Es la primera vez en meses que mantengo una conversación con mi padre sin lanzarnos mierda de por medio. Cuando me quiero dar cuenta ya es casi la hora de la cena. Hemos estado hablando la mayor parte del tiempo sobre mi madre y de lo que les gustaba hacer juntos. He mencionado lo de la cafetería justo cuando Evelyn ha llegado con David y la conversación se ha apagado por completo. Podría haber estado días escuchándole, pero me conformo con esto.
—¿Pizzas o chino? —dice la mujer con dos panfletos en la mano. Su hijo le quita uno y lo examina con detenimiento. Luego los dos me miran a mí.
¿Quieren que lo decida yo? Abrumada, me llevo las manos al estómago. Mi cuerpo se ha quedado bloqueado. No esperaba que contasen conmigo para esto. Tampoco es que sea una decisión de vida o muerte. Entonces, ¿por qué estoy dando tantas vueltas al tema?
—Chino —respondo convencida.
Evelyn sonríe y se marcha a la cocina. David sube las escaleras, llamando a su hermano a gritos. Este le contesta con otro grito y, cansada de tanto ruido, voy también a la cocina.
—Te he traído el libro que te dije, el de las recetas —comenta cuando me ve entrar. Se ha hecho un café a pesar de ser de noche. Huele bastante bien—. ¿Quieres uno?
Dudosa, lo miro y me entran ganas de probarlo.
—Gracias.
Observo sus cuidadosos movimientos al servir el café en la taza. Luego echa la leche haciendo sutiles giros y pone un poco de canela al final.
—Le da un poco de dulzor.
Absorbo el aroma antes de probarlo. El vapor me calienta la nariz y la espuma me hace cosquillas en el labio al rozar. Ya lo había probado antes, pero esta es la primera vez que lo saboreo siendo completamente consciente.
—Está delicioso.
—Es descafeinado. Ya sabes, para poder dormir.
Me guiña un ojo mientras coloca el libro de recetas del que me habló hace un tiempo frente a mí. Tiene la cubierta desgastada por las esquinas y el color verde es más apagado ahora. Al abrirlo, me doy cuenta de que se trata de un cuaderno. Hay varios ingredientes escritos en el lateral de la hoja, una fotografía de un bizcocho con lo que parecen fresas y los pasos para la elaboración. Paso las páginas con lentitud. La caligrafía es cuidada, me recuerda a la de mi abuela. También incluye consejos para que la masa quede más esponjosa o para hacer bien el punto de nieve.
La combinación del aroma a café con lo maravilloso que es este libro hace que se me erice la piel.
—Es increíble —murmuro impresionada.
—Considéralo un regalo adelantado de cumpleaños. Tu padre me ha dicho que es en unas semanas.
—En una y media —aclaro sin poder levantar la vista de las páginas.
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Only You © |COMPLETA|
Teen FictionAdriana tendrá que convivir con los hijos gemelos de la nueva novia de su padre y, además, lidiar con la mala fama que tiene en el instituto por culpa de un video filtrado. ►Historia completa. ►Publicación el 23 de abril. ►No se permite la copia ni...