Doña Ale
—Hola mija ¿cómo estás? Es un placer conocerte por fin. Quiero disculparme por todo lo que te hizo este cabron.
—No es su culpa señora y no debería disculparse por el comportamiento de su hijo, eso es algo que le corresponde a el hacer, el ya no es un niño. El sabe lo que hizo y está pagando las consecuencias por sus actos estupidos.
—Tienes razon, pero todo lo que has pasado, no te lo merecías en absoluto.
—La vida es injusta señora y a veces conoces personas que te lastiman de maneras inimaginables, pero aprendes de ello y sí, fue difícil para mí durante todo el escándalo, pero ahora siento que finalmente veo la luz al final del túnel. Puedo decir que este embarazo, si me ha tomado con la guardia baja pero no podría estar más feliz de ser madre, ahora ya no estare sola.
Escucho a Angelique hablar y suena muy madura, pero puedo escuchar tanta tristeza en sus palabras que es en parte culpa mía, pero puedo ver que hay más en eso. Ella siempre fue tan apegada a mí cuando éramos pareja que en ese momento lo odié, era bien enpalagosa pero ahora quisiera esa actitud hacia mi. Nunca me di cuenta de que ella me necesitaba tanto hasta ahora, ella me veía como su persona de consuelo y yo la cagué.
—Me alegra escucharlo mija, quiero que sepas que siempre eres bienvenida a venir a mi casa cuando quieras, cuentas conmigo para todo, especialmente ahora con el bebecito que llevas en tu vientre mija. Me vas a dar un nieto y estoy extremadamente emocionada.
—Gracias señora, yo tambien estoy muy emocionada de conocer a mi bebecito.
Tan pronto como llegué al rancho de Iván fui recibida por su madre y sus hermanos y hermanas.
La casa estaba impecablemente limpia y, para mi sorpresa se sentía muy acogedora, lo cual era extraño ya que es la casa de Ivan, de un narcotraficante. Sí, era lujosa pero muy tradicional y no demasiado exagerada, simplemente se sentía bien.
Esta es la primera vez que vine a su casa, él nunca me trajo cuando éramos pareja, siempre nos quedábamos en un hotel. Le pregunté muchas veces por qué y siempre ponía excusas tan estúpidas. Eso debería haber sido señales de alerta y podría haberme mantenido alejada de él de inmediato, pero el amor me cegó. Ahora que lo pienso veo las cosas más claras pero ahora ni siquiera llorar solucionará nada. El pasado pisado como deberia de ser.
La mamá de Iván es tan amable que me cocino un caldito de res, fue muy dulce de su parte. La miré un rato y sentí que se me humedecían los ojos porque me recordaba tanto a mi madre. Ella me estaba brindando ese calor de madre que tanto necesitaba desesperadamente durante mucho tiempo. La extrañaba todos los días y a medida que pasaban los días/años no era más fácil, la gente miente cuando dice eso. Fui interrumpida de mis pensamientos por Ovidio, el hermano menor de Ivan.
—Oye Angelique disculpa mi pregunta pero pues algo aqui no me cuadra. No digo que soy el hombre mas guapo del mundo pero....pues tengo mi carita y corazoncito. Hay como te digo, Angelique ¿qué le viste a este animal? –Pregunta Ovidio
—Mmmm ahora que preguntas no tengo idea, pero ahora que miro a esta creatura con mas calma lo veo y no lo creo, se ve un poco curiosito verdad.
—La neta si. –Dice Alfredo riendose
—¿Como que curiosito hija de tu mama? –Pregunta Ivan molesto
—BUAHAHAHA!!! Te mandaron derechito a la verga. –Grita Alfredo
—Hay chiquita para que te engañas tu misma, si perfectamente se sabe que te gustaba y eso me lo hiciste saber tu con los fuertes gritos que provoqué en ti. –Dise Ivan
—Gritos de susto por lo rarito y deforme que te ves.
—Tienes razon cuñis ahora que lo veo esta un poquito deforme el vato, como no estara por aya por esos rumbos.....JAJAJAJ....–Dice Alfredo
