Cap.03 Pt.02

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Mágicamente, ninguno de ellos percibió la presencia del imponente domo al que se dirigían desde el camino sur. Su estratégica ubicación lo envolvía con maestría entre la densa vegetación circundante, mientras el paisaje cautivador los hechizaba y sorprendía en cada instante. Solo cuando el teleférico comenzó a detenerse en el andén, todos pudieron sentir la impactante presencia de la estructura. De repente, emergió majestuosa ante sus ojos, como un monumento de grandeza surgido de la misma esencia de la naturaleza que lo rodeaba. Con cada segundo que pasaba, la emoción de los niños se intensificó mientras el teleférico se detenía finalmente en el andén. Habían olvidado por completo el hambre y cualquier otra necesidad personal, sumergidos por completo en el viaje y en la anticipación del momento que se avecinaba. Finalmente, las grandes compuertas transparentes del lado izquierdo se abrieron de par en par, liberando el paso de cientos de niños y niñas vociferantes y rebosantes de energía. Su entusiasmo era contagioso, palpitar de corazones acelerados y risas llenas de alegría, como si estuvieran entrando a un parque de diversiones del antiguo mundo, lleno de maravillas por descubrir. Sin dudar ni un instante, Argo emprendió su avance, pues por fin había llegado el gran día. Aceleró el paso entre la fila abarrotada de gritos y empujones, algunos llenos de felicidad y otros maravillados por los nuevos olores de la naturaleza que los rodeaban. Cada aroma era una revelación, cada sonido una melodía única en su belleza. Así, avanzaron hasta llegar a la entrada, donde fueron envueltos por sonidos y aromas selváticos, preciosos y cautivantes. Las grandes compuertas del domo se abrieron con gracia, anticipando la llegada del primer grupo de niños y niñas. Al adentrarse, se encontraron con un lobby imponente, amplio e iluminado, con muros blancos que se extendían hacia el cielo y pilares de metal reluciente que parecían sostener el peso del mundo. En este majestuoso espacio, veinte nano-drones se movían con elegancia, sirviendo una exquisita comida de bienvenida dispuesta sobre una gran mesa desplegada para la ocasión. Con alegría palpable, todos se ubicaban en sus puestos, deleitándose con la exquisita comida servida por los nano-drones. Sin embargo, algunos, con notoria prisa por satisfacer sus necesidades, consultaban con urgencia a los nano-drones sobre la ubicación de los baños. Mientras Argo disfrutaba plácidamente de su comida, una voz suave resonaba a través de los altavoces, extendiendo una cálida bienvenida y ofreciendo instrucciones para los recién llegados. Al terminar de comer, se les instaba a dirigirse a los mesones de información dispuestos a lo largo del lobby para anunciar su llegada y recibir orientación adicional. Además, se les recordaba que, si necesitaban descansar, podrían hacerlo en los sectores especiales designados para ello. Entre estos oasis de tranquilidad se destacan los elegantes sillones de cuero en forma de "u", que invitaban a los huéspedes a relajarse y recargar energías mientras contemplaban la magnificencia del entorno que los rodeaba.
Mientras Argo satisfecho con la comida avanzaba por el lobby, saludando felizmente a todos los adultos que iban apareciendo poco a poco en su camino hacia el mostrador, su mente se llenaba de admiración al observar a las personas que transitaban con paso firme a su alrededor, todos ellos enfundados en el uniforme oficial de la Doble A. Para él, aquellos trajes representaban mucho más que simples prendas de vestir; eran una verdadera obra maestra de la ingeniería textil, una combinación perfecta de innovación y resistencia. Argo había estudiado detenidamente la composición y las características de aquellos uniformes como parte de la materia preparatoria para el examen de admisión. Sabía que los tejidos antirradiactivos y la matriz de fibras procesadas con nanotecnología proporcionaban una protección esencial en el mundo postapocalíptico en el que vivían. Podía sentir la calidad y la solidez de los materiales mientras observaba a su alrededor, consciente de que aquellos uniformes no solo eran símbolos de estatus, sino también garantías de seguridad en un entorno hostil y peligroso. En el mostrador, se encuentra con una especie de androide sintético con una apariencia impresionantemente humana. Su estructura está revestida en un tono blanco escarlata, con líneas elegantes y contornos suaves que le confieren una estética moderna y sofisticada. Los ojos integrados, con su resplandor azul característico, brillan con una intensidad casi hipnótica, otorgándole una expresión cautivadora. Sus ojos escanean a Argo con precisión y tras un breve sonido de procesamiento de datos, con cordialidad y sutil voz robótica femenina dice "Saludos, Argo. Es un placer conocerte, mi nombre es ARIA", mientras habla sus ojos continúan analizando. "Hola ARIA, es increíble poder conocerte en persona" responde Argo con alegría. ¿Cómo supiste que era yo?", pregunta Argo, intrigado. El sintético emite un silbido electrónico y responde con calma "Proporcionaste tu información al postularte meses atrás; esta quedó registrada en nuestra base de datos global" "¡ya veo! ¡Entendido!, responde Argo enérgicamente y aprovecha de consultar asombrado "¿Tú realizas todas esas tareas?" "digo....¿como ayudas a la humanidad haciendo tantas cosas a la vez?", "todas las soluciones que brindas" "¡eres legendaria!", "Pensé que eras una especie de supercomputadora gigante." o algo así..., agrega Argo casi tartamudeando de la cantidad de dudas rondando en su cabeza. Casi en conjunto es la respuesta, el sonido de procesamiento de datos y la sonrisa artificial: "Gracias, Solo soy uno de varios clones sintéticos, y en cierto sentido, sí, soy como una supercomputadora gigante.
"Entiendo" responde Argo , intrigado
"¿Existe una computadora central de Aria?", indaga Argo con curiosidad, buscando información más detallada. El androide sintético responde con una voz suave pero autoritaria: "Lamento informarte que esa información está restringida para los candidatos externos como tú. Debes pasar la entrevista de admisión para obtener acceso a detalles sobre nuestras instalaciones centrales y procedimientos internos." "Entiendo", dice Argo, asintiendo con comprensión. Aria agrega con su habitual tono calmado: "Si necesita algo más, estoy a su disposición. ¿O ya está preparado para rendir la entrevista de admisión? "¡Más preparado que nunca! Toda mi vida esperé esto", responde Argo con una convicción palpable en sus palabras, irradiando determinación mientras se prepara para seguir a Aria hacia la sala de evaluación. Antes de continuar, Aria interviene con una advertencia seria pero necesaria: "Debo informarte que cualquier falta, como agredir física y verbalmente a un miembro del personal o atentar contra la integridad de la organización, resultará en un rechazo permanente, siendo apresado y puesto a disposición de las autoridades pertinentes además de ser baneado de futuras postulaciones. ¿Estás completamente consciente de esto?". Argo responde moviendo la cabeza en señal de aprobación, pero su mirada refleja algo más que mera aceptación. Hay una chispa de determinación y entusiasmo en sus ojos, como si estuviera ansioso por demostrar su valía. Cada músculo de su rostro está tenso, pero no por nerviosismo, sino por la intensa concentración y la voluntad de superar cualquier obstáculo que se presente en la entrevista. Con un gesto decidido, se prepara para seguir a Aria hacia la sala de evaluación, listo para enfrentar lo que sea necesario para alcanzar su meta.

Agente ARGO    (Versión Original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora