Damián siempre había seguido los planes y órdenes de su familia al pie de la letra, hasta que la palabra matrimonio fue pronunciada, algo que él no estaba dispuesto a aceptar.
El amor no estaba en su vocabulario, nunca había deseado nada en su vida...
N/A: Historia ambientada en la época de la historia canon, pero es canon-divergencia. Por lo que estarán en la época, pero las situaciones y eventos, no serán similares.
Tags: Romance, Drama, Angst, fantasía.
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Día 1: Destino
Abrió la puerta de la entrada de cristal y aspiró el aire fresco de noche que golpeó su rostro apenas salió a la calle, aquel viento liberador que era señal de que su larga jornada laboral al fin había terminado. Era lo malo de tener un jefe incompetente que no tenía ni idea de lo que hacía, pero que todo se mantenía en balance debido al trabajo del resto de los trabajadores.
Gran parte del tiempo era soportable, pero esta noche, quería una copa.
—Damian
Giró para ver a sus dos amigos aproximarse detrás de él, con el mismo ánimo liberador.
—¿Vamos por una copa?
—Lo siento. — Ewen habló antes — Quedé con mi novia de verla saliendo del trabajo, por lo que hoy no puedo.
Damian observó al interlocutor, recordando que hace más de un mes su situación sentimental había cambiado, lo cual había resumido sus salidas. No imaginaba que aquel hombre que se mostraba seguro con las mujeres y hasta un poco arrogante, meses atrás, fuera tan devoto a su relación. No le molestaba, solo le sorprendía.
Volteó a ver a Emile, que hizo un gesto afligido.
—Ahora tengo un compromiso, pero podríamos salir mañana, porque recuerda que ahora tú tienes un compromiso.
Damian se quedó quieto un segundo, evaluando a qué se refería. Hasta que una idea vino a su mente, lo que Emile quería decir con su compromiso.
—No te preocupes.
Ambos rubios se despidieron de él, con una sonrisa sugerente en su rostro y se fueron en caminos contrarios. Siempre se iban juntos, después del trabajo para tomar el tren, sin embargo, ahora él quería una copa y no le importaba tomar una solo.
A fin de cuentas había llegado solo a Westalis.
Caminó hacia el bar que frecuentaba con sus amigos que estaba en el centro de la ciudad e ingresó, sentándose en la barra. Pensando en aquel compromiso y que tanto podría librarse de eso. Con la mano le indicó al cantinero y una copa apareció enfrente suyo, lo tomó y el líquido corrió por su garganta. Aquel sabor amargo lo aturdió un momento, pero la sensación y el entumecimiento en su garganta fue agradable.
Era tan curioso como el mundo giraba, porque ese fue el primer lugar que visitó apenas llegó ahí, unos meses atrás. Y ahora estaba en la misma situación que en ese entonces, a petición o influencia de sus amigos, terminando aceptando una cita con una mujer que conocieron en ese mismo bar, una semana atrás.
