𝙄 𝙒𝘢𝘯𝘯𝘢 𝘣𝘦 𝙮𝘰𝘶𝘳𝘴 | 𝐒𝑎𝑛𝑡𝑖𝑎𝑔𝑜 𝐑𝑜𝑑𝑟𝑖𝑔𝑢𝑒𝑧

↪| 𝗻𝗶𝗻𝗲

Ella estuvo a punto de irse pero me levanté rápidamente y la agarré del brazo para impedirlo y que me mirara.

— Entiendo que quieras creer eso pero la chica que te dijo eso es mi ex, la que me boludeo y me porté como un tarado cuando la cruzamos, lo admito pero no creas eso, vos me hiciste cambiar el pensamiento y estoy dispuesto a cambiar por vos porque me gusta estar con vos y no quiero que eso cambie por mis estupideces — Mencioné y ella pareció quedarse sorprendida por lo que le dije, no mentía en lo que decía.

— De igual forma me voy a ir San, si querés juntarte me mandas y listo pero yo tengo que volver a mi casa — Explicó ella y yo bajé un poco la mirada, no quería que se vaya, apenas estuvo 2 días pero su ausencia se notaría en toda la casa y la extrañaría — Vení, vamos a dormir — Me agarró de la mano y fuimos a la habitación.

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Nos acostamos y él me abrazó de nuevo por la cintura. Mientras intentaba conciliar el sueño me quedé pensando en sus palabras ¿Realmente estaba dispuesto a cambiar por mí? Apenas nos conocíamos y teníamos una linda amistad la cual quería ver que pasaba con el tiempo, quería volverme cercano a él pero no sabía si ese punto de ser novios, yo quedé muy insegura por Nicolás y no quería sentirme así estando con él, incluso se aburriría de lo mucho que me pongo mal. Por ahora prefería seguir conociéndolo tratando de no enamorarme y no salir lastimada en el intento.

Al día siguiente me desperté y él no estaba a mi lado, se había levantado primero seguro. Me levanté y fui al baño, en el camino no vi a Santi por ningún lado así que entré al baño y me lavé la cara. Salí para dirigirme a la cocina donde estaba Santi cortando unas frutillas, había crema tambiény a la vez se estaba haciendo unas tostadas, era el mismo desayuno que la primera vez, eso fue un detalle sin duda tierno de su parte.

— Buen día Tutu — Le di un beso en la mejilla y me senté en la mesada como esa vez.

— Buen día Lu — Sonrió y me alcanzó el tazón con frutillas y crema dentro, él se hizo sus tostadas y comenzamos a comer.

— Que rico San, gracias — Lo miré y le regalé una sonrisa.

— De nada — Sonrió de igual forma — ¿Cuándo vas a venir? — Preguntó.

— Cuando me invites — Dije de forma obvia.

— Creo que ya sabés mi respuesta — Dijo y ambos reímos.

— Bueno, cuando pueda vengo — Mencioné y él asintió estando de acuerdo.

— ¿Qué pensas con lo del ir al gimnasio? — Recordó el tema que había quedado incompleto.

— Cierto, tengo muchas ganas de empezar, ustedes van todos los días ¿No? — Supuse y él asintió — Bueno si quieren hoy puedo empezar — Sugerí y él volvió a asentir pero esta vez con emoción.

— El horario es el mismo, a las 6 vamos y siempre salimos temprano porque merendamos juntos así que si querés te pasamos a buscar tipo 4:30 — Explicó y yo asentí.

— Me parece bien — Sonreí y terminé mi tazón, me bajé y lo dejé en el lavamanos.

Lave ambos platos y luego me fui a cambiar el pijama, agarré mi maleta y salí de la habitación, Santi me estaba esperando al lado de la puerta con lo que parecía ser un ramo de flores. Me acerqué a él con una sonrisa y dejé la maleta a un lado.

— Me desperté temprano para ir a comprarlas — Mencionó mientras lo extendió y yo lo tomé riendo por su comentario.

— Son hermosas, gracias Tutu — Las dejé con cuidado en una mesita de ahí y lo abracé casi colgandome de él.

— No pasa nada, es para que no te olvides de mí — Mencionó y reímos mientras nos separabamos.

— Jamas me voy a olvidar de vos — Volví a agarrar el ramo junto a la maleta.

— ¿Vas a ir así por la calle? — Preguntó en un tono burlón mientras abría la puerta.

— Obvio no, que vergüenza — Reímos — Está Rodri esperándome abajo — Mencioné y lo abracé por última vez.

— Ya que vos tenés una copia mía yo puedo tener una tuya — Sugirió y yo reí.

— La tiene Carre, cuando quieras ir pedisela que seguro te la da el hijo de puta — Dije en broma y reímos.

— Bueno, suerte Lu — Me sonrió y yo hice lo mismo.

— Suerte para vos también Tutu — Le dije por último y me fui con mis cosas.

Cuando estaba a punto de subir al ascensor pude sentir como me agarraron del brazo y me jalaron haciendo que suelte la maleta y el ramo caiga al suelo. Al ver mejor era Santi quien me agarró de la cintura y sin más me besó, fue un beso largo y apasionado, sus labios eran tiernos y estaban decorados por su linda barba la cual me encantaba como le quedaba. Al rato nos separamos y él me soltó para irse nuevamente a su departamento, yo me quedé sorprendida por la situación pero agarré mis cosas y subí al ascensor, bajé y me subí al auto de Carre luego de que con su ayuda haya guardado mis cosas.

— ¿Estás lista? — Preguntó mientras encendía el auto.

— Lista — Arrancó y comenzó a manejar por las calles de la ciudad, mientras tanto yo miraba por la ventana pensando en aquel beso el cual se había convertido en algo especial para mí, no tenía sentimientos fijos por él, recién estaba descubriendo lo que era sentir cosas por alguien y me gustaba que sea él el que me enseñe esas cosas.

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