Descendía a una velocidad constante entre los edificios en estado avanzado de deterioro, mientras el vapor, que subía, creaba una atmósfera de alta humedad. Con habilidad, evitaba los tendidos de ropa suspendidos entre los edificios, lo que requería una precisa coordinación motora y una percepción espacial aguda. Los tubos de neón fluorescentes, ubicados estratégicamente en los departamentos, emitían una combinación de longitudes de onda que generaban diferentes tonalidades, proporcionando iluminación artificial al entorno. Simultáneamente, las fachadas de los edificios estaban adornadas con anuncios holográficos luminosos, utilizando tecnología de proyección y refracción de luz para crear imágenes tridimensionales que capturaban la atención del espectador.
Este descenso rápido implicaba una adaptación perceptiva y motora acelerada para navegar eficientemente por el entorno complejo y dinámico de la ciudad, a media altura, otros nano-drones seguían rutas predefinidas, ejecutando sus labores urbanas con precisión mecánica. El constante zumbido de sus motores eléctricos llenaba el aire, entrelazándose con el sonido proveniente de las voces robóticas publicitarias y el bullicio ascendente de la vida urbana que se intensificó a medida que descendía, también sonidos de sirenas de emergencia se unían a la tonada de vez en cuando y el vapor que se alzaba desde las alcantarillas, ahora más cálido debido al calentamiento de las aguas residuales radiactivas que transitaban por las tuberías subterráneas, añadía una capa adicional a la atmósfera. Este vapor, impregnado con un olor desagradable y penetrante, se entremezclaban con los aromas típicos de la ciudad, creando una experiencia sensorial desafiante para quienes transitaban por la zona. La amalgama de sonidos mecánicos, olores discordantes y la actividad frenética de los transeúntes delineaba un paisaje urbano tanto único como inquietante.
Al otro lado de la calle, en medio del bullicio urbano, el edificio A 34527 se alzaba, aparentemente igual a sus vecinos. Un detalle llamativo era un cartel de propaganda con el logo holográfico en verde neón de OZYRIS Corporación, destacando en su fachada entre los tubos fluorescentes de neón rosa o azules, otros rojos y algunos verdes que adornan los alrededores. La entrada principal del edificio daba directamente a la avenida Libertador, una arteria importante de la ciudad, lo que añadía una conveniencia adicional a su ubicación. En ese instante fugaz, en medio del frenesí de la ciudad, el pequeño pero potente nano-dron detiene su avance frente al edificio. Es entonces cuando, con sus sensores de alta tecnología, inicia un minucioso escaneo del entorno. La luz verde tenía una precisión casi quirúrgica, los sensores del nano-dron exploran cada grieta, cada esquina del edificio, revelando detalles imperceptibles para el ojo humano. Cada destello de luz, cada sombra, es analizado con meticulosidad. El zumbido de sus motores se funde con la electricidad de las conexiones colapsadas, creando una sinfonía tecnológica en medio del bullicio urbano. Poco a poco, el edificio revela sus secretos al nano-dron. Los datos recopilados se traducen en una imagen detallada de su interior: el quinto piso, apartamento 508, donde reside el individuo objetivo. Es un proceso rápido pero preciso, donde cada milisegundo cuenta en la búsqueda de su objetivo. Luego con destreza, navegó por las agrietadas escaleras angostas y húmedas, los muros de cemento, mayormente adornados con variados grafitis, muestran evidentes signos de desgaste. A lo largo de su ascenso hasta el quinto piso, los antiguos tubos fluorescentes deteriorados de neón rojo parpadean intermitentemente . En el quinto piso, se despliega un pasillo estrecho pero prolongado.
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Agente ARGO (Versión Original)
Science FictionEn un mundo arrasado por la guerra, Argo se entrena para convertirse en un agente de élite, la última línea de defensa de la humanidad. Con el futuro de su gente en juego y sombras acechando en cada esquina, deberá superar pruebas letales y enemigos...