—Bueno, Ivan, fue un placer conocerte. Gracias por tomarte el tiempo y cenar conmigo. Realmente debería irme a descansar ya que mañana tengo un día muy ocupado.
Oh nena, no te vas a deshacer de mí tan fácilmente. De que te cojo esta noche te cojo si no me dejo de llamar Ivan Archivaldo.
—No, al contrario gracias por permitirme cenar contigo. Si no te importa, déjame acompañarte a tu habitación. Quiero asegurarme de que llegues sana y salva.
—No es necesario, que es lo que me puede pasar de aquí a mi cuarto.
—Mmm con la cantidad de belleza que tienes muchos hombres querrían estar a tus pies.
—Para ser honesta, no he tenido muy buena suerte en ese departamento. He estado soltera durante algunos años. Sólo atraigo imbéciles a mi vida, lo cual es decepcionante.
—Bueno, que bueno que me conociste, yo no soy un idiota, puedo tratarte como la verdadera reina que eres.
Ivan era una persona muy directa, lo cual me gustaba pero al mismo tiempo me hacía sentir un poco insegura. Ivan estuvo coqueteando conmigo casi toda la noche disiendome indirectas. No mentiré, lo encuentro muy atractivo y es muy mi tipo, ha pasado mucho tiempo sin tener una relación y mucho menos tener sexo. Incluso olvidé cómo se siente dios mio soy tan patética.
—Esta bien, puedes acompañarme a mi habitación.
Estupida caíste directo a mi trampa.
Vi a Angelique pagar nuestra cena, algo totalmente fuera de lo común para una mujer. Nunca en mi vida una mujer había pagado por mí. Por lo general, yo era quien se ocupaba de ello.—¿Por qué hiciste eso? Yo iba a pagar nuestra cena.
—Supongo que la próxima vez tendrás que ser más rápido, Ivan.
Le sonreí mientras agarraba mi bolso y metía mi computadora portátil dentro.
—Entonces te debo una cena.
—Tendrá que ser muy pronto ya que me voy el domingo por la tarde.
Puta madre, lo olvidé por completo ella esta aqui de visita. Necesito meterme dentro de sus pantalones lo antes posible y hacer que se enamore de mí. Solo de esa manera ella seguira volviendo hacia mí, solo necesito un poco más de tiempo. Dejar que se enamore de mi buena apariencia y tengo que ser muy dulce y darle el mejor sexo de su vida. Eso no es un problema. Soy bastante bueno en eso. Voy a hacer que ella ruegue por más cada vez que la tenga en mi cama.
Angelique comenzó a caminar frente a mí y era la primera vez que veía todo su cuerpo exhibido justo frente a mí. Caminaba tan elegante que las curvas que tiene su hermoso cuerpo son impresionantes. El aroma a su perfume que dejaba atrás mientras caminaba con determinación era obsesiónante. Luego se detuvo, se dio vuelta y me miró.
—Lo siento, camino demasiado rápido, siempre hago eso.
—No te preocupes.
Ella ahora camina a mi lado y solo sonríe, Dios mío, esa sonrisa es muy hermosa, no negaré que es una mujer impresionante. Seguimos caminando uno al lado del otro hasta llegar afuera de su habitación. Yo no pensaba irme, no sin tener mi verga en su boca esta noche.