Anya observó la puerta del establecimiento, respirando profundamente y abrió la puerta, ingresando con cierta duda. Sus ojos viajaron por toda la tienda, viendo a algunas personas y a las empleadas ayudándoles.
Se hundió en el sillón, inquieta, porque había ido ahí en un intento de querer hacer algo, de buscar una solución a las cosas, pero en realidad cuando llegó, todas sus ideas, palabras y su propia voz se perdió.
Caminó por el lugar, viendo un poco, hasta que la mujer en el mostrador la reconoció, por supuesto que lo haría, ella pasaba una cantidad importante de tiempo ahí. Pero en ese momento a Anya le hubiera gustado encontrarla ella misma, en vez de ser guiada. De hecho Anya pensaba ir directamente hacia la trastienda.
—Señorita Anya —La empleada la saludó. —¿Está buscando a la señorita Becky?
Anya asintió, fue cuando se le ocurrió la idea de que quizá Becky podría no estar ahí. ¿Qué debería hacer si era así? Se sentía tan fuera de sí, que le costaba pensar como solía comportarse de forma normal con su amiga de hace años. Respiró profundamente, debía tranquilizarse.
—Está en la trastienda, puede pasar. —La mujer la animó.
Anya dudó un momento antes de seguir el camino que conocía a la perfección, pero finalmente caminó por el pasillo trasero, dobló a la derecha y vio el cuarto al final del pasillo y a Becky al teléfono. Cuando Anya llegó a la entrada Becky colgó la llamada y la vio, su rostro se iluminó al ver a su amiga ahí.
—¡Anya! Debiste decirme que vendrias. —Becky se acercó y la abrazó. —Me encanta verte aquí.
—Pero... si tú me dijiste que pasara.
Becky la observó un momento y recordó que le había dicho a Anya que fuera a la tienda cuando pudiera en la semana.
—¡Lo siento, lo olvidé! He estado con tantas cosas en la cabeza, con esto del desfile, con clientes de la tienda, una de mis costureras se enfermó, así que mi cabeza olvida tantas cosas, pero si, necesitaba tu ayuda con tu opinión de algunos modelos.
Becky la invitó a sentarse en el escritorio que estaba en el centro y le dejó algunos bocetos.
Se suponía que ya tenía los modelos para el desfile de modas, pero su sentido de perfección le incitaban a querer mejorarlos, hacerlos mucho mejor, perfectos, por lo que había estado arreglando algunas cosas, además que se le habían ocurrido otros modelos.
—Eres libre de decirme todo lo que piensas... —En ese momento sonó el teléfono. — Toma tu tiempo, tengo que atender el teléfono.
Becky se alejó antes de escuchar lo que sea que Anya iba a responder y se sumió en la llamada.
Anya centró su atención en los bocetos que tenía enfrente, intentando detallar los trazos o familiarizarse con el diseño como siempre, pero su cabeza no dejaba de irse hacia lo que había sucedido el día de ayer, después de recibir la llamada de Alain.
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Akaito (Damianya week 2024)
FanficDamián siempre había seguido los planes y órdenes de su familia al pie de la letra, hasta que la palabra matrimonio fue pronunciada, algo que él no estaba dispuesto a aceptar. El amor no estaba en su vocabulario, nunca había deseado nada en su vida...