombrada, lo miré algo molesta. No le permitiré ir así como así. Primero quiero platicar con él. Quiero saber qué es lo que lo tiene así de gruñón, se podría decir. Yo le dije en un tono coqueto:

-Mike, ¿qué te tiene tan aferrado a ese objetivo? Estás demasiado estresado... déjame relajarte un poco. Meow~

-No es el momento. Déjame ir para all...

-¡No! ¡Mike, eso puedes hacerlo en otro momento! 

-...

Mike no dijo nada. Sólo mostró un rostro de enojo y frustración. Dijo en un tono lleno de frialdad:

-Déjame.

Está actuando indiferente. Esa palabra me hizo sentir una punzada en el pecho. ¿De verdad está tan aferrado a ese objetivo? Una pequeña lágrima salió de mi ojo. Comencé a sentir algo de enojo.

Me abalancé sobre él, casi botándolo al suelo. Lo abracé con fuerza, inmovilizándolo. Siempre fui más fuerte que él. Lo abracé con amor. Una vez lo hice, logré ver un gran rubor en sus mejillas. Su rostro enojado había cambiado por uno más calmado. Dijo con una voz casi entrecortada:

-¿Qu-qué...?

Al momento de abrazarlo, noté como él estaba tenso. Tenso como si hubiera estado expuesto al estrés por mucho tiempo.

-¡Mike, dime ya mismo qué es lo que te tiene así! ¡Sé que no estás bien!

Comencé a ver como su rostro reflejaba entre tristeza y seriedad. Sé que él no es de los chicos que lloran muy a menudo. Él estaba comenzando a llorar. Lo abracé con más fuerza, pero no la suficiente como para lastimarlo. Mi expresión se suavizó casi de golpe.

-Cuéntame, Mike... te escucharé e intentaré ayudarte en lo que pueda, cariño.

-Y-yo...

Mike sollozando me dijo:

-Yo... no l-lo sé... s-sólo... tengo tantas cosas en la cabeza que mi actitud comenzó a...

Le di un beso en los labios, sin dejarlo continuar. Prolongué el beso por unos largos segundos y, con un tono relajado le dije:

-Tranquilo... sólo debes calmarte.

Se separó un poco del beso, y lo miré. Sequé sus lágrimas.

-¿Por qué no olvidas esto y... nos besamos de nuevo?

-Sí...

Lo agarré del mentón, y comenzamos a besarnos de nuevo. Nos dimos besos continuos llenos de amor. Eran algo ruidosos. Luego de un rato, nos separamos un poco. Jadeábamos un poco y un hilo de saliva unía nuestras bocas. Al parecer, logré que Mike se calmara. Quiero pensar que volverá a ser el chico lindo que era antes. Le susurré al oído:

-Te amo, Mike. Quiero tenerte a mi lado siempre...

El me susurró de vuelta:

-Yo también a ti, Meowscarada. Me siento... mejor. Gracias... me siento con más... calma...




Una historia irreal. {MUERTA, MÁS NO CANCELADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora