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Dee observó cómo la niña seguía murmurando para sí misma

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Dee observó cómo la niña seguía murmurando para sí misma. Él sonrió, apoyando la barbilla en la mano. Sentiste que alguien te miraba, así que te volteaste e hiciste contacto visual directo con el chico rubio sentado junto a una de las ventanas. Se sonrojó de un rojo brillante y rápidamente se alejó de ti.

Sonó el timbre y decidiste esperar un poco más, con la esperanza de atrapar al niño. Lo viste pasar a tu lado, bastante rápido y corriste para seguirle el ritmo.

-"¡Disculpe! ¡Chico emo!"-

Se giró, bastante molesto, antes de verte y ponerse rojo oscuro.

-"Hola"- mentalmente hizo una palmada en la cara.

Te sonrojaste al darte cuenta de que no sabías su nombre, pero sí sabías que te estaba mirando y que era muy inteligente. Aunque no lo suficientemente inteligente como para no quedar atrapado mirándote -"Mi nombre es T/n-"-

-"Lo sé."- Se sonrojó y su voz se quebró.

-"Um... Está bien. ¡Oh! ¿Tocas la guitarra?"- Señalaste sus dedos, donde había algunas marcas.

-"No."-

Fue directo y directo al grano, avergonzándote porque sentías que era una pregunta estúpida. -"Lo lamento."-

Su boca se apretó. Él no quería que te arrepintieras. No quiso ser grosero contigo, pero así era él y ahora era incómodo.

Señalaste las direcciones de tu casa -"Bueno, debería... ¿eh, ir a casa?"- Te ríes torpemente, lo que hace que él también se ría torpemente.

--

Dee te observó en su teléfono. Se pasó los dedos por el pelo, calmándose. Probablemente pensaste que era raro. Dios, ¿por qué no podía simplemente ser normal contigo?

Te vio salir de tu habitación y tuvo que esconderse mejor. Se escondió detrás de un arbusto cuando te escuchó bajar del porche. Contuvo la respiración al oírte a pocos centímetros de donde estaba. Sólo podía imaginar lo que pensarías si lo vieras, escondido, en tu casa, cuando acabas de hablar hoy y ni siquiera fue una buena conversación. Bajaste del porche y saliste. Te vio caminar por la calle.

Rápidamente te siguió, pero se aseguró de mantenerse a unos metros de distancia. Te vio darte la vuelta y esconderte detrás de una pared. Podía escuchar tus pasos cerca de él, mientras contenía la respiración. ¿Estaba a punto de ser atrapado?

-"¡T/n!"-

Te diste la vuelta y te dirigiste hacia la voz. Suspiró, tirando un mechón de pelo hacia atrás. Miró y te vio hablando con uno de tus amigos, lo que le hizo poner los ojos en blanco. Tal vez la próxima vez.....

Dee ShvagenbagenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora