A las ocho ha empezado a sonar el timbre. Son las nueve y la casa está llena de gente que no conozco. David y yo hemos estado moviendo todos los muebles del salón para que la estancia quede mucho más amplia y hemos escondido en la caseta de fuera las cosas de valor, o sea su videoconsola.
—Hay buen ambiente —comenta Carol bebiendo cerveza.
Salimos de la cocina y nos encontramos a Gabi y Mica hablando del grupo de chicos que hay al fondo con tatuajes.
—¿Quiénes son?
—Deben ser amigos de los gemelos.
—Parecen todos sacados de discos de los 80 —añade Gabi dando un sorbo a su bebida.
—¿Desde cuándo sabes tú de música? —pregunta Mica con curiosidad.
Puede que esté mal decirlo, pero mi amiga es la persona más inteligente que conozco. Sabe prácticamente de todo. Me resulta tan satisfactorio escucharla.
—Los oigo de vez en cuando.
Mica asiente y siguen mirándoles como dos cotillas. Caminamos por toda la casa viendo cómo la gente se divierte, habla y baila. No hay muchos de nuestro instituto, ya que Susana no ha podido venir y solo lo hablamos con Alexia, que dudo muchísimo que venga.
Nesa, mi compañera de trabajo, ha venido con el grupo de los chicos, entre ellos hay más chicas. Me saluda a lo lejos y sigue hablando con ellas.
La música suena más alto. Lleva sonando Rock toda la noche. Álvaro es el que se encarga de la música, por supuesto. Dejo mi cerveza sobre la mesa y me acerco a él. Desde que escuché la conversación que tuvo por teléfono y después descubrí que había sido él quien me puso la cortina, me he sentido tentada a hablarle. Aun así, no lo he hecho.
—¿No puedes poner algo más actual? —le pido de buenas formas, pero no puedo evitar sonar algo agresiva porque tengo que gritar para que me escuche.
Está tras una mesa de mezclas bastante grande. Hace un gesto con la mano para fingir que no me escucha. Me acerco más a él, poniéndome de puntillas, y me apoyo en su brazo para repetírselo. Su piel se tensa bajo la mía nada más rozarla. Me ignora y toca un botón para crear un efecto en la música. Aprieto su brazo con la intención de que se detenga y consigo que me mire. No parece que le gusten las distracciones. Mira mi mano y de nuevo a mí.
—Veré qué puedo hacer.
—No creo que lo hayas entendido, quiero música que también guste a mis amigas —insisto remarcando cada palabra con lentitud.
Descubro que mi mano ha decidido moverse por su cuenta mientras hablaba y ahora está sobre sus bíceps. Frunzo el ceño y mi cerebro decide que es el mejor momento para recordarme lo que ocurrió entre nosotros en el sofá. El calor aumenta por todo mi cuerpo de repente. Me aparto de inmediato y contengo el aliento.
ESTÁS LEYENDO
Only You © |COMPLETA|
Teen FictionAdriana tendrá que convivir con los hijos gemelos de la nueva novia de su padre y, además, lidiar con la mala fama que tiene en el instituto por culpa de un video filtrado. ►Historia completa. ►Publicación el 23 de abril. ►No se permite la copia ni...