Capitulo 35

1K 129 61
                                    

Iván
—Bienvenidas de nuevo a casa mis amores.

—Gracias Iván, bueno dame los documentos para poder irme. Mira ya comenzo a llover anda, anda llevame al hotel, que esta tormenta esta fuerte.

—¿Por qué tienes tanta prisa? Espera, déjame pasar un rato con mi princesita.
Verdad que shi mi amoshito de papi, estoy aquí mi amor ¿Extrañaste mucho a Papi?

Comencé a acariciar su vientre y luego sentí un leve movimiento en su estómago.

—¿Qué fue eso Angélique?

—Es tu niña, ella acaba de patearte. Está emocionada de volver a escuchar tu voz.

—Que no mames, ay mi amor te emociona que papi esté aquí contigo ¿no es asi princesa de papi?

Me arrodillo y empiezo a hablarle a la barriga y mi bebita sigue pateando y pateando lo que me emociona aún más. 

—Ven Angelique quiero mostrarte algo.

—¿Qué es?

—Vamos, en un momento verás lo que quiero mostrarte.

Entrelazo su mano con la mía y caminamos dentro de la casa. La guío a la segunda planta y la llevo a la habitación justo al lado de la nuestra. Abro la puerta y suavemente la jalo hacia adentro.

—Mira, esto es lo que quería mostrarte.

Tan pronto como entré a la habitación me  sorprende ver todo, el chismoso de Piyi ya había mencionado que Ivan mando hacer el cuarto de la bebé pero nunca imaginé que lo haría a esta altura

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tan pronto como entré a la habitación me  sorprende ver todo, el chismoso de Piyi ya había mencionado que Ivan mando hacer el cuarto de la bebé pero nunca imaginé que lo haría a esta altura. Este hombre tiene todo lo que podía necesitar para la niña en esta habitación. Ya tenía un asiento para el automóvil, un andador, un moisés, una cuna, y muchas cosas mas. Esta habitación tiene todo para la bebé. Es de un color rosita bonito, con toques dorados, todo esta habitacion esta perfectamente decorada para la princesa de la casa.
Miro hacia la izquierda y el armario está lleno de todo tipo de ropa, de diferentes estampados y tallas, zapatitos y sus moñitos.

—Ivan wow esto es mucho tienes todo para la bebe. Esta habitación es hermosa, es exactamente lo que querría una niña. Debo decir que estás más preparado que yo, ¿has pensado en todo, quien te ayudó?

—La habitación contraté a profesionales para que vinieran a pintarla y decorarla. Quería algo simple pero lindo para mi princesa. Yo elegí los muebles y mi mamá me ayudó a elegir el resto de las cosas, pero si no te gustan, siempre podemos comprar lo que quieras, no tengo ningún problema en hacerlo.

—No, no claro que no todo me encanta, todo es perfecto amor....digo Ivan.

Sonreí y mi corazón comenzó a latir lo más rápido posible cuando escuché esa palabra salir de su boca. Comencé a acercarme cada vez más a ella hasta que ambos estabamos uno frente al otro. Acaricié suavemente su mejilla y coloqué su cabello detrás de su oreja y la agarré por la barbilla y no pude controlarme más. Sus deliciosos labios estaban llamando mi nombre, no esperé más y estrellé mis labios contra los suyos en un beso lento, suave y tierno que hizo que todas mis emociones se descontrolaran. La electricidad que recorría mi cuerpo con un simple beso es de otro mundo. Su mano se dirigió a mi nuca y yo la agarré por la cintura y la atrajo más hacia mí. Ella abre su boca un poco, lo que me permitió que mi lengua se abriera paso dentro de esta, entrelaze mi lengua con la suya profundizando aún más nuestro beso. Continuamos besándonos hasta que nos quedamos sin aliento.

La Hija Del PresidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora