XII.

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Abrió sus ojos cuando la luz que se filtraba por la ventana iluminó su rostro, al instante los cerró por encontrarse con la luz de lleno y giró, cubriéndose y frunciendo el ceño, sintiendo de pronto el dolor en su cabeza

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Abrió sus ojos cuando la luz que se filtraba por la ventana iluminó su rostro, al instante los cerró por encontrarse con la luz de lleno y giró, cubriéndose y frunciendo el ceño, sintiendo de pronto el dolor en su cabeza. Sentía que iba a explotar.

Un olor conocido pero que no esperaba sentir la hizo abrir los ojos y observó la tela contra su rostro, cuando alzó su cabeza vio el rostro de Damian un poco más arriba, observándola.

Era un rostro que no esperaba ver, no considerando que él estaba de viaje y que no tenía una fecha específica para volver. Hace más de dos semanas que se había ido y no habían hablado tanto como hubiera querido pero... ella misma había estado indispuesta. Pero en ese momento él estaba ante ella, y fue cuando giró y vio que esa no era su casa, era el departamento de Damian.

Se levantó de pronto de la cama, la cabeza le dio vueltas y frunció el ceño, sujetándose la cabeza, en un intento de que eso ayudara a calmar el dolor. Sintió como Damian se movió a su lado y se bajó de la cama, hasta salir de la habitación. Anya se quedó ahí, intentando unir las piezas perdidas en su cabeza...

¿Qué es lo que había hecho ayer?

Las imágenes vinieron a su mente, como había decidido ir a un bar y entre copa y copa las ideas y su propia conciencia se perdió. En ese momento las imágenes vinieron a su mente con violencia, las llamadas, las risas, los besos y por supuesto, la pelea. Lo último que recordaba era en ella llorando... posiblemente se quedó dormida por el alcohol, la descarga de emociones y el cansancio.

Había estado llamando a Damian en el bar...por simple inercia, aunque sabía que él estaba de viaje, lo hizo, para molestarlo o con la esperanza de que por arte de magia él respondiera. Y cuando lo hizo, pensó que fue cosa de su imaginación, por eso se sorprendió de verlo en el bar y mucho de eso pensó que fue a causa de su mente alterada

Aquella impulsividad la llevó ahí, a su departamento y con él tan pendiente de ella. Por lo que Anya no podía escapar antes de ser vista, en un intento de ocultar toda su vergüenza. ¿Cómo iba a explicar todo lo que sucedió? No era normal que ella se pusiera de esa forma, pero las situaciones la superaron.

¿Debería fingir demencia y fingir que no recordaba nada? Si, era la mejor opción.

Se recostó boca abajo en la cama, en un intento de que la luz no golpeara su rostro, porque el dolor de cabeza la estaba matando. Todo en ella le pedía que saliera de ahí, pero si quería fingir que lo que sucedió anoche, no pasó, debía actuar.

Escuchó la puerta abrirse, la cortina correrse, seguramente él cerró para evitar el paso de luz y de pronto silencio.

—Anya

Ella no se movió durante unos segundos, hasta que él volvió a llamarla.

—Tómalo y sigue recostada. —Anya tomó el vaso de agua y la pastilla que le estaba ofreciendo. —He pedido algo para comer, lo cual te ayudará con tu resaca.

Akaito (Damianya week 2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora