La vida sigue

Un sentimiento familiar

Después de aquel encuentro, ninguno de los dos pudo negar sus sentimientos, ambos se amaban, pero, el pasado no se borra tan fácilmente, y el remordimiento de haber roto el corazón de Kagura no los dejaba tranquilos.

Rin decidió cancelar su vuelo, Sesshomaru la invitó a tomar un café, quería compartir con ella una charla, ya que no habían finalizado por la mañana.

Él subió la maleta de la castaña a la cajuela de su auto, después le abrió la puerta y la invitó a subir, en cuanto lo hizo él la imitó y comenzó a conducir — ¿A dónde te gustaría ir?

—Cualquier lugar estará bien, solo que sea tranquilo ¿sí?

Supo hacia donde conducir, después de 35 minutos llegaron a un lugar tranquilo, una cafetería que solían visitar de adolescentes, el lugar nunca estaba tan abarrotado. Ambos descendieron del auto e ingresaron al lugar, escogieron una mesa y ordenaron, poco después el mesero llegó con sus bebidas.

—No ha cambiado nada este lugar — comentó Sesshomaru para romper la tensión que los rodeaba

—Sigue idéntico — confirmó la castaña, después ambos guardaron silencio, hasta que ella se atrevió a preguntar — ¿Me buscaste solo porque Kagura te lo dijo?

Aquella pregunta lo agarró desprevenido — ¿Qué? — no supo que responder

—Sí ella no hubiera terminado su compromiso contigo ¿Te habrías casado? — la incertidumbre de saber que lo había motivado a buscarla, la estaba matando

—...Desde que nos conocimos Kagura siempre fue muy buena conmigo, me ayudo a darme cuenta lo idiota que había sido contigo, me apoyo en intentar ser mejor persona... — guardo silenció

—Me alegra escuchar eso, aunque no lo creas, cuando te fuiste solo, tan lejos a estudiar, tenía miedo de que te sintieras desplazado

—Ella fue un gran apoyo

—Eso es bueno, pero, no es una respuesta a mi pregunta — lo miró fijamente — ¿Te habrías casado?

—Si Kagura hubiera llegado al altar, sí, me habría casado con ella — aquello la rompió un poco, sentía que no era demasiado importante para él, como lo presumía —No lo mal intérpretes — intervino ante la tristeza que se formó en su rostro —Yo le hice una promesa a Kagura, y sí ella hubiese llegado no habría podido romperla

—Puedo saber ¿cuál fue?

—Hacerla feliz

—Siendo así, deberías buscarla y cumplir lo que le prometiste

—Rin, mis sentimientos por ti son sinceros, no puedo buscarla y prometerle algo que no siento, no más, ella no lo merece. Ya le falle una vez, intenté convencerme que ella podía ser mi felicidad, pero, ella se dio cuenta, por eso se ha ido y yo... yo lo agradezco tanto, porque yo no hubiese podido hacerlo

—Entiendo ese sentimiento — admitió, no podía juzgarlo, después de todo, era la misma situación vivida con Bankotsu

—Creo que ambos nos equivocamos, lastimamos a personas inocentes por no admitir nuestros sentimientos

—...Sí, ni Bankotsu, ni Kagura, lo merecían...

—Fue un error, pero, ahora tenemos la oportunidad de enmendarlo, aún tenemos tiempo. Confió en que la vida será buena con ellos... — era lo único que podía pedir, que todo el dolor causado fuera reemplazado por felicidad, pues ellos lo merecían —Rin, yo te amo, y no quiero volver a cometer el mismo error que hace 7 años... no quiero dejarte ir

—Se... ssho... maru... yo... yo también te amo, pero, tengo miedo

—¿Miedo? ¿A qué le temes?