From and forever

chapter five

Cuando salí de la habitación, mi hermano me estuvo persiguiendo por la casa hasta pillarme. Yo no podía parar de reír, era surrealista que lo que le había dicho de Leena le afectara tanto.

Ya no era gracioso. Me iba a morir ahí mismo, había corrido demasiado.

- Vale, vale, ya -

- ¿¡Cuándo dije eso!? -

- Luke -

- Qué -

- Si fuera mentira no te importaría tanto que lo sepa - Él se quedó callado mirándome. - Me lo dijiste un día que te fuiste de fiesta. Yo estaba volviendo a casa porque había quedado con Edward, y te encontré tirado en la acera. Te cogí, y te llevé a casa. Cuando te dejé en la cama, me dijiste: "la echo de menos Bella, no puedo más" no necesitaba saber que dijeras que hablabas de Leena para saber que lo decías por ella -

Él se quedó ahí parado, sin decir nada. Le abracé, no sabía qué hacer. Mi hermano no ha sido nunca de mostrar cariño, pero a este abrazo sí que me respondió.

- Gracias -

- ¿Por qué? -

- Por darte cuenta -

Yo le sonreí por lo que me dijo.

- ¡Chicos! ¡Todo el mundo a la cocina! - gritó Melissa.

Antes de ir a la cocina, fui arriba a cambiarme, porque estaba con la ropa del vuelo, y quería ponerme algo más cómodo. Me puse una camiseta corta ajustada verde y unos vaqueros cortos también ajustados.

Cuando bajé ya estaban todos menos Walker.

- Belly, ¿puedes ir a decirle a Walker que veng -

- Perdón por tardar - dijo Walker bajando las escaleras.

De la que me había librado.

La comida fue genial, todo estaba muy bueno. Echaba de menos esto.

Cuando terminamos de comer, ya eran las 14:58, estábamos recogiendo todo.

Walker se acercó a mí, y no me habló, no, me tiró del brazo hacia el salón, donde no había nadie.

- Walker. Walker. ¿Waalker? - dije yo mientras era arrastrada.

- Te quiero preguntar una cosa y quiero que seas completamente sincera conmigo - yo me quedé callada. - ¿me has echado de menos?

Menos mal que no me preguntó otra cosa.

- ¿De verdad lo dudas? -

- Pues sí. De pequeños pasábamos días enteros juntos, y ahora me ignoras -

- Primero: no te estoy ignorando, segundo: ¿desde cuándo pasábamos tanto tiempo juntos de pequeños? -

- Y me preguntas que por qué lo dudo, Belly, ¿no te acuerdas verdad? -

- ¿De qué? -

- Hola chicos - dijo Leena entrando al salón. - Uy, ¿interrumpo algo? - dijo ella sonriendo.

- No no, yo ya me iba - dije mirando a Walker.

- No no, tú no te vas. Os estaba buscando para preguntaros que si queríais ir a la playa, ya sabéis, como lo hacíamos antes de pequeños -

- Ah, pues, yo puedo, voy arriba a por las cosas y bajo en un momento -

- Perfecto Belly. ¿Y tú Walker? -

- Sí, sí, ya voy -

Yo subí las escaleras cuando escuché que Leena le decía algo a Walker.

Cuando cogí todo lo necesario lo metí en una bolsa de playa. Metí crema solar, una pelota hinchable, chanclas, y cogí el libro que me estaba leyendo: "Hasta que nos quedemos sin estrellas".