CAPITULO 9

47 6 0
                                    

Advertencia escena +18

- Solo quiero asegurarme de que estés feliz y satisfecha. No tienes idea de lo mucho que me encanta hacerte sentir bien - replicó levantándose hasta la mesa de noche - Espera un momento dijo abriendo un cajón y sacando algunos sobres de preservativos.

Ella se sentó en el borde de la cama, mirando a Rindou con deseo mientras él se paraba frente a ella.

- ¿Necesitas ayuda con eso? - Preguntó Himari con voz suave y seductora, tomando el sobre de la mano de Rindou. El asintió sintiéndose extasiado.

Himari lo miró con ternura mientras deslizaba el preservativo sobre su ereccion con destreza. Rindo la observaba con admiración, maravillado por la delicadeza de sus movimientos y la calidez de su tacto.

- Gracias, Himari - murmuró Rindou, sintiendo un nudo en la garganta por la intensidad del momento.

- No hay de qué - respondió Himari con una sonrisa tierna.

- No puedo resistirme a ti, Himari. Eres como un imán que me atrae hacia ti.

- Rindou, por favor, no me tortures más. Estoy ansiosa por sentirte dentro de mi.

- Solo quería asegurarme de que estuvieras lista para mi, preciosa. Ahora que lo estas, déjame mostrarte cuanto te deseo.

Himari abrió ligeramente sus piernas, dándo paso a Rindou, quien la tomó de las piernas y la atrajo hacia él en la cama. Comenzó a simular estocadas suaves, rozando el sexo sensible y húmedo de Himari, quien se retorcía de placer bajo él.

- Rindou, por favor, no me hagas esperar más. Necesito sentirte dentro de mi.

Rindou sonrió traviesamente y, con una sola estocada fuerte, penetró a Himari, haciendo que arqueara la espalda y gimoteara de placer. Ella rodeo su cintura con las piernas, sintiendo la calidez de su cuerpo contra el suyo.

- Oh, Himari, eres tan increíblemente deliciosa. ¿Puedes sentir lo mucho que te deseo.

- Si, Rindou. Me haces sentir tan bien. sigue así, por favor.

Rindou comenzó a moverse con frenesí, haciendo ruidos obscenos con los fluidos qué se mezclaban entre ellos. Himari gemia con cada embestida, sintiendo cada centímetro de él dentro de ella.

- ¡Oh, Rindou, sí! ¡Sí, sí, sí!

- Eres toda una diosa, Himari. Tu cuerpo es un templo del placer y yo soy el afortunado que lo está adorando en este momento.

La habitación se lleno de gemidos y susurros, de la pasión desenfrenada que los consumía a ambos. Rindou acariciaba el vientre abultado de Himari, sintiendo la presión de su miembro sobre su piel caliente y húmeda.

- Oh Dios, si, si, más fuerte Rindou, no pares por favor.

- Te lo dije nena, hoy voy a hacerte ver las estrellas y sentir el paraíso en cada embestida.

- Ahh, me estas volviendo loca, sigue así Rindou, no pares.

- Estás tan apretada y mojada para mi, Himari. Me vuelves loco.

La voz exitada, apenas audible, de la castaña se dejó escuchar - Si, si, oh Dios, ahí, justo ahí, no pares, más rápido.

Rindou posó su enorme mano en el cuello de Himari mientras ella lo veía con el rostro sonrojado por la exitación, acelerando sus embestidas y sonriendo orgulloso - Toma eso nena, ¿Quieres más? Te daré todo lo que tenga. Ven, nena, déjame sentir todo tu placer. Grita mi nombre, déjame escucharlo.

- Si, más fuerte Rindou - Gimoteó la mujer mientras se retorcía debajo de él hombre - Mmm, Rindou, estas enorme - dijo abrazándose del cuello de Rindou.

𝐓𝐇𝐄 𝐓𝐀𝐓𝐓𝐎𝐎 𝐎𝐅 𝐌𝐘 𝐒𝐎𝐔𝐋 (𝐑𝐈𝐍𝐃𝐎𝐔 𝐇𝐀𝐈𝐓𝐀𝐍𝐈)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora