CAPITULO 7 +18

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El suave roce de la mano de Rindou en la suya, la calidez de su piel, la hacía sentir como si flotara. Bajaban las escaleras, la multitud se abría a su paso, como si una fuerza invisible los guiará. La mirada de Rindou, tan intensa, la seguía a cada paso, y Himari se sentía como si estuviera bajo un hechizo.

Al llegar a la salida, el chófer los esperaba con una sonrisa cortés, Rindou le hizo un gesto con la cabeza, y el hombre abrió la puerta del coche. Himari se sintió un poco nerviosa al entrar en el lujoso interior, pero Rindou se sentó a su lado, su mano aún en la suya, y le sonrió.

La castaña lo observaba con una sonrisa tímida, sus mejillas sonrojadas por la cercanía de Rindou y la emoción del momento.

El se inclinó hacia ella, besando suavemente su mejilla. El gesto era simple, pero cargado de afecto.

- ¿Cómo estuvo tu día, Himari? - Preguntó con voz suave, buscando hacerla sentir más cómoda.

Himari se encogió de Hombros, suspirando ligeramente respondió - Fue bastante cansado. Pero estoy feliz de que sea fin de semana. Podré descansar sin preocupaciones.

Rindou la miró con una expresión de ternura - Descansa bien, Himari - dijo Rindou - Te mereces un buen descanso.

El motor del auto rugio, un sonido que se mezclaba con la risa suave de Himari.

- Y tú, ¿Que hiciste hoy? - Preguntó ella, su mirada llena de curiosidad, fija en Rindou.

Rindou se encogió de hombros - Lo de siempre, reuniones, papeleos, llamadas... - respondió con una sonrisa, tratando de sonar casual - Y lidiar con algunos chicos malos - bromeo, pero había un brillo peligroso en sus ojos qué sugería qué la broma tenía un fondo de verdad.

Sus dedos se deslizaron por la abertura del vestido de Himari, acariciando la tersa piel de su pierna - Eres tan suave, Me vuelves loco - Un escalofrío recorrió su cuerpo, y ella no pudo evitar sonreir. Ella sintió su respiración entrecortarse.

- ¿Y que tal fue? - Preguntó, su voz apenas un susurro, sus ojos fijos en la mano de Rindou que acariciaba su pierna.

Rindou sonrió, sus ojos brillando con una intensidad que la dejaba sin aliento - Estuvo bien - dijo su voz ronca - pero nada como estar contigo.

Ella sonrió - Tu eres el chico malo y travieso - dijo, y mojó sus labios con la lengua, sintiendo que su corazón latía con fuerza en su pecho.

Rindou sonrió satisfecho con la reacción de Himari - Tal vez - dijo, sin apartar la mirada de ella - Pero tú eres la que me hace querer ser malo.

Himari sintió que se le escapaba una pequeña risa, y se acomodo en el asiento, sintiendo la mirada de Rindou sobre ella. La tensión entre ellos era palpable, y Himari sabía que no era solo la emoción del viaje. Era la atracción que había entre ellos, una atracción que se intensificaba con cada mirada, con cada toque, cada palabra.

Su mano se mueve sin detenerse dentro del vestido de Himari – Abre las piernas, preciosa – ordenó Rindou, con exitación en su voz.

Himari sintió un leve rubor en sus mejillas ante la orden, sabiendo que el conductor del auto podía darse cuenta de lo que estaba ocurriendo en el asiento trasero. Sin embargo, algo en la voz de Rindou la impulsaba a seguir cada una de sus instrucciones.

– Rindou, eso es... no deberíamos... –  dijo Himari sonrojada.

– ¿Porque no? estamos solos nadie nos puede ver. ¿Por qué no disfrutar un poco? – habla Rindou exitado.

Ella abrió ligeramente las piernas, permitiendo que la mano traviesa de Rindou se deslizara por debajo de sus bragas. Himari apretó los labios, conteniendo un gemido mientras los dedos de Rindou se movían sobre sus fluidos.

𝐓𝐇𝐄 𝐓𝐀𝐓𝐓𝐎𝐎 𝐎𝐅 𝐌𝐘 𝐒𝐎𝐔𝐋 (𝐑𝐈𝐍𝐃𝐎𝐔 𝐇𝐀𝐈𝐓𝐀𝐍𝐈)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora