CAPITULO 3

118 10 0
                                    


Las luces de neón parpadean, creando una atmósfera misteriosa y llena de energía. Las luces estroboscópicas parpadean al ritmo de la música. El humo de cigarrillo se cuela por el aire, añadiendo un toque de misterio a la escena.

En el cuarto donde bailan las bailarinas, la música retumba en las paredes, creando un ritmo hipnótico qué invita a moverse al compás. Las bailarinas se contonean con gracia y sensualidad, atrayendo las miradas de los espectadores. Mujeres hermosas bailan sensualmente sobre la barra y en tubos de metal, sus movimientos hipnóticos atraen las miradas de los presentes.

Mientras tanto, en el otro cuarto, los hombres esperan impacientes a los hermanos que aún no han llegado. Uno de ellos, visiblemente molesto, golpea impacientemente la mesa con el puño. Otro cuenta una gran cantidad de dinero, mostrando su poder y control en la situación. El tercero parece estar tranquilo, como si no le importara la demora.

Un pelirrosa se encuentra completamente absorto en la danza de las bailarinas, esperando ansiosamente la llegada de los hermanos. La música envuelve el ambiente, creando una atmósfera mágica y llena de misterio. Mientras tanto, el pelirrosa se deja llevar por la belleza y el encanto de las bailarinas, sintiendo como su corazón late al ritmo de la música y su mente se sumerge en un estado de trance. A medida que la noche avanza, la expectativa de la llegada de los hermanos se intensifica.

Dos figuras imponentes los hermanos Haitani, entran al club. Sus pasos firmes y decididos llaman la atención de algunas mujeres que no pueden evitar suspirar al verlos pasar. Los hermanos, con sus ojos afilados y sus sonrisas arrogantes, se dirigen al siguiente piso sin detenerse a mirar a nadie.

En el piso superior, un hombre albino se cabello corto espera impaciente. Su rostro tenso y sus ojos llenos de furia contrastan con la atmósfera festiva del club. Al ver llegar a los hermanos Haitani, su expresión se suaviza ligeramente.

- ¡Por fin llegaron! Los estaba esperando hace horas, ¿dónde estaban? ¿Saben cuánto tiempo llevo esperando? - Soltó mikey con voz áspera.

Ran respondió con una sonrisa burlona - Lo sentimos, jefe. Tuvimos que hacer una parada en el camino - dijo con un tono sarcástico - Ya sabes, las mujeres son tan insistentes...

- No me importa lo que hayan hecho. Lo único que me importa es que traigan lo que les pedí - dijo interrumpiéndole Mikey.

Rindou, sacando un pequeño paquete de su bolsillo, extendió su mano dejándolo frente a Mikey - Aquí tienes, tal y como lo pediste.

- Más les vale que no me hayan fallado - dijo el albino tomando el paquete con cuidado y entregándolo a kokonoi.

- No te preocupes Mikey, sabemos lo que nos conviene - respondío Rindou con una sonrisa amenazante.

Los hermanos Haitani se dan la vuelta para marcharse, dejando al hombre albino solo con su paquete. La música sigue sonando a todo volumen, pero la tensión en el ambiente es palpable mientras los demás hombres observaban en silencio.

Los días pasaban desde el día de la celebración, sin embargo Rindou aún no se reunía con la castaña. Himari aún recordaba la conversación con Rindou junto al balcón, era un hombre que la intrigaba; sin embargo, comprendía que el señor Haitani era un hombre ocupado y a lo mejor lleno de muchas responsabilidades, así que no le extrañaba que aún no viniera por otro lado, Rindou no dejaba de pensar en la castaña, pero estaba sumergido en negocios de Bonten sin poder salir de la ciudad para invitar a Himari a una cita. Su trabajo, una maraña de asuntos de la organización y negocios personales, lo mantenían anclado a su ciudad, lejos de la castaña.

La imagen de Himari seguía grabada en su mente. Su risa melodiosa, sus ojos color color avellana llenos de vida, su cabello castaño ondeando al viento... Rindou anhelaba volver a verla, sentir la suavidad de su piel bajo sus dedos, perderse en la profundidad de su mirada.

𝐓𝐇𝐄 𝐓𝐀𝐓𝐓𝐎𝐎 𝐎𝐅 𝐌𝐘 𝐒𝐎𝐔𝐋 (𝐑𝐈𝐍𝐃𝐎𝐔 𝐇𝐀𝐈𝐓𝐀𝐍𝐈)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora