↪| 𝘀𝗲𝘃𝗲𝗻𝘁𝗲𝗲𝗻

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Pasaron días y cada día era peor que el anterior, sin dudarlo diría que me sentía muy mal, lo extrañaba mucho pero a la vez me dolió mucho lo que pasó y no podía sacarme de la cabeza esa foto. Casi ni pisado mi casa, me quedé en lo de Rodri desde esa vez y él me ayudaba mucho pero obviamente me costaba seguir sin él. Ahora me encontraba viendo una película en la sala, tratando de despejar mi mente, Rodri no me podía acompañar ya que estaba haciendo un stream pero siempre se apuraba para no dejarme tanto tiempo sola, aunque no me molestaba. En un momento sentí mi celular vibrar, lamentablemente era un mensaje de con quien menos quería hablar, Santiago. Tardé en responder, me quedé analizando sus mensajes y pensando que responder. Lo apagué y seguí viendo la tele, aunque no me podía concentrar, me había quedado pensando en esos mensajes.

hola lusé que no querés hablar conmigoperdón por jodertepero quería saber si nos podíamos versé que vas a decir que no pero recién vuelvo del viaje y quiero verteentiendo si no querés pero pensalo aunq seaporfa

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hola lu
sé que no querés hablar conmigo
perdón por joderte
pero quería saber si nos podíamos ver
sé que vas a decir que no pero recién vuelvo del viaje y quiero verte
entiendo si no querés pero pensalo aunq sea
porfa

hola lusé que no querés hablar conmigoperdón por jodertepero quería saber si nos podíamos versé que vas a decir que no pero recién vuelvo del viaje y quiero verteentiendo si no querés pero pensalo aunq seaporfa

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¿Qué se supone que debería hacer? Me dolería mucho verlo pero a la vez por alguna razón me intrigaba verlo, me preocupaba el como esté.

¿Qué pasa? — Me pregunta Rodrigo quien me dió un susto ya que no lo vi llegar.

Me asustaste hijo de puta — Putee tocando mi pecho por mi corazón acelerado, parecía llevar rato ahí y yo por estar metida en mis pensamientos no lo escuché ni lo vi.

Y si estabas re en una, te fuiste a otro planeta — Bromeó y se rió — ¿Qué pensabas? — Volvió a preguntar. Yo solo rodee los ojos y luego de pensar en si mostrarle o no, lo hice, desbloquee el celular y le mostré los mensajes de Santi — Andá — Habló él y lo miré confusa — Capaz te haga mejor — Mencionó él y yo lo pensé un rato.

Tenía razón, capaz me hacía mejor aunque eso no significa que no me duela, me duele muchísimo pero quería darle la oportunidad de que me vea.

Si, voy a ir — Aseguré decidida y me concentré en mi celular para textear la respuesta.

— Si, voy a ir — Aseguré decidida y me concentré en mi celular para textear la respuesta

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bueno
solo un rato
pero voy yo
no vengas

bueno, gracias
te espero

Volví a apagar mi celular y me dirigí a la habitación de invitados que era en la cual me estaba quedando yo, llevaba mi pijama puesto desde ese día así que sería la primera vez después de tanto que me arreglaba

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Volví a apagar mi celular y me dirigí a la habitación de invitados que era en la cual me estaba quedando yo, llevaba mi pijama puesto desde ese día así que sería la primera vez después de tanto que me arreglaba. Igual me puse algo casual, esta vez no me iba a arreglar tanto para él, me puse algo cómodo y emprendí viaje a su casa. Desde el viaje que no iba, habían pasado casi dos semanas de eso. Al llevar a su casa toqué timbre esperando a que abra, me puse nerviosa obviamente, pero no de esos nervios de cuando me decía algo lindo, sino de los nervios de ansiedad de lo cual no sabía que hacer ni decir cuando abra. Al rato abrió, se veía realmente muy mal, incluso peor que yo, sus ojos hinchados y muy rojos, sus rulos no estaban bien arreglados como siempre él solía hacerlo y su barba bastante crecida, parecía que no se afeitó en todo el viaje.

Hola.. — Habló él sacándome de mis pensamientos. Mientras que su expresión era de tristeza, la mía trataba de mantenerla seria y firme.

Hola — Respondí fríamente. Al final me dolía verlo así de mal, me hacía sentir mal y culpable, por más que el que se las mandó haya sido él.

Pasa — Dijo y se corrió para que yo pase, pasé y él cerró la puerta — ¿Querés tomar algo? — Sugirió y yo negué — Bueno, sentate — Mencionó y ambos nos dirigimos al sillón donde nos sentamos — ¿Cómo estás? — Preguntó con la mirada baja, parecía no animarse a mirarme a los ojos.

¿Cómo voy a estar? Para el orto — Suspiré también bajando la mirada, me sentía frustrada y no supe como responder de buena manera.

Yo sé que me las mandé pero nunca te hice dudar de lo mucho que te amo y lo sabes... ¿No podes darme una segunda oportunidad? — Habló él pero ahora mirándome e inlcuso tomó mi mano pero yo la solté rápidamente.

No sé Santiago.. Me dolió mucho lo que pasó y la confianza que me hacías sentir la perdí totalmente — Mencioné y lo miré, nuestros ojos por fin se miraron fijamente, me dolía tanto ver esos hermosos ojos celestes tristes.

Déjame ganar tu confianza otra vez por favor, te juro que no la voy a cagar de vuelta, voy a hacer hasta lo imposible — Rogó él, sus ojos brillaron por primera vez, parecían buscar algún tipo de oportunidad y ¿Cómo me negaba a esos ojos que algún día me hicierln feliz?

Bueno.. Pero no creas que todo va a ser de un día para el otro, me cuesta todavía... — Mencioné desviando la mirada.

No no, vos tranquila — Una sonrisa se formó en su rostro, volteé para mirar esa linda sonrisa la cual sin querer formó una sonrisa en mi rostro, lo cual no me hacía ver firme.

𝙄 𝙒𝘢𝘯𝘯𝘢 𝘣𝘦 𝙮𝘰𝘶𝘳𝘴 | 𝐒𝑎𝑛𝑡𝑖𝑎𝑔𝑜 𝐑𝑜𝑑𝑟𝑖𝑔𝑢𝑒𝑧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora