From and forever

chapter three

Cuando llegué a casa, estaban todos en el salón. Les dije a mis padres que esperaran cinco minutos para cambiarme.

Cuando ya estaba con el pijama de Winnie the Pooh, fui al salón y me senté al lado de Liam.

- Chicos - empezó mi padre - tenemos una noticia que daros -

- A ver, sabemos que el colegio os está yendo muy bien, que tenéis muchos amigos, pero... nos ha salido un trabajo en California... y vamos a... tener que mudarnos allí -

Se hizo silencio. Uno de los silencios más raros que había experimentado.

- A California, vamos a mudarnos, a California - dijo Liam.

- Y vamos a vivir... - dijo Luke.

- ¿Con los Scobell? - le completó Liam.

Yo no decía nada porque estaba asimilándolo.

- Sabemos que hace mucho que no os véis, pero hemos hablado con Melissa y con Pete, y dicen que al lado está la casa en venta, y que la podemos comprar porque está muy bien de precio - mi madre suspiró - ¿os parece bien?

- ¿Cuánto tiempo nos vamos a quedar allí? -

- Luke, es mudanza definitiva -

- ¿Hay algún colegio con equipo de fútbol? -

- Sí, y han quedado los primeros en el campeonato -

- Pues mucho problema no me causa, en este equipo hay inútiles de marca -

- ¿Liam? -

- ¿¡Me preguntáis en serio!? -

- Liam, no... - dije para calmarle.

- No Belly, ni Liam ni nada, ¿¡va en serio!? No voy a volver a ver a Harry, nunca más -

- Ya pero, allí estará Walker -

Ahí se me paró el corazón. Hacía tanto que no oía ese nombre. Walker Scobell. No puedo permitirme volver a querer a alguien así, a veces hago como que no era para tanto, un amor de la infancia y ya, pero él fue, es y siempre será mi primer amor. Incluso seguía enamorada de él cuando me mudé a Nueva York, pero intentaba convencerme a mí misma de que no era así, que sólo le echaba de menos porque no le vería más.

- Dios - y se fue. Liam siempre sabía guardarse la ira para él mismo, pero a veces no se contenía.

- ¿Y tú Belly? ¿Te parece bien?

Yo me quedé quieta. - Vuestro trabajo es más importante que mi opinión, al fin y al cabo vosotros mandáis, y lo respeto - intenté no mostrar ninguna emoción a parte de empatía.

- Gracias Belly -

Yo sonreí, y me fui.

No dormí en toda la noche, pensando en que vería otra vez a Walker, en que dejaría mi vida aquí y me iría a vivir a California, otra vez... Se me salieron algunas lágrimas que otras. Lo que más me vino a la cabeza fue Emma.

Emma Miller. Mi mejor amiga de la infancia. Ella seguramente se habrá olvidado de mí, pero lo que está claro es que yo a ella no. Yo siempre cumplo mis promesas.

El día siguiente amaneció con un sol indescriptible. No sé cómo podía hacer tanto calor. El vuelo hacia California salía por la noche, bueno, de madrugada, a las 4:30 de la madrugada. Tenía todo planeado. Por la mañana iría a casa de Edward a despedirme, volvería a mi casa, y por la tarde iría a ver a Tam, porque si me despedía de ella para siempre, quería hacerlo bien.

Estaba de camino a casa de Edward con mí bici. Cuando llegué, llamé al timbre y él salió. Empezamos a hablar en el porche.

- Te tengo que contar una cosa Eddie -